El concejo asturiano que se libró del apagón: «Vivimos aislados, pero con suerte tuvimos luz»

Ana Méndez REDACCIÓN

ASTURIAS

Interior de la central hidroeléctrica de Camporriondi
Interior de la central hidroeléctrica de Camporriondi TPA

«No estamos preparados para esto», afirmó el alcalde, mientras gran parte del concejo sigue sin internet

30 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras el lunes gran parte de España quedaba sin suministro eléctrico durante horas, siete pueblos del concejo asturiano de Amieva, junto con localidades del vecino valle leonés de Sajambre, lograron mantenerse con luz gracias a una maniobra poco habitual pero efectiva: el funcionamiento en modo isla de la central hidroeléctrica de Camporriondi. Con una sola de sus dos turbinas activadas, esta infraestructura evitó que sus vecinos quedaran completamente a oscuras.

«Con la central de Camporriondi logramos mantener todo lo que estuvo sin luz, con tensión», explicó Sergio Herrero, jefe de zona norte de la empresa Altano Hidro, responsable de la instalación, en TPA. La operación de aislamiento de la red, conocida como modo isla, es una maniobra que se realiza «dos o tres veces al año por labores de mantenimiento u otros motivos», pero esta vez se activó por una emergencia nacional.

El apagón, que afectó a todo el país, duró en estas localidades lo que tardaron en darse cuenta que pasaba algo grave: «Fue lo que tardamos en hablar con los centros de control, que nos dijeron que era un problema a nivel nacional, y los otros cinco minutos que tarda la máquina en hacer su arranque y su acoplamiento. Entonces, al final, estamos calculando sobre unos 12 minutos», indicó Herrero a la cadena pública asturiana.

No obstante, no todos los pueblos del concejo de Amieva escaparon del apagón. El alcalde, Carlos Salazar, detalló que la central no suministra electricidad a todo el territorio. «Suministra a Carbes, San Román, Amieva pueblo, Cien, Vega de Cien y Argolibio. El resto de los pueblos, por ejemplo, donde está ubicado el Ayuntamiento, que es en Precendi, sufrió el apagón». Esto incluye también localidades como Villaverde, Pen, Cirieño, Santoveña, Sebarga, Santillán, Corigos, Vis, Sames y Ceneya. «Todos esos sufrieron el apagón», confirmó Salazar.

Algunos volvieron a su pueblo desde Oviedo, entre ellos Marcos Intriago que relató que se enteró de que su pueblo tenía electricidad cuando llamó a su cuñado quien le confirmó que allí, en Vega, sí había luz. «Estamos salvados», contaba alegre en la TPA. Por su parte, Elena Vega, vecina de Vega de Cien, comentó: «Vivimos aislados de todo, pero por suerte tuvimos luz y no tuvimos problema».

Central hidroeléctrica de Camporriondi
Central hidroeléctrica de Camporriondi TPA

Además de la falta de suministro eléctrico, otro problema afectó a todo el concejo: la caída de las comunicaciones. «Lo que se nos cayó también fue el internet, teléfonos, que a día de hoy, Movistar no funciona en ninguna parte del concejo», denunció el alcalde, quien agregó que la Caja Rural, el consultorio médico y otros servicios tampoco pudieron funcionar. «Ni ayer ni hoy se pudo trabajar apenas. Seguimos a la espera de a ver cuál es el problema». 

Salazar también subrayó que, aunque el apagón generó inquietud entre la población, la vida en un entorno rural facilitó sobrellevar la situación: «La gente estaba un poquitín asustada. Que sí tengo el congelador lleno de carne y se puede estropear, pero bueno... en los pueblos más o menos se está preparado para un apagón, no como en una ciudad».

«Comida hay, pan, por ejemplo, viene el panadero por las mañanas y ya tienes el pan. El apagón fue a las doce y media de la mañana o así, el panadero ya ha pasado, ya tienes el pan». Para el alcalde, la diferencia es clara: «Es totalmente diferente en un pueblo a en una ciudad».

El alcalde de Amieva también reflexionó sobre la fuerte dependencia actual de la electricidad: «No estamos preparados para esto, se vio ayer. Estamos todo el día con la corriente, que si coches eléctricos... y luego, por un apagón que duró mediodía, se paralizó la nación». Señaló que es una muestra clara de los riesgos de depender completamente de lo eléctrico: «Nos quieren meter todo eléctrico, pero tiene que haber otra alternativa».