Reencuentros, la plana mayor al completo y medio millar de oviedistas en El Pardo

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Rubén Reyes y Néstor Susaeta, en Navia
Rubén Reyes y Néstor Susaeta, en Navia Real Oviedo

Los aficionados del Real Oviedo pudieron volver a ver a su equipo en directo. La contracrónica desde Navia

22 jul 2021 . Actualizado a las 09:06 h.

Casi un año después, el Real Oviedo volvió a jugar ante sus aficionados en el Principado de Asturias. El coronavirus cortó la relación entre el oviedismo y sus jugadores y, salvo la eliminatoria de Copa del Rey disputada en Coria, los azules no disputaban un encuentro a puerta abierta desde marzo de 2020. Ayer, en El Pardo de Navia, casi medio millar de personas vieron en directo el primer amistoso de la pretemporada azul.

La plana mayor del club no se quiso perder la cita: no faltó ni uno. El consejo, con el presidente Menéndez Vallina a la cabeza y acompañado de Manuel Paredes y Fernando Corral; Federico González, representante del Grupo Carso en el Real Oviedo; David Mata, gerente; Cesar Martín, responsable de relaciones institucionales y Miguel Sanz, responsable del área social. Los máximos responsables de la planificación deportiva también estaban, con Rubén Reyes y su inseparable móvil atento en la grada. Junto al director deportivo estaban Roberto Suárez, Mario Prieto y Álex Díaz. Por último, Antonio Rivas y Pedro Luis González. Hasta Jaime Álvarez, entrenador del Vetusta, no se quiso perder la cita. 

Reyes, que vio el partido en la grada junto a Roberto Suárez primero y Federico González después, estuvo hablando por teléfono en varios momentos del encuentro y después del mismo. Cuando ya todos los jugadores esperaban en zona de vestuarios, el director deportivo atendía otra llamada en el centro del campo de El Pardo. 

Poco se le puede pedir a lo que había sobre el césped. Al margen del ya muchas veces citado cambio de sistema, José Ángel Ziganda estuvo más hablador en el segundo tiempo que en el primero. Al principio, solo las pérdidas de balón y los malos repliegues defensivos le encendían. Tras el descanso se mostró más didáctico, pero también más intervencionista, siendo los debutantes Osky y Yayo sus preocupaciones. El Cuco animó en todo momento a los juveniles, que tras muchos veranos viendo al primer equipo desde la grada ahora eran ellos los observados por los oviedistas.

Una bandera de la Peña Azul Castrillón en la banda de El Pardo
Una bandera de la Peña Azul Castrillón en la banda de El Pardo Real Oviedo

Desde la banda de El Pardo todo fueron aplausos y comentarios positivos. La gente tenía ganas de fútbol y eso es algo que se nota hasta en el más intrascendente de los amistosos. Tras el pitido final, y como ya ocurrió en la previa del encuentro, abrazos y más abrazos con los exoviedistas Nereo Champagne y Néstor Susaeta. El argentino y el eibarrés, al igual que los jugadores azules, no tuvieron ningún inconveniente en posar con los aficionados. Una tarde de fútbol en Navia.