El servicio de Urología lleva desde 2012 aplicando una técnica quirúrgica con la que ahora dan un paso más para que los pacientes puedan irse en el mismo día para casa: «La evolución es muy buena»
17 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Hospital de Cabueñes da un paso más en las intervenciones de próstata, en las que se emplea desde hace 12 años una técnica quirúrgica con láser mínimamente invasiva y con resultados duraderos para el paciente que, además ahora, ya se puede ir en el mismo día para casa, sin tener que ser hospitalizado para ser intervenido. Con ello, el hospital de Gijón se convierte en pionero en España de la cirugía mayor ambulatoria en la hipertrofia prostática benigna, una afección que afecta a más de la mitad de los hombres a partir de los 60 años y hasta el 90% de los mayores de 80.
La técnica quirúrgica se denomina enucleación de próstata con láser de holmio, abreviada como HoLEP por sus siglas en inglés (Holmium Laser Enucleation of the Prostate), y es utilizada para tratar la hipertrofia prostática benigna, una afección en la que la próstata se agranda y causa problemas urinarios en los hombres. «Es el crecimiento de la glándula prostática, pero de características benignas. En resumen, supone que los pacientes orinan mal porque tienen una próstata grande, pero no es por un tumor», aclara la jefa del Servicio de Urología del Hospital de Cabueñes, Begoña Díaz.
Cabueñes tiene implantada esta técnica desde 2012. En el resto de centros hospitalarios de Asturias no se emplea láser sino otras técnicas como la resección transuretal de la próstata (RTUP), que se aplicaba hace años en Cabueñes, o la enucleación prostática con bisturí que, al ser una cirugía abierta, tiene un periodo de recuperación más largo que las anteriores, menos invasivas.
«Desde 2012 nosotros lo estamos haciendo con láser y lo novedoso, que no se está haciendo en ningún otro sitio en España, es hacer cirugía mayor ambulatoria para los pacientes no tengan que ingresar. Se les opera y se van en el mismo día. No tienen que dormir en el hospital y la evolución es muy buena. Igual que la de los pacientes que llevamos operando 12 años. El resultado es el mismo», explica la cirujana. Antes los pacientes estaban un día hospitalizados.
Aligerar la lista de espera
El paciente se beneficia de que la intervención «no le supone tener que estar ingresado en el hospital y sigue recibiendo una atención porque se va para casa y, al día siguiente, se les llama desde el hospital para preguntarles cómo están y si tienen algún problema». En caso de que así fuera, serían atendidos por urgencias. Sin embargo, «entre los pacientes que ya hemos operado hasta ahora apenas hay visitas a urgencias», con la consecuente reducción económica que supone en el gasto hospitalario teniendo en cuenta además que, en Asturias, al tener el índice de envejecimiento más alto del país, la lista de espera quirúrgica para esta afección de la próstata que aparece con la edad es considerable.
«Tenemos una población muy mayor y prácticamente todos los varones con la edad van a tener este problema. Con la edad, la próstata va creciendo y lo que hace es obstruir la salida de la orina. A mayor edad, mayor tamaño prostático», aclara la cirujana. La obstrucción causa además infecciones e incluso alteraciones de la función renal por no poder eliminar bien la orina. La técnica que emplean en Cabueñes hace uso del láser de holmio para enuclear, o extirpar, el tejido prostático que está bloqueando el flujo de orina. Su eficacia es más duradera que la de otras técnicas, al eliminar completamente el tejido obstructivo, y la recuperación es más rápida al tratarse de un procedimiento menos invasivo que la cirugía abierta, con menor riesgo de sangrado durante y después de la intervención.
Sin recidiva
«Los pacientes se van para casa con una sonda, durante unos días. Como ya llevamos muchos años de experiencia con esta técnica, hemos visto que los pacientes realmente van bien y, en casos seleccionados, fuimos viendo que se podría ir en el día como se hace con otras cirugías», explica la jefa de Urología del hospital gijonés. Existe un protocolo en ese sentido para determinar qué pacientes pueden irse en el mismo día. Por ejemplo, que no tomen anticoagulantes o que tengan próstatas muy grandes, «pero hay un gran número de pacientes que sí pueden irse en el día».
Otra de las ventajas destacadas de la técnica con láser es su capacidad para reducir significativamente las tasas de recidiva prostática. Díaz explica que el problema en otros métodos de tratamiento es que la próstata sigue creciendo y «con esta técnica se quita prácticamente todo y es más difícil que los pacientes tengan que volver a operarse».
Con otros tipos de cirugía —resección transuretral de la próstata (RTUP) y enucleación prostática con bisturí—, el problema es que la próstata sigue creciendo, añade Díaz, que dice que, cuando explica a sus pacientes en qué consiste la intervención de una hipertrofia, compara la próstata con una naranja. «Les explico que, como una naranja, tiene la corteza y gajos por dentro. Entonces, lo que crece y produce la obstrucción serían los gajos y, con esta cirugía con láser, lo que hacemos es quirtarlos».
En el caso de la resección transuretal de la próstata, también se quitan, pero no es capaz de quitar tanta cantidad. «Ese tejido que queda sigue creciendo y, al cabo de años, puede que tengan que volver a operarse», indica la cirujana.