Nieves Roqueñí asegura que «son cuestiones que hay que poner encima de la mesa» durante el encuentro que tendrá la semana que viene
22 feb 2024 . Actualizado a las 14:39 h.La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Gobierno asturiano, Nieves Roqueñí, ha insistido en que desde el Ejecutivo regional se mantiene un diálogo «permanente» con el Ministerio de Industria para todo lo que tiene que ver con ArcelorMittal y sus previsiones para Asturias.
«Yo la semana que viene tengo una reunión al más alto nivel y, desde luego, son cuestiones que tenemos que poner encima de la mesa», ha comentado Roqueñí en unas declaraciones a los periodistas que le han preguntado por el asunto.
«Hay escenarios que van cambiando con los anuncios de la empresa y a esos escenarios tendremos que darle un acomodo legal y un acomodo de la Administración General del Estado en relación a esas ayudas y a ese proyecto que está todavía sin acabar», ha dicho la Consejera. ArcelorMittal aún no ha aclarado si va a utilizar la ayuda millonaria que tiene concedida para construir en Asturias una planta directa de mineral de hierro (DRI).
Por otro lado, Nieves Roqueñí ha trasladado su apoyo al desarrollo del proyecto para la puesta en marcha de una fábrica de paneles solares por la empresa asturiana Exiom e Iberdrola en las antiguas instalaciones de Vesivius, en Langreo. Se ha reunido con Omar González, presidente de la compañía, y con José Manuel Ferreira, vicepresidente primero de la Cámara de Comercio de Oviedo, para revisar el estado del proyecto y los trabajos que se están desarrollando para adecuar las instalaciones, así como el proceso de montaje de toda la maquinaria necesaria para iniciar la fabricación de panales solares.
La consejera ha destacado la importancia de este proyecto por el sector en el que se operará, la cadena de valor de las energías renovables, y su ubicación, en un municipio en transición como Langreo, que necesita del desarrollo de proyectos industriales generadores de empleo y de actividad económica. «Es un modelo para el proceso de transición ecológica», ha opinado Roqueñí.