
Transportes ha adjudicado el estudio de viabilidad mientras colectivos de Asturias, Castilla y León, Extremadura y Andalucía reclaman retomar la vía
18 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La vieja aspiración de recuperar la línea de la Ruta de Plata para unir de norte a sur, desde Asturias a Andalucía, en un trao ferroviario por el oeste peninsular, dio un pequeño paso adelante este semana con la adjudicación del trazado en el corredor Plasencia-León.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha adjudicado por 820.826 euros (IVA incluido) el contrato para la redacción del estudio de viabilidad del corredor ferroviario Plasencia-León (Ruta de la Plata) a la empresa Prointec, S.A.U.
El objeto del estudio, que tiene un plazo de ejecución de 24 meses, es evaluar la viabilidad técnica, económica y medioambiental de las soluciones que se apoyen en el modo ferroviario en el corredor Plasencia-León, ha informó la Delegación del Gobierno en Castilla y León. Para ello, se realizará un estudio de demanda, es decir, se llevará a cabo una caracterización de la movilidad tanto de pasajeros como de mercancías y se analizará, «con el grado de definición y precisión acorde a este tipo de estudios», las alternativas para satisfacer dicha demanda.
La histórica ruta se cerró en 1985, conectaba Gijón con Sevilla y, a su vez servía para enlazar entre medias capitales de provincia e importantes poblaciones como Oviedo, León, Astorga, Zamora, Salamanca, Cáceres, Mérida o Zafra en sus más de 900 kilómetros de trazado. El gobierno socialista de Felipe González adujo como razones para desmantelar la ruta su escasa rentabilidad económicas, sin embargo diversos colectivos sociales de los territorios afectados han indicado que esa clausura sirvió como un elemento más para la despoblación de regiones de por sí muy envejecidas.

De hecho las movilizaciones han sido constates y permanentes, de cara a este domingo están convocadas manifestaciones por parte de entidades de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Asturias reclamando que que «la España Vaciada recupere un tren que sirva como columna vertebral para el desarrollo socioeconómico de la región, lo que incluiría mejorar la eficiencia en el transporte para tratar de combatir el Cambio Climático».
En buena medida, el empuje necesario sería la inclusión del trazado en los grandes diseños europeos de transporte, pero en los más recientes no aparecen como prioridad. En los planes cerrados con la UE se ha pospuesto más allá del 2050: en el acuerdo provisional con el Parlamento Europeo para dar luz verde a la revisión del Reglamento de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) que se cerró al término de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea establece tres niveles de desarrollo: el básico, en el que infraestructuras que se recogen deben estar finalizadas en 2030; el ampliado, que estará en 2040, y el global, con el horizonte en 2050. Y ahí donde se quedó la Ruta de la Plata.