Casi dos meses de la enigmática desaparición de Sandra Bermejo: nuevas pistas pero ningún rastro en el Cabo Peñas

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

Precinto policial en el mirador del Cabo Peñas. En el recuadro, Sandra Bermejo
Precinto policial en el mirador del Cabo Peñas. En el recuadro, Sandra Bermejo

La familia de la joven solicita nuevas diligencias de instrucción tras el último auto judicial sobre el caso

29 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Dónde está Sandra Bermejo? ¿Qué le ocurrió el pasado 8 de noviembre, hace ya un mes y tres semanas, en el Cabo Peñas? Son varias las posibles pistas que se han ido recabando desde entonces, cuando se pierde el rastro de su teléfono móvil en los acantilados de Gozón al filo de las seis de la tarde de un martes en el que tenía prevista una clase de teatro dos horas después en Gijón, donde residía desde hace dos años. El coche de Bermejo, psicóloga madrileña de 32 años, se encontró tres días después, el viernes 11 de noviembre, aparcado cerca de la peña de La Gaviera.

Bermejo nunca acudió a la clase de teatro y, cuando al día siguiente tampoco respondió a la videollamada que tenía prevista con su familia -que reside en Madrid-, saltaron las alarmas. Nada se ha sabido sobre su paradero desde entonces. El último auto judicial sobre su desaparición, de la que se ocupa el Juzgado de Instrucción número 3 de Gijón, es de este pasado martes y, según el abogado de la familia de la joven, Juan Manuel Medina, que es colaborador de la asociación SOS Desaparecidos, deja entrever que, tras todos los días transcurridos, no hay rastro alguno que corrobore la hipótesis principal que maneja la Policía. «Implícitamente el auto descarta la posibilidad del suicidio porque no hay evidencia alguna que así lo corrobore», aseguraba el abogado este miércoles en El programa de Ana Rosa.

Sin rastros en los acantilados

Medina, en este sentido, explicó que precipitarse en los acantilados del Cabo Peñas, ya sea voluntaria o accidentalmente, no es una «caída libre al agua», sino que «es como un atropello». Es decir, tendrían que haber aparecido rastros de la caída en los acantilados y no se ha encontrado más que la camisa blanca que apareció a finales de noviembre en las rocas, a medio precipicio, sobre una de las pequeñas playas que existen en la zona. Una camisa que, en todo caso, aún está por determinar si pertenece o no a la joven.

La familia siempre ha descartado el suicidio por el arraigo familiar y los planes de futuro inmediato que tenía la joven, y lo cierto es que tras todas las batidas que se han realizado en la zona, con drones, los GEOs por mar y un amplio despliegue por tierra, no se ha encontrado ningún rastro que aporte luz sobre lo ocurrido. Medina ha reiterado en varias ocasiones que la familia solo busca certezas y que se tengan en cuenta todas las hipótesis, además de que consideran que, en la investigación llevada a cabo, quedan matices en los que no se ha profundizado. No están contentos con cómo se ha llevado a cabo la investigación en absoluto.

El abogado, en este sentido, también indicó que este último auto judicial menciona precisamente a los tres pescadores que el pasado 9 de noviembre, un día después de la desaparición de Bermejo, vieron dos coches aparcados junto al de la joven a las 7.30 horas, y considera que esa línea de investigación «no se ha investigado lo suficiente».

Dos coches aparcados junto al de la joven

Hay que recordar que, unas dos semanas después de la desaparición de Sandra, la asociación SOS Desaparecidos hizo un llamamiento de colaboración ciudadana para recabar testimonios, fotografías o vídeos de las personas que hubieran estado en el lugar ese 8 de noviembre. Los percebeiros, al volver de su faena, se percataron de que en el aparcamiento ya no estaban los otros dos coches y solo seguía aparcado el de la joven. Estos pescadores han estado en contacto con la familia y han colaborado en la búsqueda dado su conocimiento de la zona.

La familia, según explicó Medina, iba a presentar un escrito al juzgado para solicitar hasta nueve diligencias de instrucción, «todas ellas fundamentadas». Entre ellas, la identificación, filiación y toma de declaración de los tres pescadores para poder determinar «una hipótesis que para el juzgado sigue abierta» y, que según vienen señalando desde SOS Desaparecidos, confirmaría que la joven no estaba sola en el Cabo Peñas la tarde noche del 8 de noviembre.

La fotografía de una mujer caminando por el acantilado

La mujer que aparece en la fotografía tomada por un ciclista el 9 de noviembre en el Cabo Peñas, difundida por SOS Desaparecidos
La mujer que aparece en la fotografía tomada por un ciclista el 9 de noviembre en el Cabo Peñas, difundida por SOS Desaparecidos

La implicación de esos pescadores en el caso también ha permitido difundir una fotografía realizada en la mañana del 9 de noviembre, en el mirador del Cabo Peñas, en la que se puede apreciar la figura de una mujer vestida de negro que camina hacia el borde del acantilado, pasada la valla de protección del paseo que se inicia en el bar de la zona. La fotografía la encontraron en la aplicación Strava, había sido subida por un ciclista que realizó una fotografía de su bicicleta posiblemente tras culminar la recta final del Cabo Peñas, y de ella queda constancia del día y la fecha en la que fue tomada.

En la comisaría de Policía de Gijón, cuya Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) se hace cargo de la investigación, explicaban este miércoles que toda la información que la asociación les ha ido trasladando se ha tenido en cuenta e investigado, incluida esa fotografía, que ya les fue facilitada en su momento. «Hay cosas que mueren y otras que se pueden seguir avanzando», indicaron, explicando también que será el juez quien determine los próximos pasos de la investigación.

El abogado de la familia de la joven también recordó este miércoles que este caso se está investigando como un delito y que, por su experiencia como colaborador de SOS Desaparecidos, los juzgados «tienen meridianamente claro cuando una desaparición es voluntaria o no: no están para buscar a personas, sino para investigar delitos». De todas formas, dejó claro que la familia no pretende que aparezca un culpable, sino que se llegue hasta el final.

La difusión de la fotografía, en la que se intuye que la mujer lleva una prenda blanca debajo de un abrigo negro, botas negras -«no son zapatillas como había pensado la familia por descarte, pero está todo abierto», indicó Medina- y una correa cruzada sobre la espalda similar a la de un bolso bandolera -cuando el bolso de la joven apareció en el coche-, permitiría descartar que se trate de Sandra Bermejo. «Necesitamos contactar con la persona que aparece en esta fotografía», solicitaba la asociación este miércoles a través de sus redes sociales.

La familia, en la que existe división de pareceres sobre si se trata de la joven o no, solicitaba también al juzgado una prueba pericial para determinar si es la mujer que aparece al fondo de la fotografía tomada por el ciclista. La melena y la complexión física son similares a la de Sandra, que mide 1,62 metros y pesa 58 kilogramos. El psicólogo Javier Urra, que fue profesor y jefe de la joven en Madrid, también indicaba ayer en Espejo Público que había mostrado la fotografía a antiguos compañeros de Bermejo y «no somos capaces de descartar» si se trata de ella o no.

También se está a la espera de identificar los restos de una mujer joven que aparecieron en la misma zona, después de descartarse que fueran de Sandra Bermejo. El misterio que rodea a esta desaparición, como señaló este miércoles a Efe el presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, incluso ha motivado que en los últimos días un grupo de detectives se haya ofrecido para colaborar de forma altruista en tratar de dilucidar qué le ha ocurrido a Sandra Bermejo.