Gran triunfo del Real Oviedo en un derbi pasional que superó todas las expectativas
05 feb 2018 . Actualizado a las 09:33 h.Tras más de una década sufriendo por categorías ásperas y duras, el Real Oviedo se dio un gustazo en la tarde de ayer al vencer al Sporting de Gijón en el derbi asturiano. Lo hizo de manera clara, aunque no contundente. Fue superior durante todo el encuentro, de principio a fin, y el marcador mostró por una vez lo visto sobre el terreno de juego.
Pero mientras escribo estas líneas me asalta una pequeña duda: ¿Está permitido celebrar esta victoria? ¿Se molestará alguien si la parroquia azul se toma 2 o 3 cervezas de más hoy? ¿Y si mañana van al trabajo, la escuela o la facultad con ganas de disfrutar del triunfo?
Fueron varias las voces que en la ida casi prohibieron festejar aquel ya lejano 1-1. ¡No era digno! ¿Será este resultado merecedor de poder mostrar orgullo por él? ¿Qué dirán los voceros del establishment futbolístico asturiano a partir de mañana? Callados no se van a quedar, eso seguro.
«Parece que hubieran conseguido un ascenso». «La afición del Sporting no estaría tan eufórica». «Se nota que llevaban 15 años por debajo». Elijan la que quieran. Van a ser esas y muchas más.
Pero lo cierto es que el oviedismo tiene mucho que celebrar. En primer lugar, la victoria ante el eterno rival. En segundo lugar, la remontada a base de coraje y pundonor. La tercera, los tres puntos que permiten alcanzar al Cádiz en la clasificación (¡qué pena ese gol de Fabbrini que hubiera dado el segundo puesto y dormir en ascenso!). Y la cuarta que los de Anquela siguen compitiendo y ya van 10 jornadas sin conocer la derrota.
Muchos motivos para estar contentos hoy y mañana… Pero, a partir del miércoles, a hacerle caso otra vez a Anquela. El partido del Cádiz es el sábado y, aunque El Carranza traiga grandes recuerdos, es posible que esta vez el Real Oviedo no sea tan superior a su rival como hoy.