María Jesús Álvarez: «La ley del 'solo sí es sí' es avanzada y moderna pero lamentablemente generó efectos muy dolorosos»

Cristina Centeno
Cristina Centeno REDACCIÓN

ASTURIAS

María Jesús Álvarez, directora general de Igualdad del Principado de Asturias.
María Jesús Álvarez, directora general de Igualdad del Principado de Asturias. Aimar Pellés Aliaga

La directora general de Igualdad del Principado de Asturias defiende la estrategia abolicionista frente a la prostitución y se muestra «preocupada» por el ascenso de la violencia sexual entre las jóvenes en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

25 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

María Jesús Álvarez (Pravia, 1962) asumió el pasado mes de agosto la Dirección General de Igualdad del Principado de Asturias, un área transversal a la que el gobierno de Adrián Barbón ha querido impulsar en la presente legislatura haciendo que dependa directamente de Presidencia. La que fuera senadora y consejera de Medio Rural ha llegado a su nuevo cargo tras haber presidido la Comisión Especial de Seguimiento del Pacto contra la Violencia de Género en la Cámara Alta. Este sábado, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Una jornada en la que Álvarez apuesta por la concienciación de la sociedad para que sea «tolerante cero» con la violencia contra las mujeres por el mero hecho de serlo.

-Llegamos a un nuevo 25 de noviembre con más de 50 mujeres asesinadas en España en lo que va de año, ¿queda mucho por hacer en la lucha contra la violencia de género?

-Sin duda. El 2023 está siendo un año malo, hemos tenido un verano negro, con muchas mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. De hecho me incorporé a la Dirección a finales de agosto, el día 28, y ya he participado en tres Comités de Crisis a nivel estatal entre septiembre, octubre y noviembre, que tienen que ver con los meses anteriores y se convocan siempre que se supera el número de cinco víctimas mortales por violencia de género en un mes en el ámbito estatal. Eso quiere decir que hemos tenido un verano negro y que siguen haciendo falta políticas públicas activas contra la violencia contra las mujeres.

-Sin embargo, sigue habiendo quien niega este tipo de violencia. ¿Qué mensaje les transmitiría?

-El negacionismo viene de la mano de la ultraderecha, hay que decirlo alto y claro. Y lo peor es que el Partido Popular gobierna con la ultra derecha en el ámbito autonómico, en varias comunidades, y también en el ámbito municipal. No se puede ser cómplice ni se puede tener un pacto de gobierno con aquellos que niegan la violencia contra las mujeres, que está en el origen de que efectivamente en este año 52 mujeres hayan sido asesinadas, un total de 1.237 desde que hay registros. El mensaje es que la violencia contra las mujeres sigue estando presente y que una sociedad democrática como es la española, en pleno siglo XXI, no puede tolerarla. Que tenemos que construir entre todos una sociedad decente, en la que no haya ningún tipo de violencia contra las mujeres por el hecho de ser mujeres.

-Preocupa especialmente el aumento de los delitos sexuales entre las jóvenes. ¿Qué considera que ha fallado para llegar a esta situación?

-La violencia contra las mujeres jóvenes es una realidad que me preocupa y mucho, porque los últimos datos indican que las que tienen menos de 25 años denuncian que han sufrido violencia sexual en un 11%, mientras que esta cifra se reduce a la mitad, al 6%, en las mayores de 25 años. Esto indica dos cosas. Una, que la violencia en mujeres jóvenes sigue estando presente y, otra, que las mujeres jóvenes tienen una mayor sensibilidad para detectarla y denunciarla. Pero desde luego nos pone como sociedad frente al reto de una mayor sensibilización social y de una mayor presencia e insistencia en la educación afectivo-sexual y en la coeducación, que tiene que ser la base en las aulas desde las etapas más tempranas hasta la universidad. Queda mucho trabajo por hacer.

«Ojalá alcancemos alguna vez una sociedad libre de violencia contra las mujeres. Pero lo que sí deberíamos alcanzar es una sociedad intolerante a esa violencia»

-A su juicio, ¿atajarlo es cuestión de educación?

-Hace falta educación, sin ninguna duda. Hay que educar en el respeto, en la tolerancia, en la diversidad, en la superación de estereotipos… Hay que educar en igualdad. Pero también hay que sensibilizar al conjunto de la ciudadanía. No sé si alcanzaremos alguna vez, ojalá, una sociedad que esté libre de violencia contra las mujeres, pero lo que sí deberíamos alcanzar es una sociedad intolerante a esa violencia. Una sociedad tolerante cero con la violencia que sufrimos las mujeres por el hecho de ser mujeres. Y eso se consigue con una mayor sensibilización del conjunto de la sociedad.

-En el último año la polémica ley del «sólo sí es sí» ha provocado la rebaja de penas y excarcelaciones de agresores sexuales. ¿Cuál es su valoración al respecto?

-La ley del «solo sí es sí» es una ley avanzada y moderna, que vuelve a situar a España en la vanguardia de la igualdad y de la lucha contra todo tipo de violencia contra las mujeres, que lamentablemente generó efectos indeseados y muy dolorosos para las víctimas en particular pero para todos y todas nosotras en general. Por eso desde el PSOE se reformó la ley. Es una pena que este hecho, sin ninguna duda importante porque las consecuencias así lo han sido, haya oscurecido el avance que supone la ley, no solo porque coloca el consentimiento en el centro, sino porque también establece una serie de recursos a disposición de las mujeres que sufren violencia sexual. Recursos de todo tipo: de atención, de acompañamiento y de reparación. Y eso es un paso importante que aún no hemos percibido como sociedad, pero que estoy convencida de que percibiremos en el corto plazo.

La red de casas de acogida para víctimas que gestiona el Principado de Asturias atendió en 2022 un total de 341 casos de violencia de género. Por el pionero Centro de Crisis para Víctimas de Agresiones sexuales han pasado casi 800 personas en los últimos tres años, más de 500 víctimas de violencia sexual. «La violencia está presente y no podemos mirar hacia otro lado». 

-Asturias cuenta con una importante red de recursos para víctimas de violencia de género. ¿Cómo funciona y a cuántas mujeres atiende?

-Tenemos una red de casas de acogida, razonablemente bien trabada y que además tiene presencia territorial, que también es importante. Está liderada por el buque insignia, la Casa Malva, que en el año 2022, que es el último del que tenemos datos cerrados, atendió a 341 casos de violencia de género, que me parece un número muy alto. Y tenemos también el Centro de Crisis para víctimas de agresiones sexuales, el primero que se puso en marcha en España y quiero destacarlo, porque supuso de nuevo que Asturias haya liderado la lucha contra esta violencia. Lleva tres años en funcionamiento y ha atendido a casi 800 personas, de las 539 eran víctimas de violencia sexual.

Por tanto la violencia está presente, es una realidad frente a la que no vale cerrar los ojos ni mirar para otro lado, frente a la que lo que hay que hacer es poner en marcha recursos que den respuestas, que permitan decir a las mujeres que no están solas, que desde las administraciones públicas y desde la Dirección General de Igualdad estamos con ellas y ponemos en marcha recursos y programas de intervención que las sitúan en el centro, porque son las mujeres las que adoptan las decisiones en el momento en el que quieren, con los tiempos que necesitan y siempre acompañadas y asesoradas, pero respetando su iniciativa y sus tiempos. 

-¿Por dónde podría crecer esa red de recursos para víctimas en Asturias?

-Es importante mantenerla y mejorarla, sin ninguna duda. Desde el punto de vista de la directora general de Igualdad, sería razonable sostenerla sobre todo en el territorio. Aunque es verdad que Oviedo, Gijón y Avilés están en el área central, donde hay un número mayor de ciudadanos y ciudadanas y por tanto de mujeres, es importante disponer de recursos en todo el territorio. En este sentido, desde la Dirección General queremos consolidar tanto la red de casas de acogida como los centros asesores de la mujer, que acercan el recurso a todas las mujeres con una especial atención a las que residen en el medio rural, que también sufren violencia y también necesitan sentir cerca este apoyo.

«Creo que como sociedad debemos pensar si es razonable que una mujer venda su cuerpo a cambio de dinero»

-En los actos conmemorativos del 25 de noviembre del año pasado se lanzó el objetivo del Principado para que Asturias sea la primera región en erradicar la prostitución. ¿Se ha avanzado en esa línea? 

-Se ha aprobado una estrategia abolicionista por parte del Principado de Asturias, se ha constituido una mesa técnica de asesoramiento y procede que los diferentes ejes de la estrategia que está ya aprobada se vayan consolidando. Aquí hay un abanico importante de acciones, desde aquellas que nos van a permitir un análisis de la realidad de la prostitución y de la trata con fines de explotación sexual en Asturias, a aquellas que consoliden recursos de apoyo para la recuperación y la reinserción social, laboral y psicológica de las mujeres que son víctimas y quieren salir de esa situación. Pero también de sensibilización general de la sociedad asturiana y particularmente de los usuarios de los prostíbulos, de los puteros me atrevo a decir, creo que es el nombre que les corresponde. Porque a veces tengo la sensación de que no hay una percepción social crítica con su actitud. Al final, existe prostitución porque existen clientes y porque la demanda consolida la oferta. Como sociedad debemos pensar si es razonable que una mujer venda su cuerpo a cambio de dinero.

-¿Ve cercano en el tiempo que la abolición de la prostitución sea una realidad? 

-Es un objetivo complicado de alcanzar, pero no imposible. Sobre todo si efectivamente identificamos la realidad que hay detrás de la prostitución. Escuché en una ocasión a una experta en la materia decir que esa idea de la prostituta rica e influyente, que a veces hemos visto en determinadas películas, solo existe en el cine. La realidad de la prostitución es, en una parte muy importante, la de la trata de mujeres e incluso de niñas con fines de explotación sexual, y detrás de esa realidad hay un incumplimiento y una vulneración flagrante de sus derechos como personas.

-Acaba de tomar las riendas de la dirección general de Igualdad, una materia a la que el Gobierno autonómico quiere dar un impulso en esta legislatura. ¿Cómo valora la situación de Asturias? 

-Ya he dicho que Asturias ha sido siempre una comunidad autónoma precursora en materia de igualdad y también en la lucha contra la violencia contra las mujeres. En ese sentido me incorporo a una responsabilidad en la que el listón está muy alto y siempre supone un reto. Pero es que además el gobierno de Adrián Barbón se define a sí mismo como feminista, el presidente es una persona feminista y ha identificado la igualdad y la lucha contra la violencia de género como uno de los ejes prioritarios de su programa. Y además lo hace dando ejemplo, porque en este gobierno se ha incorporado por primera vez desde que Asturias tiene estatuto de autonomía una mujer al frente de la Vicepresidencia. Es la consejera de la que depende la Dirección General. Esto es un paso importante en lo simbólico y también cuando estamos hablando de la necesidad de que las mujeres ocupemos el 50% del espacio en el que se toman decisiones políticas, el 50% en el ámbito de la empresa, donde estamos francamente infrarrepresentadas, incluso me atrevería a decir en el ámbito académico. Si estamos diciendo que hay que avanzar para que las mujeres, que además contamos con la misma preparación y la misma capacidad que los hombres, ocupemos el espacio que nos corresponde, es importante que el presidente haya puesto en la Vicepresidencia a una mujer. 

«Hemos reducido esta brecha en los últimos años 10,5 puntos porcentuales. Eso no quiere decir que esté satisfecha ni muchísimo menos, porque no lo estoy. Reducir las brechas salariales es uno de los objetivos de esta legislatura»

-Sin embargo, la región tiene una de las brechas salariales más altas de España. ¿Cómo se explica y cómo se puede atajar?

-Es verdad que tenemos una brecha salarial importante, los expertos dicen que relacionada con el modelo productivo de Asturias, que es un modelo muy industrializado en el que hay sueldos altos en ámbitos profesionales que tradicionalmente han sido masculinizados. En todo caso hemos reducido esta brecha en los últimos años 10,5 puntos porcentuales. Eso no quiere decir que esté satisfecha ni muchísimo menos, porque no lo estoy. Reducir las brechas salariales es uno de los objetivos de esta legislatura. Tiene que ver con aspectos relacionados con la formación, el acceso de las mujeres a determinados puestos de trabajo tradicionalmente peor pagados, con que las mujeres no siempre optamos a jornada completa porque somos las que cargamos el peso del cuidado de los hijos o de los mayores…

Para eso hay que tejer una política transversal en la que, por ejemplo, las mujeres dispongan de recursos que les permitan una mejor conciliación: desde guarderías para los niños y niñas a residencias para mayores o servicios que permitan atenderlos en sus domicilios. Para todo eso hacen falta políticas públicas. En Asturias estamos dando pasos muy serios para aumentar la red de escuelas infantiles, para hacer que sean gratuitas y estén presentes en todo el territorio, y también llevamos años tejiendo una red muy importante de apoyo para las personas mayores o dependientes en el conjunto del territorio. Eso influye directamente en que las mujeres, vivan donde vivan, puedan acceder a puestos de trabajo y hacer compatible su carrera profesional con esa especie de dedicación a los cuidados que tenemos, en la que también debemos ceder el 50%. 

-¿Cuáles son sus principales retos al frente de la dirección general?

-Reducir las brechas, particularmente la salarial, contribuir a que las mujeres ocupen espacio en todas las áreas de desarrollo, en espacios económicos y académicos, seguir trabajando frente a la violencia que sufrimos las mujeres por el hecho de serlo y avanzar también con esa estrategia frente a la explotación sexual y la prostitución, que se puso en marcha la pasada legislatura y es un hito para esta legislatura que estamos comenzando.