
El consejo de administración de la empresa se reúne este miércoles para plantear una solicitud directa al concurso de acreedores, ya que el preconcurso anunciado en diciembre vence el próximo 11 de marzo
12 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los más de 1.500 trabajadores de Duro Felguera solo tendrán garantizada la nómina de este mes de febrero, según aseguran fuentes sindicales. Representantes de los trabajadores mantuvieron esta semana una reunión con los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil, que actualmente controlan la compañía después de que hace un año se hicieran con el 54,66% de la sociedad al entrar como socios industriales. Una reunión en la que se habrían abordado varias cuestiones, entre ellas, según manifiestan las mismas fuentes, que «la única carta pasa por la necesidad de que la SEPI capitalice la deuda». Es decir, que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales pase a formar parte del accionariado del grupo. El consejo de administración de Duro Felguera tiene previsto reunirse este mismo miércoles para barajar la posibilidad de solicitar el concurso de acreedores directamente, dado que el preconcurso —que fue anunciado el pasado 11 de diciembre— vence el próximo 11 de marzo.
Los trabajadores no son optimistas con el futuro que viene por delante en Duro Felguera, aun así confían en que la compañía garantice su continuidad y se mantengan todos los puestos de trabajo. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que la empresa, al igual que garantizaron el pago de la nómina de enero, tan solo asegurarán a los empleados el sueldo de febrero. «No se puede garantizar hasta junio, que es el tiempo al que se podría ampliar el preconcurso de acreedores. Nos la van garantizando mes a mes», indican las mismas fuentes: «Mucha gente está expectante a ver qué pasa, sobre todo lo que más tiempo llevan en la empresa. Pero no hay dinero». Desde el comité de empresa han manifestado su «máxima preocupación por la situación de la compañía dada la falta de respuesta y acción por parte de la SEPI».

En este punto, el consejo de administración tiene previsto reunirse este mismo miércoles para analizar la situación en la que se encuentra el grupo y valorar, entre otras cuestiones, la posibilidad de solicitar directamente el concurso de acreedores, ya que el plazo del preconcurso vence el próximo 11 de marzo. Una situación que ha provocado una caída del 3,9% en Bolsa hasta los 0,248 euros. La compañía ahora está a la espera de un posible rescate de la SEPI, que podría capitalizar la deuda. Es decir, el Gobierno, a través de la SEPI, tendría que convertir en acciones los 120 millones de euros que le «prestó» en mitad de la pandemia, lo que le daría la mayoría del capital. En esta línea, el Sindicato de Accionistas Minoritarios (SAM) de Duro Felguera ha instado a la SEPI a transformar en capital los préstamos de la asturiana. «La SEPI tiene responsabilidad en caso de no convertir los préstamos participativos en capital y no facilitar que Duro Felguera consiga financiación y avales con garantía del Estado, pues ha gestionado la empresa nombrando a tres consejeros, sin que los minoritarios hayamos podido tener un sólo representante», ha explicado el presidente del SAM, Eduardo Breña.
La situación de la compañía
Duro Felguera decidió iniciar negociaciones con sus acreedores con el fin de aprobar un plan de reestructuración que permita su «viabilidad futura y la conservación del mayor número de puestos de trabajo posible», según explicó entonces la compañía, que cuenta con cerca de 1.500 trabajadores. Tras adoptar esa decisión, la dirección de la empresa se dirigió a la plantilla mediante una comunicación en la que trasladó que su decisión busca «construir un nuevo futuro para Duro Felguera», después de que «algunos proyectos deficitarios», como el de Djelfa en Argelia, hayan «arrastrado a la compañía a una situación difícil». Según expuso la compañía, el objetivo debía pasar por elaborar un plan de reestructuración y conseguir los apoyos necesarios para su aprobación con el objetivo de contar con «una estructura de compañía viable, que proteja los intereses de Duro Felguera y de sus empleados» con el apoyo de sus acreedores.
La captación de socios industriales fue una de las condiciones impuestas a Duro Felguera para recibir la ayuda pública de 120 millones de euros que obtuvo a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE) de la SEPI, y que está pendiente de devolución. La situación de Duro Felguera se vio agravada después de que la compañía energética argelina Sonelgaz Production d'Electricité (SPE) solicitara el pasado mes de noviembre un arbitraje por un contrato en el que reclama a la multinacional española una indemnización de 413 millones de euros por la suspensión de los trabajos del proyecto de la central térmica de ciclo combinado de Djelfa, en Argelia. Tras ello, Duro Felguera anunció la dotación de una provisión de unos cien millones de euros, lo que le obligó a reexpresar las cuentas anuales de los ejercicios 2022 y 2023, y a reformular los estados financieros del primer semestre de 2024. Una vez contabilizado el impacto, Duro Felguera registró entre enero y junio unas pérdidas de 52,4 millones de euros, frente a los 26,3 millones que había comunicado inicialmente el pasado mes de octubre.
Por otro lado, cabe recordar que tras este conflicto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió el pasado 25 de noviembre suspender la cotización en Bolsa de Duro Felguera. Semanas más tarde, el 13 de diciembre, la CNMV levantó la cancelación cautelar que pesaba sobre la cotización de Duro Felguera, dos días después de que la asturiana solicitara el preconcurso de acreedores para lograr «viabilidad futura». La caída que acumula en el Mercado Continuo, índice en el que cotiza, desde el pasado 12 de diciembre, día antes de su vuelta al parqué, hasta la fecha, es casi del 50%.