Ansiedad, depresión o trastornos alimentarios: los psicólogos, desbordados tras la pandemia

Carmen Liedo REDACCION

ASTURIAS

Maria Pedreda

Los psicólogos asturianos piden más profesionales y más recursos para hacer frente a la creciente demanda de pacientes

26 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En España la ratio de profesionales de psicología clínicas es de 6 profesionales por cada 100.000 habitantes cuando la media de profesionales de la psicología es de 18 por cada 100.000 habitantes. Con una diferencia tan «notable», la reivindicación del colectivo de psicólogos, en concreto del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias (COP), es que se aumente la presencia de profesionales de la psicología tanto en los hospitales, como en los centros de salud, en los servicios sociales y comunitarios y también en los centros escolares. Y todo ello para hacer frente a una crisis sanitaria en el ámbito de la salud mental que si bien ya existía antes de la pandemia por la escasez de recursos destinados, con la crisis sanitaria de la Covid-19, las carencias «se han agudizado», explica Elvira Vilorio, decana del COP.

«Antes de la pandemia ya existían carencias y necesidades marcadas por la escasez de recursos preventivos, atencionales y temporales», manifiesta Vilorio, que pone de manifiesto que tras los dos años de pandemia «la demanda se ha incrementado» mientras que «la provisión de recursos no ha sido proporcional». La misma deja claro que antes de la pandemia los recursos humanos de los que se disponía eran adecuados pero insuficientes, pero que a raíz de la crisis sanitaria de los dos últimos años, el sistema se ha visto desbordado, por lo que habla de la existencia actualmente de «un desequilibrio claro entre la demanda y la escasez de recursos preventivos y atencionales» que han derivado en una crisis sanitaria en el ámbito de la salud mental. A su entender, es necesario corregir ese desequilibrio «si se pretende mantener la calidad del sistema asistencial a todos los niveles de atención».

Para Elvira Vilorio la crisis de salud mental no es una cuestión baladí porque lo que han percibido los profesionales de la psicología en los últimos meses es que han aumentando de manera significativa los trastornos de ansiedad; de depresión tanto en la población adulta como en la población infanto-juvenil; los trastornos de conducta alimentaria; y que 1 de cada 10 estudiantes españoles ha sido víctima de acoso en la escuela (Anar,2022). A esto añade la decana otro dato, y es que en nuestro país, se suicidan 10 personas al día, mientras que otras 20 lo intentan. «Es decir, mueren al año por suicidio 3.941 personas (INE,2020)», precisa la misma, que urge que se atienda la reivindicación del colectivo de aumentar la ratio de profesionales de psicología clínica para atajar la crisis de salud mental porque, recuerda, «el pronóstico de aquí a una década, en función de los parámetros que marca la OMS, es que los problemas de salud mental van a ser la primera causa de incapacidad en el mundo».

Y es que si algo pone de manifiesto la decana del Colegio Oficial de Psicólogos de Asturias es que «la salud mental se ve inexorablemente emparejada a las situaciones sociales, económicas, políticas o ambientales» de cada momento, por lo que reivindica que «los servicios de salud mental no pueden quedarse atrás: ahora puede ser por crisis laboral, situación económica o ritmo de vida vertiginoso; ayer pudo ser por situaciones de crisis económicas o revueltas sociales; y mañana puede ser por un conflicto bélico o climático», indica para hacer ver lo necesario que es dotar de más recursos el ámbito de la salud mental.

Reforzar la educación emocional de los jóvenes

Además, Elvira Vilorio apuesta por reforzar la educación emocional de la población más joven teniendo en cuenta que actualmente «hay nuevos retos sociales que requieren formación y adquisición de habilidades, también nuevas, que tenemos que sumar a las ya conocidas». En este sentido, pone el acento en que la exposición de los jóvenes en redes sociales, la sobreexposición mediática o la presión social «pueden estar moldeando los perfiles psicológicos (emocionales-conductuales) de nuestros niños/as y adolescentes y no siempre de una manera saludable y adaptativa». Por eso, ve necesario que la educación emocional se integre de forma más amplia y habitual en el currículo educativo, «no sólo para desenvolverse en el ámbito escolar sino también en el social», matiza.

Para poder reforzar el ámbito de la educación emocional de niños y adolescentes, desde el Colegio Oficial de Psicólogos del Principado ven necesario la incorporación de psicólogos/as educativos en los centros escolares. «Sabemos que en los centros escolares la figura del orientador no siempre está ocupada por un/a psicólogo/a, por lo que las intervenciones que en muchos casos requieren competencias del profesional de la psicología no van a poder desarrollarse adecuadamente», plantea la decana del COP, que añade que el riesgo de ello es un aumento de los problemas psicológicos en el contexto escolar. Es por ello que lanza una crítica a que la Consejería de Educación proponga como solución «que haya un coordinador de bienestar emocional en vez de incluir psicólogos educativos». «El proyecto PSICE ya tiene importantes datos a nivel nacional sobre las dificultades de regulación emocional que experimentan los/as niños/as y adolescentes de nuestro país», expone Elvira Vilorio, quien para hacer frente a esas dificultades considera preciso realizar intervenciones validadas y eficaces en los contextos educativos con profesionales de la psicología «que den también respuesta a los docentes y a las familias», señala.