Los últimos partidos del Real Oviedo abren, por primera vez en la temporada, el debate en el arco azul. Brazão busca quitarle el sitio a Femenías
12 feb 2021 . Actualizado a las 14:35 h.La vuelta del Cuco Ziganda tras superar el COVID-19, las ausencias de Grippo por unas molestias el martes y el miércoles y, por primera vez en muchos meses y quizá en toda la temporada, el duelo real por la titularidad entre Joan Femenías y Gabriel Brazão. Esos han sido los grandes temas de la semana en El Requexón. La portería del Real Oviedo está en juego.
Dos goles encajados por Femenías en Cartagonova tienen la culpa. El primero, de Rubén Castro, en un saque de esquina desde la banda izquierda. Es el décimo que encaja el Oviedo a balón parado, un 35% del total. El segundo, tras un mal blocaje del portero balear a un centro tímido de De la Bella. Este tanto, el que significó el 2-0 con el que acabó el partido, ha sido el que más ha señalado al exarquero del Fuenlabrada en toda la temporada.
Todo esto, unido a la mala dinámica del equipo azul, con tres derrotas y tres empates en los últimos seis partidos, hacen que el debate sobre qué debe hacer Ziganda con sus futbolistas también alcance la portería. Un debate que, hasta este momento, no había existido. Por mucho que el técnico navarro decidiese darle dos partidos ligueros a Brazão a finales de octubre, ante Leganés y Logroñés (ambos finalizaron con derrota azul). Entonces, la decisión del Cuco fue más polémica, ya que en aquel tramo del curso Femenías estaba siendo el mejor jugador del Oviedo.
La buena relación existente entre los dos porteros azules no se ha visto resentida en lo que va de semana. Cada mañana en El Requexón, el balear y el brasileño trabajan a las órdenes de Sergio Segura, preparador de porteros en el Oviedo, siendo habitual el intercambio de bromas y palabras de ánimo. De hecho, Femenías es el compañero con el que Brazão tiene más relación fuera del césped.
Brazão, que no juega desde la primera ronda copera en Coria, estuvo en la rampa de salida durante todo el mercado de invierno, aunque ni el Inter ni sus agentes encontraron un destino apetecible. El club oviedista quería que se quedase y ahora, una semana y media después del cierre del periodo de traspasos, ese deseo podría verse correspondido por el cuerpo técnico.