Lourdes Garrido, psicóloga: «El estrés es esa vocecita de nuestro interior que lo quiere todo ya o nos etiqueta como fracaso»

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Lourdes Garrido, psicóloga
Lourdes Garrido, psicóloga

La especialista señala que tener una buena actitud ante la vida es crucial para la salud siempre que no se escondan las emociones detrás del sentido del humor

08 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Cuando uno no trata a su cuerpo y a su mente como se merecen es cuando nuestro organismo puede empezar a funcionar peor». Lo apunta Lourdes Garrido Mayo, psicóloga con consulta en Gijón, para quien la psicología siempre ha sido algo «muy vocacional y una necesidad para entenderme y entender a los demás». Especialista en terapias para la ansiedad, el estrés o el miedo, su lema es «una persona, una terapia» porque considera que para fomentar una visión más integral de la psicología hay que «adaptarse con diferentes técnicas a lo que realmente necesita la persona», y más cuando «el estrés y la ansiedad son las plagas de la vida moderna» por la excesiva exigencia interna a la que se someten las personas personal y profesonalmente. Autora de tres libros (De la medicación a la relajación, en 2014; El puzle interior, en 2015 y Escúchalas, en 2021), comparte en ellos métodos de entrenamiento en relajación y técnicas de autoconocimiento para mostrar el mundo de las emociones, para entender sus verdaderas funciones y aprender a gestionarlas. 

-Empecemos por aclarar términos que a veces se entrelazan, ¿qué es el estrés, qué es la ansiedad y en qué se diferencian?

-El estrés y la ansiedad son parte de la misma reacción del cuerpo y tienen síntomas similares. Puede no ser tan fácil diferenciarlos, incluso la ansiedad como problema puede provenir de un estrés mantenido en el tiempo. El estrés es la reacción del cuerpo a una amenaza, y la ansiedad es la reacción del cuerpo al estrés. Pero podemos fijarnos en ciertas diferencias entre estas dos fases de la reacción. El estrés es esa respuesta psicofisiológica natural ante una situación en la que percibimos que la demanda del medio supera nuestros recursos, entonces con esta tensión adaptativa nos disponemos a solventar esta diferencia, aprendiendo o haciendo lo que necesitemos para satisfacer esas demandas externas. El problema existe cuando no logramos dar con las estrategias o decisiones adecuadas y se vuelve un estrés excesivo y mantenido en el tiempo, esto es lo que nos desgasta y lo que hay que parar. La ansiedad también es una emoción adaptativa con la que convivimos todos cada día y que surge de un peligro real o bien imaginado. Si el peligro es real, y nuestra respuesta es acorde a ese peligro, entonces es una ansiedad adaptativa, que una vez resuelto el problema disminuye. Cuando el peligro es imaginado es cuando la ansiedad se puede volver un problema. 

-Entonces, ¿qué es el miedo?

-El miedo, como emoción que es, también se trata de una respuesta psicofisiológica natural de nuestro cuerpo, que nos ayuda a adaptarnos al medio y sobrevivir o protegernos. Hasta aquí no sólo no es ningún problema sino algo necesario que debemos escuchar. El problema es que lo que solemos escuchar son los pensamientos irracionales, anticipatorios, catastróficos y que magnifican y distorsionan la realidad, entonces nosotros mismos nos generamos esta emoción pero de manera distorsionada, que nada tiene que ver con el verdadero miedo adaptativo. Por eso al final esta emoción suele tener muy mala prensa y la culpamos muchas veces de ser la causante de nuestro problema, cuando en realidad lo causamos nosotros al no saber gestionar los pensamientos ni tampoco al miedo genuino, que sólo quiere avisarnos de algo y protegernos, entonces terminamos reprimiéndolo. Así suele comenzar el bucle de sufrimiento que se puede evitar. 

-¿Cuáles son las principales causas del estrés?

-Creo que hoy en día una de las principales causas del estrés excesivo es la exigencia interna a la que nos sometemos nosotros mismos. Esa vocecita de nuestro interior que lo quiere todo ya, a golpe de clic, y si no nos etiqueta como desastre o fracaso, queriendo satisfacer a toda costa a otros por miedo al rechazo, entre otras cosas. Otra de las causas del estrés excesivo hoy en día creo que es el ritmo frenético de muchos trabajos con un enfoque equivocado y que incluso fomentan o toleran un ambiente de trabajo tóxico y de acoso laboral. Tampoco hay que olvidar otra de las principales causas del estrés: el estilo de vida que elegimos, si no es el correcto entonces la propia microbiota de nuestro intestino se estresa, ahí comienza un bucle peligroso que tiene lugar en el eje intestino-cerebro. Cuando uno no trata a su cuerpo y a su mente como se merecen, atendiendo con equilibrio a todos los frentes necesarios como una buena alimentación, sin procesados, ejercicio bien enfocado, practicar meditación, buenas relaciones con los demás, etc., es cuando nuestro organismo puede empezar a funcionar peor, las funciones más adaptativas se vuelven rígidas o menos flexibles, el cuerpo aquí está sufriendo un estrés que lo vamos a notar a nivel psicológico. 

-¿El estrés es igual cuando viene derivado de un trabajo precario que cuando es por exceso de trabajo o por exceso de responsabilidad?

-No creo que el estrés se experimente de igual manera en un caso que en otro. De todas formas, podrían darse diferentes posibilidades. Por una parte, una persona podría tener un trabajo precario, siempre que no estemos hablando de estar hacinados en una trastienda, que simplemente sería ilegal, pero tener bien enfocada su mente y no padecer por ello un estrés excesivo, sino adaptativo, mientras intenta mejorar su vida laboral. Por otro lado, una persona con un exceso de trabajo y/o de responsabilidad puede ser algo inasumible para cualquiera, por bien que tenga enfocada su mente, ahí quizá tocaría tomar ciertas decisiones para hacer cambios. 

-Hay gente con estrés laboral, gente con estrés postraumático, con estrés crónico… ¿Se puede hacer frente a todos estos tipos de estrés de la misma manera?

-No creo que se pueda hacer frente de la misma manera ante cada uno de estos problemas. Para empezar cada persona tiene su propia idiosincrasia y, por tanto, se puede tener una manera particularmente mejor de enfocar y tratar el problema en su caso. La clave está en identificar bien el origen del problema en el caso correspondiente, además de tratar los síntomas. Por otra parte, al estrés laboral se le podría hacer frente con un replanteamiento organizativo, tanto de la vida profesional como personal. Dependiendo del grado de ese estrés y de si es adaptativo o no podremos tener diferentes soluciones. En ocasiones un entrenamiento en relajación, un aprendizaje para gestionar los pensamientos irracionales y las emociones podría ser suficiente. Si hablamos de estrés postraumático ya es otra cosa diferente, tiene lugar cuando hay un trauma, ya sea de un solo episodio, repetidos o que incluso continúan en el presente. Y puede ser desde un maltrato que ha tenido lugar en la infancia, un accidente, una catástrofe o maltrato en la propia empresa, es decir, acoso laboral. Este tratamiento suele necesitar de más profundidad, donde el uso de la técnica de hipnosis clínica puede ser muy útil para que la persona vuelva a tener una buena calidad de vida. Si hablamos de estrés crónico también el tratamiento sería algo diferente porque sugiere que la persona no está pudiendo poner en marcha estrategias adecuadas para poner fin a ese estrés. El estrés crónico ya sea físico, por una inflamación de bajo grado en el intestino, tan frecuente hoy en día, ya sea por una cuestión psicológica, es muy importante pararlo lo antes posible para no enfermar más, pues puede suponer un desgaste enorme, derivando en un problema de ansiedad muy cronificado y en diferentes enfermedades de la vida moderna.

 -¿Cuáles son los primeros síntomas de alerta de cuadros de estrés o de ansiedad?

-Ante el estrés, uno de los primeros síntomas que suelen aparecer son los problemas de concentración, irritabilidad y también puede afectar con ciertas molestias a nivel de intestino. Los primeros síntomas típicos que suelen sufrirse con la ansiedad son palpitaciones, nerviosismo, sudoración y miedo. 

-¿Y cuáles son las consecuencias para la salud de vivir con estrés?

-El estrés mantenido en el tiempo o crónico puede ser nefasto para la salud tanto física como psicológica. El estrés puede ser psicológico y también físico, por ejemplo, cuando no comemos de forma sana. El caso es que a nuestra microbiota le da igual, en los dos casos se estresa y las consecuencias pueden hacer que disminuya mucho la calidad de vida. Por ejemplo, se pueden padecer dolores de cabeza, dolores de espalda y cuello por la tensión mantenida sin darnos cuenta, insomnio, irritabilidad, malas digestiones, fatiga, y también un debilitamiento de nuestro sistema inmunológico, pudiendo padecer con más frecuencia resfriados, virus, gripes y otras enfermedades de la vida moderna. La serotonina es un neurotransmisor que regula nuestro estado de ánimo y se produce y utiliza casi un 90% en el intestino, por tanto, si algo va mal en él, puede afectarnos con más nerviosismo, estrés, ansiedad o depresión, resultando un bucle peligroso.

 -¿Se puede superar el estrés y la ansiedad sin ayuda profesional?

-Dependerá del grado de estrés o de ansiedad que esté padeciendo la persona. No obstante, suele ocurrir que muchos de los síntomas en un principio pasan desapercibidos y no se les da importancia, luego son esos mismos síntomas los que al acumularse van siendo más contundentes y graves. Cuando la persona toma consciencia, muchas veces, es porque el proceso ya se ha acumulado y es más difícil saber pararlo uno solo. Entonces la terapia está precisamente para tomar consciencia de cuáles eran esos primeros síntomas a los que la persona no escuchó y que, si aprende a escuchar y gestionar, ya no le haría falta la ayuda de un profesional. Pero como esto no nos lo enseña nadie pues es necesario aprenderlo. 

-Hace unos años se decía que el que canta su mal espanta, ¿hasta qué punto ayuda una buena actitud o tomar las cosas con buen humor?

-Sí claro, cantar es muy terapéutico, aunque puede no ser suficiente en ocasiones, lo importante es que no sea la única estrategia que tengamos para canalizar las emociones, sino una más de entre otras. Es importante hablar y compartir con nuestros seres queridos de manera honesta nuestras emociones, es otra forma de canalizar sanamente nuestros problemas e incluso de aprender con los demás a gestionarlos. Así aprender a construir una buena actitud ante la vida es crucial para nuestra salud, el sentido del humor es imprescindible para aligerar el peso de la vida, siempre que no escondamos nuestras emociones detrás.

 -¿Cuándo hay que acudir a un facultativo sin dudarlo? ¿Cuál es la señal que alerta de que se requiere ayuda profesional?

-Tenemos aún la idea de que no hace falta hacer terapia a no ser que ya estemos muy mal, y esto es parte del problema. La mayor parte de las personas que vienen a mi consulta con síntomas de ansiedad por un proceso que se les ha ido acumulando durante años, se dan cuenta de que aprender a gestionar los pensamientos, las emociones y conocerse bien es algo que debiera estar presente en nuestras vidas como algo natural. Por eso yo diría que en cuanto la persona sienta que está sufriendo por alguna razón no espere más, un pensamiento muy común y destructivo es este: «tengo que poder yo sola», ante eso yo siempre recuerdo que en la terapia es la persona la que sigue haciendo el trabajo grande sola en su día a día, no le quita mérito por el hecho de que se esté dejando guiar por un profesional. 

-En cada época de la historia ha habido unas epidemias que han pasado factura a la humanidad ¿son el estrés y la ansiedad las plagas de la vida moderna?

-Diría que sí, la sociedad que hemos creado está inmersa en un sistema de rapidez, inmediatez y escapismo de nosotros mismos. Tendemos a estar muy desconectados de nosotros y a vivir en automático. Creo que hay un gran desfase ahora mismo entre los grandes avances de la humanidad y el nivel de fortaleza y resiliencia psicológica. Para adaptarnos mejor a la vida que hemos creado se hace necesario ajustar también el manejo de nuestra mente, cuanto más compleja es una sociedad se hace más necesario estar más seguros a nuestro volante. 

-Teniendo en cuenta que la situación social, económica o laboral nos condiciona, ¿qué recomendaciones puede hacer para que el estrés no se apodere de uno?

-La felicidad, la verdadera, es el bienestar, el que se construye día a día a base de hábitos saludables, y para ello debemos tener unos buenos autocuidados en cuestión de alimentación, ejercicio, saber poner límites a los demás y límites a nosotros mismos. También el autoconocimiento es el primer gran frente que debemos atender, pero no menos importante es aprender a gestionar los pensamientos irracionales y las emociones. No hay mejor herramienta para contribuir en esto que la práctica de la meditación. Aprende a meditar y dedica cada día de tu vida un rato a ello, es la mejor manera de construir la arquitectura de tu cerebro.