Hijos del barro y capitanes de El Requexón: «Es un partido para mostrar carácter y el Oviedo lo tiene»

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

De izquierda a derecha: Héctor Nespral, Josín Martínez, Edu Cortina y Javi Moreno
De izquierda a derecha: Héctor Nespral, Josín Martínez, Edu Cortina y Javi Moreno Ana Vázquez

Héctor Nespral, Emilio Morilla, Edu Cortina, Josín Martínez y Javi Moreno, canteranos que llegaron a debutar en el primer equipo, hablan de lo que se está viviendo estos días en el oviedismo

20 jun 2024 . Actualizado a las 22:25 h.

Los cinco llegaron a la cantera del Real Oviedo muy jóvenes, los cinco portaron el brazalete de capitán desde alevines hasta el Vetusta y los cinco debutaron con el primer equipo. Y los cinco siguen siendo abonados del Real Oviedo, claro. Héctor Nespral, Emilio Morilla, Edu Cortina, Josín Martínez y Javi Moreno. La Voz de Asturias los elige portavoces de esas generaciones que casi no pudieron ver a su equipo en lo más alto, que se enamoraron de un sentimiento cuando lo fácil era pasar de lado y que, además, defendieron el escudo sobre el césped de un rectángulo de juego cuando todo -absolutamente todo- estaba en contra. El Oviedo se juega el domingo regresar a Primera División y así lo están viviendo los hijos del barro.

El más veterano de todos es Héctor Nespral (Oviedo, 1993). A sus 31 años, el centrocampista decidió hace escasas semanas colgar las botas y retirarse en Unionistas, de la Primera RFEF. Antes, Héctor estuvo desde infantiles hasta el primer equipo en el Oviedo, desde 2004 hasta 2016. «Para mí era fundamental sacar un resultado positivo el pasado domingo, porque remontar en Cornellá me parece complicado. Ahora vamos con ventaja y creo que se puede jugar con la necesidad del Espanyol», comenta un Nespral que debutó en Segunda en la última jornada de la 15/16 y después estuvo en la plantilla que dirigió Fernando Hierro en la 16/17. 

Héctor Nespral sustituye a Linares en su debut con el Real Oviedo
Héctor Nespral sustituye a Linares en su debut con el Real Oviedo

«Lo del domingo ante el Espanyol fue lo máximo que viví en un campo de fútbol, así de claro». Contundente, como casi siempre, se muestra Emilio Morilla (Oviedo, 1995). Morilla o 'Capi', como le llaman muchos de sus excompañeros -y ahora amigos- de El Requexón. El central, que jugó en el Covadonga esta temporada, llegó en alevines al Real Oviedo procedente del Centro Asturiano y en la cantera estuvo hasta 2018, cuando tras el ascenso del Vetusta a Segunda B puso fin a su etapa en la entidad. Antes, eso sí, le dio tiempo a debutar con el primer equipo: fue en Tarragona, en la ida de aquella final que Oviedo y Nàstic disputaron en junio de 2015 cuando ya estaban ascendidos a Segunda División. 

Emilio Morilla Nastic Real Oviedo playoff ascenso.Emilio Morilla, en su debut con el Real Oviedo ante el Nàstic
Emilio Morilla, en su debut con el Real Oviedo ante el Nàstic

A la cita llega en muletas Edu Cortina (Oviedo, 1996). Otro de esos capitanes eternos de El Requexón, se operó la semana pasada del tobillo. Eso sí, el Real Avilés le renovó igual tras otra gran temporada. El mediocentro caminó por todas las categorías inferiores del Real Oviedo y en todas lució el brazalete, debutando con el primer equipo en septiembre de 2018 y formando parte de la plantilla en la 19/20. «Lo vi solo en casa al estar recién operado. No es lo mismo, pero disfruté tanto de la previa como del partido y tuve la piel de gallina desde el principio hasta el final», explica el ovetense.  

Edu Cortina en un partido ante el Alavés
Edu Cortina en un partido ante el Alavés Real Oviedo

«El Espanyol entró bien al partido, pero para el Tartiere jugó un papel clave». Josín Martínez (Oviedo, 1997) lo tiene claro. El central, ahora en el San Sebastián de los Reyes, cogió el testigo en el Vetusta y portó el brazalete de capitán tras los Nespral, Morilla y Cortina. Llegó al club en infantiles y en El Requexón estuvo hasta 2020, cuando tras la temporada suspendida por el coronavirus se convirtió en la última del ovetense en el Vetusta. Jugó aquella Copa del Rey juvenil ante el Athletic, lideró desde el eje de la zaga a la generación de Viti -ahora uno de los mejores defensas de Segunda División- ascendió con el Vetusta y también debutó con el primer equipo, aunque fuese en aquella dolorosísima derrota frente al Osasuna en la última jornada de la 15/16. 

Los jugadores del Vetusta, con Josín en el centro, celebran el gol de Viti en el derbi de la 16/17
Los jugadores del Vetusta, con Josín en el centro, celebran el gol de Viti en el derbi de la 16/17 Real Oviedo

El que más reciente tiene su etapa como futbolista del Real Oviedo es Javi Moreno (Oviedo, 2000). El más joven de los cinco, Moreno salió del club el verano pasado tras tres temporadas magníficas en el Vetusta de Jaime Álvarez y esta 23/24 firmó un curso magnífico en el Arenteiro. Además de lo conseguido con el filial azul, el ovetense debutó a las órdenes del Cuco Ziganda en el Oviedo-Ponferradina de la 21/22. Desde benjamines vistiendo la camiseta azul, acabó la etapa juvenil y se tuvo que buscar la vida en el Llanes. Eso sí, luego le dio tiempo a volver para ser importante. «Lo del domingo pasado lo vi en el Fondo Norte, con los mismos amigos con los que siempre he visto el fútbol, era un partido que sí o sí teníamos que verlo juntos», explica. 

Javi Moreno golpea un balón durante el Vetusta-Valladolid Promesas
Javi Moreno golpea un balón durante el Vetusta-Valladolid Promesas Real Oviedo

Los cinco han vivido del fútbol hasta ahora. Los cinco siguen siendo más oviedistas que cualquiera, son abonados e incluso alguno de ellos no cambia ver un partido desde el Fondo Norte por nada del mundo. «No estamos acostumbrados a esto», comenta Edu Cortina. Nacidos en los 90, solo Héctor Nespral pudo vivir un poco lo que fue el Oviedo en Primera División. El resto, recuerdos difusos. Los cinco han crecido siendo de un equipo al borde del precipicio, así que jugar un playoff como el actual ya tiene mucho significado. «De momento, de todo lo vivido esta semana y media, me quedo con la previa ante el Espanyol», señala Morilla.

Además de los sentimientos, en la conversación aflora el juego y los aspectos futbolísticos como tal. Al fin y al cabo, siguen en activo. Varios coinciden: «el momento clave de este playoff fue la parada de Leo Román a Corpas en Ipurua». «El del domingo en Cornellá es un partido para mostrar carácter y el Oviedo lo tiene», recalca Nespral. Mientras, Morilla sigue por el mismo camino: «Lo que más me gusta del equipo es la personalidad que muestran en cada acción del juego». Josín, central, ya personaliza en la defensa: «La solidez está siendo impresionante. No encajar ni un gol en todo lo que va de playoff es muy difícil de conseguir».

De izquierda a derecha: Héctor Nespral, Josín Martínez, Edu Cortina y Javi Moreno
De izquierda a derecha: Héctor Nespral, Josín Martínez, Edu Cortina y Javi Moreno Ana Vázquez

En cuanto a los nombres clave de este playoff, los cinco canteranos coinciden: Leo Román, Dani Calvo y un Oier Luengo que no deja de sorprender a todo el mundo. «Habla muy bien de una plantilla que un jugador como Luengo, que partía como cuarto central, esté dando el rendimiento que está dando. Es muy jodida esa posición y es espectacular la tranquilidad que está transmitiendo», explica Morilla. «Más que con nombres en concreto, que también, me quedo con la sensación de equipo que transmiten. Hacía mucho que no veía a un Oviedo con tanto aplomo y saber estar en el campo», apunta Javi Moreno. 

La conversación vira hacia lo emocional y ahí los recuerdos son innumerables. Josín se acuerda de los viajes en autobús por la caleya de El Requexón y Morilla recuerda el ascenso de Cádiz que coincidió con una dolorosa derrota del Vetusta en el playoff ante el Arenas de Getxo: «Estaba jodido por la eliminación, pero al mismo tiempo Mario Prieto me había dado la alegría de mi vida diciéndome lo que había pasado en el Carranza». Nespral saca a relucir una anécdota muy manida en el oviedismo, pero que para él resumen bien lo que se comió este club hace no tanto: «¿En qué pensé? Es cómico, pero era nuestra realidad: me acordé de cuando el Oviedo fue a jugar a Llanes, alguien disparó a portería y el balón pegó en una vaca. Los que vivimos eso y no los años en Primera ahora pensamos en el camino andado».

Sobre ser canteranos y capitanes, Edu Cortina se muestra más claro que nadie y explica con palabras un sentimiento común a los cinco: «De lo que más orgulloso me siento de todos estos años no es de la capitanía, es de haber estado ahí en los momentos más complicados del club. Hubo momentos en los que no había ni agua ni luz en El Requexón, pero yo estaba en el Real Oviedo y eso valía más que todo». Nespral, se suma: «Ser capitán fue muy bonito, porque al final no dejas de ser un aficionado más que juega en su equipo. Pero al final esto último es lo más importante: jugar en el Oviedo era y es lo que todo niño de Oviedo podría desear. Y lo hicimos». Una palabra se repite constantemente: orgullo. 

Ya pensando en lo del domingo en el Stage Front Stadium, todos son precavidos. Pero la ilusión no se puede disimular. «Si tras ese 2-0 anulado a Masca fue lo más cerca que estuve de tocar el cielo, no me imagino lo que puede pasar el domingo», comenta Javi Moreno. Varios de ellos estarán en el estadio del Espanyol, otros lo verán desde la capital del Principado al no haber conseguido entrada. Los cinco, eso sí, lo tienen claro: «Vamos a sufrir, porque somos el Oviedo y esto va a así. Encima, el Espanyol es un equipazo. Eso sí, lo vamos a conseguir. Es el año, seguro». Palabra de ovetense, oviedista y capitán.