Así fue la experiencia del «friki» asturiano de los chuletones en el World Steak Challenge: «Orgulloso de representar a un rinconcito de España»

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Didier Robles, el primero por la derecha, junto a los demás integrantes del jurado de su mesa
Didier Robles, el primero por la derecha, junto a los demás integrantes del jurado de su mesa

«Fue impresionante», explica Didier Robles tras haber participado hace unos días en la selección del mejor chuletón del mundo como único evaluador de nuestro país

21 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Para alguien que desde niño es un apasionado de los chuletones, que tiene un negocio especializado en carnes maduradas y dedica su vida a afinar chuletones para que cojan el punto óptimo de maduración, haber participado como «catador, evaluador y juez» en el prestigioso certamen World Steak Challenge es una de las mayores y mejores experiencias que puedes tener. Así lo ha vivido Didier Robles, el propietario de La Esquina, de Gijón, quien tras haber sido participante con varias piezas de carne madurada en la edición de 2023, en la de este año ha sido uno de los integrantes del jurado seleccionador, por cierto, el único español y, por tanto, el único asturiano.

«Fue una experiencia impresionante y me sentí orgulloso de representar a un rinconcito de España», traslada el «friki» asturiano de los chuletones tras haber estado en Ámsterdam los días 10 y 11 de septiembre, donde reconoce que disfrutó muchísimo catando y evaluando una parte de las 450 piezas que competían en la edición de este año del certamen.

El afinador de chuletones destaca la profesionalidad y la increíble organización que tiene el World Steak Challenge desde el primer hasta el último momento. «El 10 de septiembre tuvimos una cena de gala todos los profesionales que íbamos a participar de una forma u otra, los jueces y empresarios del mundo cárnico», señala Didier Robles, que precisa que los jueces evaluadores eran 52, entre los que había profesionales del sector, periodistas, representantes institucionales y también del sector primario. Repartidos en diferentes mesas, conformadas por cuatro integrantes y un juez de mesa, fueron los encargados de evaluar las diferentes categorías que conforman el certamen.

Didier Robles, el propietario de La Esquina
Didier Robles, el propietario de La Esquina

«Empezamos la jornada de evaluación a las nueve y media de la mañana y se hizo un paro a la una de la tarde para comer algo. Yo sólo me limpié la boca con tomate», comenta Didier Robles, que añade que «luego seguimos probando carnes hasta casi las siete de la tarde». «En nuestra mesa hablemos valorado unas 40 piezas aproximadamente», precisa el experto en carnes maduradas que, si bien reconoce que «disfrute muchísimo», apunta que es una tarea «ardua y trabajosa» por los diferentes aspectos que deben evaluar. «Cada pieza se valora en crudo y en asado. Viene a la vez de esas dos maneras, con una banderola con unos números. No tenemos más información», cuenta el experto respecto al exhaustivo y secreto proceso de selección. De cada pieza, añade, deben hacer «una evaluación visual, de olor, de textura, de infiltración, de sabor y, las piezas que tienen grasa, también del corte de grasa. Y así se evalúa en crudo y asada», precisa.

«Todo muy profesional y organizado»

Respecto a lo riguroso del proceso de selección, Didier Robles dice que tras la jornada de evaluación, que califica de «maratoniana e intensa», los jueces integrantes del jurado «no tenemos ni idea de cómo ha quedado la selección». «Es todo muy profesional y organizado», indica el mismo, que apostilla que «se nota que llevan 15 años». Tal es así que lo califica como un certamen «único» que «por algo es para las mejores carnes del mundo».

Una de las piezas de carne participantes
Una de las piezas de carne participantes

«Fue una jornada maratoniana e intensa, pero ilusionante y, para mí, impresionante. Disfruté muchísimo con gente de muchos países diferentes, de un total de 25, al igual que los chuletones que concursaban, eran también de 25 países», manifiesta el experto en carnes maduradas, que pone de relieve que aunque fue «el único español y el único asturiano, me sentí muy arropado». Además, añade que «como profesional, me sentí importante por estar allí», aunque a la vez «te das cuenta de que eres chiquitito alrededor del resto».

Lo que sí lleva por bandera Didier Robles es que «te sientes orgulloso de representar a un rinconcito de España», más allá de que también considera que «a nivel de mi currículum es lo máximo que hay» después de haber participado y haber sido finalista en el certamen del año pasado con sus propias piezas de carne madurada, lo que entiende que le abrió las puertas a ser juez evaluador porque, explica, «llevaba 5 años solicitando poder acudir, les mandaba mi currículum y ni me contestaban». A esto Didier Robles añade que tras haber participado como jurado en el World Steak Challenge, y donde espera que sigan contando con él, «se abre un abanico de posibilidades de futuro para poder optar a seguir siendo juez evaluador en Australia y Estados Unidos, que es la previsión de los próximos años, así que, muy feliz en ese sentido», concluye.