El director deportivo del Real Oviedo marca el camino a seguir desde su puesto en la dirección deportiva
19 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Desde el primer momento que llegó, Francesc Arnau no rehuyó la responsabilidad que conlleva su puesto. El gerundense aterrizó con ganas, ímpetu y con las ideas claras de lo que quería a corto y largo plazo para el equipo. En menos de un mes trazó las líneas básicas del mercado de invierno, donde realizó bastantes operaciones para dar un nuevo aire al conjunto carbayón. Así, alguna salida como Diegui Johannesson o Joselu Moreno fueron acompañadas por las llegadas de Luismi Sánchez, Andriy Lunin, Rodri Ríos, Sebas Coris y Simone Grippo.
Era solo el primer paso. El paso de los días y su forma de trabajar iban ganando respeto y responsabilidad en el seno del club oviedista. Así, terminado el mercado invernal, Arnau tuvo que afrontar una primera gran crisis tras la derrota ante el Alcorcón (1-2) y la destitución de Javi Rozada al frente del Real Oviedo. El director deportivo no se escondió y fue el primer defensor de la medida tomada y de la contratación de José Ángel Ziganda como nuevo míster. Cuando el tiempo parecía que le estaba dando la razón, llegó el parón liguero a causa de la pandemia por coronavirus.
Una de las principales preocupaciones del catalán desde su llegada fue la de crear un staff que le rodee y le ayude en su día a día: «Vamos a intentar formar un grupo de trabajo entre alguno que pueda venir de fuera y la gente que está aquí», comentó el día de su presentación en el Carlos Tartiere. Rápidamente, recluto a David Comamala en la última semana de diciembre. Amplió el equipo con Roberto Suárez y lo completó, por ahora, con Álex Díaz. Una estructura mucho más amplia que lo que se venía observando en los últimos años.
Arnau aglutina todas las decisiones relevantes que se toman en torno al primer equipo. Pese a la incertidumbre que rodea a la competición actualmente, el director deportivo siempre exhibe tranquilidad y sosiego en sus declaraciones públicas. Los resultados llegarán fruto del trabajo y, por eso, no ha parado de trabajar durante el estado de alarma. Todo pensado para poder organizar la próxima temporada con las mayores garantías posibles.
En el fondo, un perfil totalmente diferente al de Joaquín Del Olmo. El mexicano también contaba con la palabra final en materia deportiva (y en otras áreas del club), pero su perfil mediático era mucho más bajo y alejado de los focos, con amplios periodos de tiempo sin realizar comparecencia alguna. Arnau, en cambio, es consciente que ofrecer información es fundamental para que la gente entienda su trabajo y el de la secretaría técnica.
