El día después del gordo: el regalo 'in extremis' de una compañera que escondía premio
ASTURIAS
Las historias de cómo los miembros del Club de Atletismo de Mieres recibieron el sorteo más esperado
24 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Ya ha pasado más de un día desde que se repartió el gordo de la Lotería de Navidad. Sin embargo, los agraciados del número 05.490 que compraron las papeletas ganadoras al Club de Atletismo de Mieres, todavía no lo asimilan. Sobre todo, uno de los miembros del club que se negó a comprar lotería para este año, pero el regalo de una de sus compañeras le hizo ser participe del premio de 137,6 millones de euros. Aunque si algo tienen claro todos los premiados de Asturias es que la vida continúa, aunque de manera diferente.
Jesús Manuel Hevia, presidente del Club de Atletismo de Mieres no ha podido pegar ojo en toda la noche, «después de un día tan ajetreado como el de ayer, la gente fue incapaz de dormir. Pensábamos que éramos los únicos que no habíamos pegado ojo, pero hablándolo con la gente se ve que estuvimos todos en vela». Sobre todo, les ha costado asimilar que uno de sus compañero «se negaba a comprar lotería de ningún tipo, este año. Fue Verónica, otra de nuestras compañeras, quien le obligó a comprar una participación. Mejor dicho, se la regaló justo la noche antes del sorteo. Le dijo que al menos tenía que tener una, aunque no la quisiera. Y le tocó. Fue algo increíble», recuerda Hevia.
En el club ya han comenzado las labores para cobrar el premio. A lo largo de la jornada, desde el club se han encargado de ir a la administración de Lotería y de negociar con las entidades bancarias para poder cobrar los 173.600.000 de euros que les corresponden a los 344 décimos que vendieron a través de 1.720 papeletas a cinco euros cada una. «Ya tenemos abierta la cuenta bancaria y estamos esperando que en los próximos días Loterías del Estado nos ingrese el dinero. A partir de ahí avisaremos para que la gente lo pueda ir a cobrar», explica Hevia. Los premiados podrán cobrarlo en las sucursales bancarias del Sabadell Herrero que se encuentran en Lena, Mieres y Aller.
La resaca es emocional
Paula Rodríguez, quien había sido miembro del club de atletismo durante años, se enteró ayer mientras trabajaba de que le había tocado el primer premio, aunque asegura que, aunque ya hayan pasado un día, «sigue siendo una locura, nos lo seguimos sin creer. Es algo no pensábamos que iba a pasar y de repente te viene así. Claro, todavía estamos un poco en shock». Ayer lo pudo celebrar en Moreda junto con sus familiares y amigos y el resto de los premiados, aunque «la resaca es emocional», cuenta Paula.
Está mañana se levantó y fue a trabajar porque «al fin y al cabo, hay que seguir saliendo hacia delante, trabajando y ganando dinero. La vida sigue como siempre, pero tomándosela de otra manera», gracias a un premio que asegura que compartirá con sus padres y su hermano. Y que, además, servirá «para cubrir algunas cosas pendientes. Con el resto del dinero haremos lo que surja, aún no lo hemos pensado. Pero sobre todo disfrutarlo y viajar todo lo que se pueda», cuenta Rodríguez.
El que también lo va a disfrutar en familia es Javier González: «Una nena de la familia que es la que está en el club de Mieres nos vendió papeletas a toda la familia. Entre todos nos tocó un pellizquín, pero lo guapo es que tocó a toda la familia», explica Javier. Una familia numerosa «con muchos hermanos y sobrinos... Estamos todos muy a gusto y contentos», añade la madre de Javier.
Toda la familia celebró ayer el premio en una comida que al final se acabó alargando. «Salimos un poquitín, pero bueno hoy había que levantarse a las 7.00 de la mañana para trabajar», cuenta Javier, pero asegura que aún «no lo asimilamos y seguimos con nuestra vida normal».
Y quien tampoco se lo cree, aunque ya haya pasado más de un día, es Ernesto Estrada, que compró cuatro papeletas con el número 05.490 por casualidad a unas niñas del club. «No me lo creía 320.000 euros. Era de esto que no te lo asimilas. Cuando vi que era el gordo lo comprobé varias veces porque no podía ser verdad. Hoy todavía no me lo creo».
Ayer en Moreda pudo compartir el momento con sus amigos, algo que, asegura Estada, «es lo que más presta. Aunque no les haya tocado a ellos, la gente está contenta y se alegra por ti. La mayoría de mis amigos no ganaron nada, pero lo celebraban como si les hubiera tocado». Al principio, había incluso quienes pensaron que Ernesto estaba gastando una broma, como su madre que «no se lo creía. La llamé y pensaba que la estaba engañando. Es verdad que es difícil de creérselo», asegura Ernesto.
Estrada cree que hasta que no pasen unos cuantos días no será capaz de asimilarlo, por eso hoy ha vuelto al trabajo con normalidad, porque asegura que «es una cantidad de dinero increíble, pero hay que tomárselo con calma». Aunque tiene claro que el premio «lo utilizaré para ayudar a mi familia a reformar una casa que tenemos y que estamos a esperas para ir a vivir allí. Con el resto aún no tengo pensado que voy a hacer», cuenta Estrada.