Aparece muerto en su celda el hombre que violó y asesinó a la niña Erika Yunga en Oviedo

La Voz

ASTURIAS

Los compañeros de instituto de Erika, la niña de 14 años asesinada el pasado martes en su edificio de Oviedo, han formado este jueves una gran cadena humana en torno al centro educativo para recordarla y rendirle homenaje
Los compañeros de instituto de Erika, la niña de 14 años asesinada el pasado martes en su edificio de Oviedo, han formado este jueves una gran cadena humana en torno al centro educativo para recordarla y rendirle homenaje J. L. Cereijido | EFE

Igor Postolache, que estaba condenado a prisión permanente revisable, agredió sexualmente y mató a puñaladas a la menor en 2022

09 ago 2023 . Actualizado a las 12:21 h.

Igor Postolache, el asesino de la niña Erika Yunga en Oviedo en el año 2022, ha aparecido muerto en su celda de la cárcel de Villahierro, en la localidad de Mansilla de las Mulas (León), donde cumplía condena, antes de ser trasladado a otra prisión después de que se le decretara la prisión permanente revisable.

Según ha confirmado la Subdelegación del Gobierno a EFE, el recluso ha sido encontrado este miércoles a primera hora de la mañana ahorcado en su celda en el mismo día que estaba previsto su traslado a una prisión en A Coruña tras confirmarse su sentencia. 

Tras su detención ingresó en la prisión de Villahierro, donde se aplicó durante algunos meses el protocolo de prevención de suicidios, y permaneció en una celda vigilada las 24 horas del día con un preso de confianza, un protocolo que según fuentes de Instituciones Penitenciarias ya no se le aplicaba.

Funcionarios de prisiones han afirmado a EFE que durante su estancia en la prisión leonesa apenas hacía vida fuera de la celda y no socializaba con el resto de reclusos

El preso cumplía pena en la cárcel leonesa por causar la muerte a puñaladas y por agresión sexual a la niña de 14 años, en unos hechos que tuvieron lugar en el barrio ovetense de Vallobín en el mes de abril de 2022.

En abril de este año aceptó la petición de la Fiscalía y de la acusación de prisión permanente revisable por el asesinato de la menor, así como una pena de doce años y seis meses por la agresión sexual.

Un caso que conmocionó a Oviedo

El asesino llevaba apenas tres semanas residiendo en solitario en un piso de la primera planta del número 69 de la calle Vázquez de Mella, en el barrio ovetense de Vallobín, donde la víctima, Erika, vivía con su familia en otra vivienda de la cuarta planta. El crimen fue cometido en apenas diez minutos, ya que la familia de Erika, alarmada porque no subió a la vivienda tras llamar al telefonillo desde el portal para acceder al inmueble, pidió a uno sus hermanos que bajara a buscarla y cuando uno de ellos fue a ver qué pasaba se encontró en el rellano un reguero de sangre que conducía hacia el interior de un piso de la primera planta en el que residía el detenido.

La Policía accedió a la vivienda desde un patio interior y halló a la menor tendida en el suelo con varias heridas de arma blanca y también al presunto autor del crimen que se encontraba atrincherado en el baño y que acababa de autolesionarse.

La madre del presunto asesino difundió aquellos días un comunicado donde pedía perdón, en nombre de su familia, por el «inimaginable» dolor que estaban sufriendo los familiares de Erika. En el escrito, que hizo público el abogado de la familia, la madre de Postolache lamenta los hechos sucedidos y asegura que además entendería que la familia de Erika no aceptase su solicitud de perdón e incide en que, en un futuro y si ellos se lo permiten, desearía poder trasladárselo personalmente en la intimidad.