Edgar González: «Hay que dar mérito a lo que está haciendo Ziganda en el Oviedo»

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Edgar González, durante un partido con el Betis
Edgar González, durante un partido con el Betis Real Betis

La Voz de Asturias charla con el central del Betis, exjugador del Oviedo y una de las grandes revelaciones de la temporada en Primera División

29 ene 2022 . Actualizado a las 18:30 h.

Futbolista y casi periodista -solo le falta presentar el trabajo fin de carrera- Edgar González (Sant Joan Despí, Barcelona; 1997) es una de las grandes revelaciones de la temporada en Primera División. Indispensable el curso pasado para José Ángel Ziganda en el centro del campo del Real Oviedo, volvió a Sevilla para ser el central más utilizado por Manuel Pellegrini en un Real Betis que marcha tercero en Liga y sigue vivo en la Europa League y en la Copa del Rey. LA VOZ DE ASTURIAS charla con el catalán a pocas horas de un Oviedo-Almería que enfrentará a Rubi y al Cuco, los técnicos con los que Edgar debutó y se instaló, respectivamente, en el fútbol profesional. 

—¿Qué tal por Sevilla?

—Estoy muy contento. Volví al Betis dudando si me iba a poder quedar, pero teniendo claro que quería convencer al míster desde el primer entrenamiento de la pretemporada y demostrarle que podía estar aquí. Y salió bien. Después he ido teniendo oportunidades y minutos y así seguimos.

—Es el central más utilizado por Pellegrini. ¿Se esperaba esto?

—Jugar tanto era una situación a la que quería aspirar, pero no estaba nada claro que fuese a suceder. La temporada pasada en el Oviedo me vino muy bien, crecí mucho como futbolista. Este curso me estoy encontrando genial, muy cómodo tanto en el club como en la categoría y desde el principio estoy disfrutando. El equipo, además, está ganando muchos partidos y estamos vivos en todas las competiciones, así que hay rotaciones y oportunidades para todos. Ojalá podamos mantener esto hasta al final.

—¿Estuvo cerca de salir antes del comienzo de la temporada?

—No fue un verano tranquilo. Venía de jugar en el Oviedo, pero el Betis se había metido en Europa, tenía cuatro centrales y la posición de pivote cubierta. Sabía que tendría difícil el quedarme y tenía claro que podía salir cedido, pero intenté evitarlo y quería demostrar que me quería quedar.

—¿Volver al Oviedo fue una opción?

—La verdad es que no sé qué equipos estaban interesados. A mí agente le dije que quería quedarme y durante las primeras semanas estaba centrado en eso. Si pasado un mes el club me hubiese transmitido que no contaban conmigo o viese yo que iba a estar difícil jugar, pues ya me sentaría a ver las opciones. En Oviedo fui muy feliz, disfruté mucho jugando y fue una cesión muy positiva. Guardo un gran recuerdo de la ciudad y el club.

—En el Betis debutó como pivote, en Oviedo jugó ahí y ahora vuelve a ser central.

—Este verano volví como pivote, aunque en los entrenamientos iba alternando y jugaba en ambas posiciones. Fue así hasta que el día antes del primer partido de pretemporada Sidnei se lesionó, faltaba un jugador para completar la rotación y jugué de central. Salió bien y, a partir de ahí, el míster me mantuvo en esa posición. Fue avanzando la pretemporada, acumulé muchos minutos y fui convenciendo al míster de que podía aportar.

—Y se quedó.

—Cuando se estaba acabando el mercado me transmitieron que me iba a quedar y, en principio, para jugar como central, aunque sin descartar que pudiese ayudar también como pivote en ciertos momentos de la temporada.

—¿Le costó volver a jugar en el centro de la defensa?

—No me costó, la verdad. Esta posición es donde he jugado toda mi vida y los conceptos tácticos los tengo muy cogidos, aunque en el fútbol profesional casi no jugase como central hasta esta temporada.

—¿Cómo tiene que ser un central de este Betis?

—Jugamos un poco como son los equipos grandes: tenemos casi siempre el balón y defendemos con muchos metros a nuestra espalda. Siempre intentamos salir desde atrás, siendo los centrales o los laterales los que superamos la primera línea de presión. Una vez en campo rival, lo más importante es estar atento a las vigilancias, porque atacamos con mucha gente por delante del balón y somos los centrales los que tenemos que evitar los posibles contraataques. Es muy exigente para nosotros y para un central siempre es más fácil defender atrás con el equipo muy junto, pero estoy disfrutando mucho de esta manera de jugar.

—El Betis de Fekir, Canales y compañía.

—Es un privilegio poder estar en este club y justo en este momento. Cuando jugamos en casa el campo siempre está lleno, el ambiente es espectacular y, encima, el equipo está ganando y está arriba. Tener compañeros de esa calidad no solo te hace las cosas más fáciles, también supone un aprendizaje diario. En cada entrenamiento coges cosas de internacionales, son un espejo perfecto.

—¿Nota que a la gente le está sorprendiendo su rendimiento?

—Cuando debuté en la 19/20 sí que creo que fue una sorpresa grande para la afición del Betis el verme cumpliendo como pivote porque en el filial siempre jugaba de central. Tuve buenos partidos y la gente me apoyó bastante. Al salir cedido sales de la rueda diaria y te ven menos, pero creo que el recuerdo del primer año era bueno y me han recibido muy bien. No sé si he sorprendido ahora, pero en todos los partidos noto que están conmigo y eso me ayuda mucho para ser cada día mejor.

—El fútbol español habla de usted, no solo en Sevilla.

—La Primera División, y más un equipo como este Betis que va arriba y practica un fútbol muy vistoso, es un escaparate tremendo. Lo disfruto con la máxima responsabilidad, sabiendo que esto puede cambiar de un día para otro. Somos conscientes de que hay que ir a por todo. Somos terceros en Liga, estamos en los cuartos de final de la Copa y seguimos vivos en Europa. La situación es con la que todos habíamos soñado y queremos disfrutarlo.

—¿Mucha presión?

—Disfruto en estos ambientes en los que cualquier cosa buena, y también mala, que hagas repercute muchísimo en los aficionados. También me pasaba en Oviedo. Te añade una presión importante y te lo transmiten por la calle y todos los días, pero me gusta estar en clubes así.  

—¿Cómo ve al Real Oviedo?

—Siempre intento seguirlos, aunque es complicado ver los partidos porque esta temporada, al estar en tantas competiciones, tenemos que jugar muchos días. Sí sigo todos los resultados. Guardo un gran cariño al club, a la ciudad y a la afición, además de tener una gran relación con varios compañeros de la temporada pasada. Creo que está siendo un año bonito para ellos. Quitando el tropiezo de la semana pasada ante el Tenerife, están cerca del playoff y creo que hay ilusión. Es importante hacerse fuerte en el Tartiere.

—¿Se parece este Oviedo al de la temporada pasada?

—Creo que se mantiene un poco el patrón y la forma de jugar del curso pasado, sí. Con alguna variante y los cambios evidente porque hay muchos jugadores nuevos, pero la idea del míster se mantiene.

—Ya desde la distancia, ¿cómo valora el trabajo de Ziganda en Oviedo?

—Sigo pensando que es un gran entrenador que tiene al Oviedo a cinco puntos del playoff. Como he dicho antes, Oviedo es una ciudad en la que hay mucha pasión por su equipo y eso hace que a la mínima que hay un mal resultado parece que se acaba el mundo y cuando hay dos buenos resultados parece que son el mejor equipo de la Liga. Desde dentro, tanto el cuerpo técnico como los futbolistas, deben mantener la tranquilidad en los buenos momentos y en los malos. Creo que, de momento, la temporada del Oviedo es positiva y veremos si puede luchar por el playoff hasta el final. Hay que dar mérito a lo que está haciendo este cuerpo técnico, que llegó hace dos temporadas y salvó al club del descenso.

—¿Y la temporada pasada?

—Estuvimos en ciertos momentos muy cerca de poder luchar por el playoff. El último partido del año 2020, por ejemplo, si ganamos en Ponferrada nos hubiésemos ido a las vacaciones de Navidad en puestos de promoción. No pudo ser y ya en enero y febrero tuvimos unos meses malos. Al final, eso sí, supimos adaptarnos al nuevo objetivo y salvar sin problemas la categoría.

—Jimmy se ha convertido en uno de los grandes referentes de este Oviedo. ¿Le sorprende?

—No, la verdad. Entrenaba con él cada día y podía ver el fútbol que tiene, que es mucho. Además, siente al equipo como pocos y es un gran capitán. Estoy muy contento por él porque ha sabido aprovechar la oportunidad.

—Este sábado hay un Oviedo-Almería: Ziganda frente a Rubi. ¿Qué aprendió de cada uno?

—Los dos tienen una cosa en común: son muy, muy trabajadores. Cada uno, con su forma de ver el fútbol y de jugarlo, se desviven por hacer que el equipo esté mejor, se desviven en cuanto al análisis del rival y en trabajar los partidos durante la semana. Son muy parecidos en eso.