La Berrea, un espectáculo natural que afianza el turismo de avistamiento de fauna en Aller año a año

Carmen Liedo

ASTURIAS

La Berrea
La Berrea Moisés García

En el municipio, pionero en el turismo de observación, se organizan excursiones para contemplar el celo del venado desde hace 25 años. En torno al 50% de los asistentes proceden de las provincias limítrofes e, incluso, de Madrid y País Vasco

25 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La naturaleza es, sin duda, el mayor escenario para ver espectáculos que, aunque puedan ser similares, suelen ser únicos. Uno de esos espectáculos naturales se da en estos días en los montes de Aller, por encima de los mil metros de altitud. Se trata de La Berrea del venado, la manifestación del celo de esta especie que tiene lugar entre mediados de septiembre y mediados de octubre en la que los machos braman a primera y última hora del día intentando atraer al máximo número de hembras.

 Pues bien, este tradicional ritual de los venados, que solo se puede contemplar una vez al año y durante poco más de tres semanas, ha ido afianzando año a año el turismo de avistamiento de fauna en Aller, municipio que fue pionero en el actividades de observación puesto que lleva 25 años organizando excursiones para que los amantes de la naturaleza conozcan in situ lo que es La Berrea.

Noel Rodríguez, co-fundador de la empresa de turismo activo Jarascada, biólogo y guía, corrobora el tirón que está teniendo de unos años a esta parte el turismo de avistamiento de fauna en Aller, un turismo que asegura gana más adeptos que cualquier otra actividad de turismo activo que se oferte. La singularidad de que La Berrea tenga lugar una vez año y durante un periodo muy corto, hace que la propuesta turística sea muy limitada y que las plazas para asistir a este espectáculo de la naturaleza también lo sean.

Noel explica que en cada uno de los dos turnos (hay uno por la mañana, a las 7:30, y otro por la tarde, a las 17:30) llevan a un máximo de siete personas, aunque con dos reservas ya se realiza la actividad. «Son grupos muy reducidos porque en la observación de fauna no se deben hacer ruidos: hay que estar callados y caminar sigilosamente. El éxito del avistamiento depende de la capacidad de estar tranquilos y en silencio», señala el mismo, que añade que son actividades en las que se pueden llegar a estar hasta cuatro horas «si hay una berrea muy buena y la gente está disfrutando. Nosotros no ponemos hora límite y estamos hasta que la gente canse y quiera marchar, salvo al atardecer, que solemos estar condicionados por la luz».

Una de las actividades organizadas por Aller Experiencias para avistar venados durante la berrea
Una de las actividades organizadas por Aller Experiencias para avistar venados durante la berrea Aller Experiencias

El responsable de Jascarada comenta que el avistamiento de fauna es una actividad que se puede hacer de forma particular, pero que solo la suele hacer la gente de la zona «porque hay que conocer los puntos buenos para el avistamiento», además de que para circular por las pistas de montaña con un vehículo «hay que tener autorización, aunque caminando lo puede hacer cualquiera». Por tanto, la mayor dificultad puede ser, a su entender, saber desde donde se puede oír y observar La Berrea.

No obstante, el mismo señala que si bien desde los puntos que tiene determinados «es casi seguro que vas a escuchar a los venados, verlo no lo aseguro, si bien llevo a la gente a sitios en los que hay una alta probabilidad de éxito» por el conocimiento que tiene de los montes de Aller.

«Llevo a la gente a 1.200 de altitud, a enclaves muy buenos en los que cuando te bajas del vehículo ya puedes escuchar a los venados berrar. Después verlos en su actividad diaria luchando, compitiendo, persiguiendo a las hembras… es siempre una sorpresa porque siempre es diferente», comenta Noel Rogriguez, que dice que «nunca hay dos berreas iguales» y que «ver en vivo y en estado salvaje el celo del ciervo no tiene nada que ver con verlo en Cabárceno».

¿Quién acude a La Berrea?

Respecto al perfil de persona que reserva para observar el tradicional rito de los venados, Noel traslada que suele ser gente de edad media a la que le gusta la naturaleza, aunque añade que también acuden grupos de amigos de gente joven e, incluso, familias porque los niños también pueden acudir a partir de los 10 años. La mayor dificultad para los más pequeños, apostilla, puede ser tener que estar parado y en silencio durante mucho tiempo. Por lo demás, señala que aunque hay que caminar un trayecto de unos 15 o 20 minutos desde donde se deja el coche hasta el punto de avistamiento, esto no suele ser inconveniente cuando los niños están acostumbrados a hacer rutas por la naturaleza.

A unos y otros da unas pautas básicas para la observación de la fauna, además de llevarles una cuerna para que la vean de cerca y contarles, como biólogo que es, las peculiaridades del venado «porque es un animal de mucho interés y, ya que van, que aprendan algo».Para concertar avistamiento de La Berrea con la empresa Jarascada, Noel Rodríguez indica que se puede hacer a través de los canales que tienen activos (web, correo, teléfono o whatsapp). Eso sí, señala que las personas que sólo puedan acudir los fines de semana realicen la reserva con cuanta más antelación mejor «porque son muy pocas plazas y muy pocos fines de semana».

Respecto a las reservas durante la semana, el mismo señala que «con un mínimo de dos personas salimos por semana». Aún así, «mucha gente se queda sin plaza», comenta Noel, que pone de relieve lo impresionada que se queda la gente que vive la experiencia por lo que es en sí la berrea y también porque «aunque Aller no tiene la categoría de Parque Natural, paisajísticamente no tiene nada que envidiar a la zona de Redes o a la de Las Ubiñas: tiene una biodiversidad muy grande y mucha riqueza paisajística y de fauna», argumenta. A esto añade que «la población actual de ciervo es muy buena», algo que cree que ha contribuido a que haya crecido el turismo de observación y el turismo cinegético en el concejo. El precio de esta ecoactividad es de 40 euros para los adultos.

Tal es así que percibe un importe crecimiento en la gente que llega a Aller de otras provincias atraída por este tipo de turismo, sobre todo, de las provincias limítrofes (Galicia, León y Cantabria) y también de Madrid y País Vasco. «Igual me aventuro, pero en torno a la mitad del turismo de observación y cinegético viene de fuera», y es que, apostilla, «el boca a boca en esto funciona muy bien».

La Berrea, el producto estrella de Aller fuera de la temporada de nieve

El tirón turístico que tiene La Berrea en Aller lo percibe, sin duda, el sector de los alojamientos y la restauración del municipio, puesto que entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, época de celo de los venados, la ocupación para pernoctaciones puede alcanzar hasta el 80% durante los fines de semana. Así lo traslada Armando Valdés, presidente de Aller Experiencias, quien asegura que La Berrea es «nuestro producto estrella fuera de la oferta de invierno».

Tres personas tratan de avistar venados en Aller durante la berrea
Tres personas tratan de avistar venados en Aller durante la berrea Aller Experiencias

Valdés manifiesta que Aller es un concejo de referencia en oferta de actividades de avistamiento de fauna porque el algo que llevan trabajando desde hace 25 años. «Aller fue un concejo pionero en este tipo de productos que desde el principio han tenido gran aceptación y durante este tiempo se ha puesto este turismo en valor», indica el presidente de Aller Experiencias, que entiende que hoy por hoy, el municipio es «el primer destino» en el turismo de observación de fauna de Asturias. Según explica, esto comenzó con tres hosteleros «porque Felechosa siempre trabajó mucho el turismo de caza y pesca. Con esos tres hosteleros se desarrolló el avistamiento de venados y lo que ahora conocemos como la Berrea».

Así, para los negocios de alojamiento y restauración, La Berrea se ha convertido en un gran revulsivo, ya que Armando Valdés apunta que «prácticamente nos asegura el periodo entre el verano y el invierno» con ocupaciones para pernoctar «de más del 80% durante los fines de semana hasta mediados de octubre».

Respecto al perfil de turista que tienen durante el mes que aproximadamente dura La Berrea, el representante de Aller Experiencias comenta que «trabajamos con dos perfiles de turistas: el turista local, que es de Asturias, viene a la actividad y se queda a comer y a pasar el día en el concejo; y otro cliente importante, que es el que pernocta sea o no de proximidad». Además, el mismo agrega que «cada vez está habiendo más cliente internacional que viene y pernocta todo el fin de semana porque participa en La Berrea y después lo combina con otras actividades que hace, incluso, en otros municipios».

En cuanto al plazo con el que se realizan las reservas, Armando Valdés precisa que La Berrea es una actividad en la que se depende mucho de las condiciones meteorológicas «porque requiere que haya una temperatura más baja de la que está habiendo». No obstante, dice que «hay pernoctaciones que ya reserva el cliente que viene a la actividad para el año siguiente». Y es que pone el acento en que el municipio «tiene otros atractivos complementarios y una amplia oferta gastronómica de establecimientos» que, junto a La Berrea, han afianzado a Aller como destino turístico en esta época del año.