Los azules comienzan el viernes una preparación compleja y condicionada debido a las medidas de prevención
12 ago 2020 . Actualizado a las 11:35 h.La segunda ola de la pandemia acecha a casi todos los rincones de España y, en medio, el fútbol profesional vuelve al ruedo. Mientras que la Champions y la Europa League celebran sus fases finales en las burbujas de Lisboa y varias ciudades de Alemania, respectivamente, los equipos de Primera y Segunda División se reincorporan al trabajo en las ciudades deportivas.
Será una pretemporada totalmente condicionada. También para el Real Oviedo. Tal y como afirmó Tino Saqués, presidente del Lugo, el protocolo enviado por LaLiga estipula que todos los encuentros amistosos que disputen los equipos de Primera y Segunda deber ser contra otros equipos del fútbol profesional. Según las palabras del propio dirigente lucense, por cierto, el amistoso entre Lugo y Oviedo es una opción factible.
Es decir, los habituales partidos que el Real Oviedo jugó en los últimos veranos ante equipos de Segunda B o Tercera como Unionistas, Salamanca UDS, San Sebastián de Los Reyes, Cultural Leonesa o incluso el propio Vetusta, filial azul, no se podrán repetir en las semanas venideras.
Los jugadores de José Ángel Ziganda realizarán los test en las próximas horas para evitar que ningún futbolista con coronavirus comience a entrenar junto al resto de sus compañeros y, ya este viernes, se pondrán las botas para saltar a los campos de El Requexón. Una vez ahí, protocolo similar al que se vivió en la recta final de la pasada temporada, siempre a puerta cerrada y, de momento, sin la presencia de los medios de comunicación. Una pretemporada diferente.