Las decisiones de Ais Reig, sospechoso habitual cuando se cruza con el Real Oviedo, alimentan la polémica
22 nov 2020 . Actualizado a las 12:10 h.Saúl Ais Reig, colegiado alicantino de 35 años y que cumple su sexto año en Segunda División, se ha convertido en el centro de las iras de buena parte del oviedismo. El árbitro fue el encargado de dirigir el VAR ante el Fuenlabrada y sus decisiones, o mejor dicho su única decisión, volvió a levantar una buena polvareda. No es la primera vez. Seguramente, no vaya a ser la última.
En los primeros compases del segundo tiempo, con el Real Oviedo más asentado en el terreno de juego tras una dura primera parte y disfrutando de sus primeras ocasiones de gol, Aboubakary Kanté caía en el área en una acción con Carlos Hernandez. Jon Ander González señalaba penalti. El VAR, silencioso mientras por la televisión se comprobaba que el defensa azul tocaba balón. En directo, se puede entender el error. Con la tecnología como aliado, no. La excusa del Comité de Árbitros que habla de «errores groseros» empieza a no calar en el mundo del fútbol, con las aficiones y equipos cansados de criterios dispares y cambiantes cada semana. Enfrente, un colectivo que en vez de abrirse, se protege a sí mismo a través de la opacidad y el oscurantismo. Este año, además, se ha inclinado por sanciones que llegan a chocar con la más simple y elemental libertad de expresión. Que se lo pregunten a Álvaro Cervera.
En Miranda, otro rasero
Se da la circunstancia que no es la primera vez que Ais Reig se cruza en el camino azul desde la sala VOR. Esta misma temporada, en la segunda jornada liguera, el alicantino fue el encargado de llevar las riendas del VAR en el encuentro ante el Mirandés en Anduva. Aquel día también hubo lío.
En los primeros compases del partido, Viti caía dentro del área en una acción que le costó tener que abandonar el partido. Iñaki Vicandi Garrido no señaló nada. Ais Reig ni se inmutó pese al pisotón sobre el extremo oviedista. Incomprensible.
Minutos más tarde, un penalti a favor del Real Oviedo sí requirió la intervención de Ais Reig para avisar a su compañero de que revisara la acción en el monitor. La pena máxima fue bien anulada en esa ocasión. Todo lo contrario que ayer ante el Fuenlabrada.
Sobre el terreno de juego, las cosas no van mejor
Si Ais Reig no convence en el VAR, sobre el terreno de juego no mejora el asunto. Los dos últimos arbitrajes del alicantino a los azules, ambos el curso pasado, terminaron en sendas polémicas. El primero, ante el Girona en Montilivi (1-1). Una mano de Johan Mojica en la primera parte fue obviada por completo. El árbitro, que inicialmente había pitado pena máxima, rectificó a instancias de su asistente pese a la claridad de la acción.
Meses después, tras el parón por coronavirus, Real Oviedo y Ais Reig se cruzarían de nuevo en Los Pajaritos (1-0). Aquel día, el trencilla expulsó a Yoel Bárcenas, anuló un gol a Rodri Ríos por un fuera de juego que no pudo comprobarse y dejó pasar por alto unas manos de Erik Morán en el interior del área. Tras el pitido final, los de José Ángel Ziganda regresaban a puestos de descenso a Segunda B.