Casi 200 cirugías robóticas de próstata en Cabueñes: «La mayor ventaja para los pacientes es conservar mejor la función eréctil»

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

La primera intervención quirúrgica que se realizó con el robot Da Vinci en el hospital Cabueñes a un paciente oncológico de urología
La primera intervención quirúrgica que se realizó con el robot Da Vinci en el hospital Cabueñes a un paciente oncológico de urología

«Un porcentaje importante ya no tiene incontinencia desde el primer momento», señala también la jefa de Urología del hospital gijonés, Begoña Díaz, que explica que, en los casos de tumores de bajo riesgo, al mes ya suelen recuperar su vida normal

13 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El servicio de Urología del Hospital de Cabueñes alcanzará este mes las 200 intervenciones quirúrgicas de próstata con el robot Da Vinci tras 15 meses de implantación. La prostatectomía —extracción de la totalidad o parte de la glándula prostática— es la intervención que más se viene repitiendo con esta tecnología robótica, que también se incorporaba en marzo del año pasado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y que está ofreciendo resultados funcionales óptimos para los pacientes de cáncer de próstata dada la precisión con la que permite trabajar a los cirujanos.

En el servicio de Urología de Cabueñes empezaron siendo cuatro los cirujanos acreditados para emplear esta técnica y se han incorporado otros dos. Los seis profesionales hacen uso del robot, mañana y tarde, dos días a la semana, ya que los tres días restantes se reparten entre las especialidades de Cirugía General y Ginecología. Dos de las grandes ventajas de la cirugía robótica en general son hospitalizaciones y recuperaciones más cortas, de manera que los pacientes puedan retornar más rápido a su vida habitual. En urología la estancia más habitual tras la intervención viene siendo de tan solo un día.

«Normalmente ahora estamos operando a un paciente con una prostatectomía por la mañana y a otro por la tarde, y el que se opera por la mañana al día siguiente se suele poder ir», certifica la jefa del servicio de Urología de Cabueñes, Begoña Díaz, que explica que el beneficio de la técnica robótica es esa precisión con la que que los cirujanos abordan la intervención que permite a los pacientes tener una mayor conservación de la función eréctil. «Es la mayor ventaja que tiene la cirugía asistida por robot, que los pacientes mantienen la función eréctil mucho mejor que con la cirugía laparoscópica», señala.

Y lo mismo ocurre con la incontinencia urinaria. «Un porcentaje importante de pacientes ya no tiene incontinencia desde el primer momento y prácticamente el 90%, a los tres meses, está en continente», añade Díaz, en referencia a que pueden controlar sus funciones urinarias con normalidad. Al ser una técnica mínimamente invasiva, los pacientes efectvamente se recuperan más rápido y, ya en casa, a los siete días de la intervención se les retira la sonda.

Las recuperaciones son tan rápidas que, de hecho, la recomendación de los cirujanos es que eviten esfuerzos en el primer mes en el caso de los tumores pequeños, para a partir de ahí poder hacer vida normal. «Puede ser que tengan algún escape de orina, pero que con el robot parece que son menos y a partir del mes puede ser que ya estén bien y haciendo vida normal».

Tumores de alto riesgo

También ocurre en los casos de pacientes con tumores más avanzados, en los que lógicamente impera una intervención «más curativa, más radical» que la preservación de la función eréctil. «Podemos preservar más los nervios encargados de las erecciones cuando es un tumor de bajo riesgo porque en los de alto riesgo, aunque tengamos la posibilidad, no estaría indicado porque lo que prevalece es tratar bien el tumor y el robot, en esos casos, ayuda a que cuanto mejor se pueda eliminar todo el tumor, mejor va a ser el pronóstico», señala la cirujana.

Los casos en los que el servicio de Urología de Cabueñes procura indicar cirugía robótica son aquellos en los que sobre todo se pretende llevar a cabo una conservación neurovascular para preservar los nervios encargados de la erección, en los que se necesita una mayor precisión, y también en los de tumores más avanzados. «Al poder tener una mayor precisión, eso también nos permite llegar a sitios que nos costaría más alcanzar para retirar todo el tumor», explica Díaz.

El servicio obtenía precisamente este año el galardón de calidad asistencial del VI Premio Plan de Calidad que convoca el área sanitaria V, con cabecera en Gijón, por el trabajo Prostatectomía radical: primeros resultados, en el que comparan las primera cirugías robóticas realizadas en Cabueñes con las laparoscópicas. El volumen de intervenciones analizado en ese estudio, al haberse realizado con las del año pasado, es pequeño todavía y se siguen recopilando datos para seguir comparando ambas técnicas, pero las principales conclusiones son esa recuperación más rápida del paciente y la ayuda que aporta la precisión robótica para que los resultados funcionales sean mucho mejores.

La jefa de Urología de Cabueñes también recuerda que el cáncer de próstata, el segundo con mayor tasa incidencia entre los asturianos, es un tumor que prevalece con la edad y en el que la mayoría de los casos suele detectarse a partir de los 65 años. «El cáncer de próstata no da señales ni está influenciado por factores de riesgo prevenibles como en otros tipos», explica, recordando también que lo recomendable es que, a partir de los 50 años, se consulte al médico de cabecera para realizar prueba sanguínea del antígeno prostático específico (PSA) y un tacto rectal.