Hassan en el Real Oviedo de Javi Calleja: Rol, encaje y peaje a pagar

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Hassan, en el Valladolid-Sporting de la pasada temporada
Hassan, en el Valladolid-Sporting de la pasada temporada LFP

Analizamos el fichaje de Haissem Hassan por el Oviedo y el papel que puede asumir en el equipo carbayón. El extremo fue el jugador que más regates intentó la temporada pasada en Segunda División

12 ago 2024 . Actualizado a las 22:38 h.

Hay dos aspectos más o menos evidentes en el fichaje de Haissem Hassan por el Real Oviedo. Uno es que los azules fichan al jugador más diferente y desequilibrante de un equipo que la pasada temporada disputó el playoff y que, además, acabó por encima de los carbayones en la liga regular. El otro es que 1 gol y 5 asistencias puede ser considerado un bagaje pobre para un futbolista que acumuló tal volumen de juego y acciones. ¿Cómo puede encajar en el Real Oviedo el Hassan que se vio en el Real Sporting?

Un perfil en peligro de extinción

Haissem Hassan es, ni más ni menos, uno de los jugadores que más regates intenta de todo el fútbol europeo. Eso es lo que está fichando el Real Oviedo. Un jugador que recibe pegado a la banda y no necesita girarse, ir al espacio o moverse a la espalda de presión para desequilibrar. Hassan recibe, encara y muchas veces deja atrás a su par. Otras veces no, básicamente porque encara con asiduidad durante un partido y a más intentos más probabilidad de error. Hay -muy- pocos futbolistas de este perfil en Segunda División y ninguno en el Real Oviedo.

Un extremo, además, que juega a pierna cambiada pero que eso no le resta regate exterior. El francés es un zurdo que suele ubicarse en la banda derecha y que es capaz de irse una y otra vez por fuera, pisando poco las zonas interiores salvo cuando el rival le cierra descaradamente la salida por la derecha. En definitiva, Javi Calleja gana un recurso ofensivo con el que pocos equipos cuentan de la categoría más igualada y encorsetada de Europa. El tema es cómo lo utilizará. 

El rol de Hassan en el Sporting de MAR

La temporada pasada, Miguel Ángel Ramírez construyó un Sporting sólido, que en la mayoría de los partidos estaba cómodo no llevando la iniciativa con balón pero que tenía sus recursos iniciando desde atrás. Los centrales no rehuían el pase corto y los mediocentros -Rivera, Nacho Méndez, Roque Mesa- eran poco verticales y no miraban mucho hacia adelante, pero sí tenían calidad suficiente para que la posesión fuese aseada. El problema era avanzar. O no, cuando Hassan estaba inspirado. El extremo francés era el plan A, B y C a la hora de ganar metros. Bien porque recibía y desequilibraba o bien porque su marca se llevaba a varios rivales y surgía la opción de picar al espacio con Juan Otero.

Así pues, durante muchos partidos de la gran primera vuelta que realizó el Sporting, los rojiblancos buscaban una y otra vez a Hassan ya en campo propio. En ese tramo de competición, el ahora jugador del Real Oviedo compartía banda con Pascanu, un central al que MAR ubicó como lateral. De hecho, en fase ofensiva, el rumano se quedaba en la primera línea con los centrales, dando Hassan en derecha y Cote en la izquierda la amplitud al equipo rojiblanco. Mientras Cote llegaba y ejercía de finalizador -sus centros fueron una de las armas ofensivas más efectivas del curso-, Hassan aparecía más en la construcción. Algo raro esto último en un extremo de este perfil, por cierto. En 19 de las 28 titularidades de Hassan con el Sporting, el lateral derecho fue Pascanu. 

Menos responsabilidad para que sus acciones sean más efectivas

Siguiendo con el Sporting, Hassan se iba muchas veces de su par y atraía a un rival, dos y hasta a tres, pero en muchas de esas acciones su toma de decisiones era mejorable. Unos centros no encontraban rematador porque los delanteros rojiblancos no atacaban de la mejor de las formas la zona de remate, pero en otras acciones el francés elegía mal o tardaba unos segundos de más y no convertía en ocasión el acercamiento. Además, al ser parte activa de la construcción del juego, esas lagunas en la toma de decisiones ralentizaban posesiones del Sporting y le restaba fluidez para encontrar los espacios entre líneas. 

Por ahí se explican un poco ese gol y esas cinco asistencias, bagaje pobre para un futbolista que acumuló un volumen elevado del ataque sportinguista. Ahora las miradas apuntan a Javi Calleja, porque el reto evidente es conseguir que Haissem Hassan sea un recurso ofensivo más del Real Oviedo, y no el principal. Empezando por la posición en sí, ya que el francés tendrá como competencia a un Paulino de la Fuente que, con sus cosas, marcó 9 goles el año pasado. Ningún jugador que partiese de una de las bandas marcó tantos goles como el extremo azul en la Segunda 23/24. Ambos extremos, por cierto, no son nada fiables en el tema de ayudas defensivas, por eso el papel de los centrocampistas -Del Moral, Sibo, Colombatto y Seoane, sobre todo- a la hora de realizar la cobertura cuando se pierda el balón será fundamental. 

En el apartado general, el Real Oviedo 23/24 fue un equipo cuya construcción del juego se centraba en la banda izquierda. Allí se juntaba Abel Bretones, Colombatto, Santi Cazorla y, sobre todo, Sebas Moyano o Borja Sánchez. Si eso se mantiene, en la derecha aparecerán espacios y superioridades -e incluso igualdades- numéricas que Hassan podría aprovechar. En definitiva, participar más de la finalización que de la construcción. Si el Oviedo consigue eso, la responsabilidad de hacer cifras recaerá, única y exclusivamente, en el nuevo fichaje azul. Ahí, su hasta ahora poco fiable toma de decisiones estará más a prueba que nunca.