Femenías, un martillo pilón para la portería del Real Oviedo

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Joan Femenías realiza una parada en un encuentro con el Fuenlabrada
Joan Femenías realiza una parada en un encuentro con el Fuenlabrada LFP

Dos exentrenadores del nuevo guardameta carbayón analizan para La Voz de Asturias al futbolista balear

13 ago 2020 . Actualizado a las 06:47 h.

Desde su asentamiento en la élite del fútbol español, hace ya 20 años, el Villarreal entendió que su fútbol base debía ir de la mano de los éxitos del primer equipo. E invirtió en él. Ahora, en 2020, la cantera del submarino amarillo es una de las más poderosas de Europa, su ciudad deportiva, con residencia para los profesionales y los jóvenes canteranos, es una referencia en España, su departamento de captación tiene ojos en todos los rincones de la península y se cuentan por decenas los talentos surgidos de los cimientos de Miralcamp

«Llegar a este club, con el filtrado que hacen, no es fácil. Hay que tener algo». Así de contundente se muestra Marc Ramírez, entrenador de porteros del filial del Villarreal y responsable de la formación de los guardametas de la cantera amarilla. Marc, que entró en el club castellonense al mismo tiempo que Joan Femenías (Manacor, 1996), cuenta a LA VOZ DE ASTURIAS quién es el primer fichaje del Real Oviedo 20/21.

En el verano de 2013, a los 17 años y tras disputar su primer año como juvenil en el CE Constancia, Joan Femenías aterrizaba en el Villarreal. Jugó dos años en el juvenil amarillo, otras dos temporadas en el Villarreal C y en la 16/17, por fin, el filial. «Le tocó picar piedra al principio, porque en ese momento Ánder Cantero (ahora en el Lugo) estaba mejor y tenía más experiencia».

2018 fue el año de su despegue. Comenzó el curso como portero titular y el nivel mostrado le permitió llamar la atención, esta vez de verdad, del fútbol profesional. «Hizo un año espectacular. En el primer equipo lo tenía muy difícil y se buscó las habichuelas», recuerda Marc Ramírez. Y ahí apareció Manolo Rubio, entrenador de porteros del Fuenlabrada. «Jesús Unanua, entrenador de porteros del primer equipo del Villarreal, me dijo que allí ya tenían tres guardametas. Yo estaba buscando uno de ciertas características y Jesús aseguró que no me iba a equivocar con Joan», cuenta Rubio a LA VOZ DE ASTURIAS.

«Es un trabajador nato, le encanta entrenar. Su año ha sido de constancia pura y dura, no ha decaído y al final fíjate, por una cosa o por otra acabó jugando y lo hizo a gran nivel. Sabía que iba a darlo, también te digo», cuenta Manolo Rubio sobre la participación de Femenías tras la marcha de Biel Ribas y la lesión muscular de Pol Freixanet. El de Manacor, en un Fuenlabrada que se jugaba el playoff, disputó seis encuentros y encajó tres goles.

No existen los grises en el mundo de la portería. Por norma, o lo juegas todo o no juegas nada. Y no desistir es clave. «El día a día es uno de sus puntos fuertes de Joan. Pasó muchísimos meses entre la grada y el banquillo y cuando tuvo que jugar ahí estuvo. Eso demuestra el martillo pilón que es», apunta Marc Ramírez.

A la hora de hablar de las cualidades de Femenías, los dos técnicos coinciden en su análisis. «Bajo palos es uno de los mejores porteros que he visto. Un auténtico animal», señala Ramírez. Por su parte, Manolo Rubio lo describe como «un chico muy ágil, valiente y muy espectacular en ocasiones», mientras que señala lo que puede ser uno de sus rasgos a mejorar: «Tiene que dar un pasito adelante en el juego aéreo, ahí todavía tiene margen de mejora. Con los pies no se complica nada y golpea duro y largo».

«Queríamos renovarle desde hacía tiempo, pero el Real Oviedo estuvo más rápido. Me hubiese gustado que se quedara, pero esto es el fútbol profesional. Me alegro por él, aunque lo quería aquí», finaliza Rubio. «Es un chico que viene de abajo, todos los pasos que ha dado en su carrera se los ha ganado solo. Eso es de admirar», recuerda Marc Ramírez.

Encontrar portero no es fácil y el Real Oviedo, a sabiendas de que Andriy Lunin volvería al Real Madrid, arriesgó renunciando a seguir con Nereo Champagne y Alfonso Herrero. Pero nadie se tira a la piscina sin agua. Francesc Arnau ya tiene al primero de los dos guardametas que defenderán la portería azul, un martillo pilón que quiere seguir haciéndose un nombre en el fútbol profesional. Este es Joan Femenías.