Consejos para que tu casa no se convierta en un «infierno» durante la ola de calor

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Los ovetenses sacan fotos de un termómetro que marca los 40 grados en plena ola de calor.Los ovetenses sacan fotos de un termómetro que marca los 40 grados en plena ola de calor
Los ovetenses sacan fotos de un termómetro que marca los 40 grados en plena ola de calor

Bajar algunos grados de temperatura a la vivienda es posible aplicando algunos sencillos trucos, aunque no se disponga de ventilador ni aire acondicionado

15 jul 2022 . Actualizado a las 13:18 h.

Asturias vive estos días una atípica ola de calor con termómetros por encima de los 30 grados centígrados que ha hecho que las casas se conviertan en auténticos hornos por la temperatura que acumulan y que, por tanto, se haga difícil permanecer en ellas durante el día y conciliar el sueño por la noche. Precisamente porque los veranos en nuestra región suelen ser de temperaturas suaves durante el día y frescos por las noches, pocas son las viviendas que cuentan con dispositivos de refrigeración más allá de un sencillo ventilador. Es decir, los aparatos de aire acondicionado no son ni mucho menos habituales en los hogares asturianos como lo pueden ser en las provincias del sur de España.

Ante esta carencia en unas jornadas tan calurosas y a las que no estamos habituados los asturianos, hay algunos consejos y trucos que se pueden llevar a cabo para tratar de restar grados de temperatura a las casas y que éstas no se conviertan en un «infierno» durante esta ola de calor que, según las previsiones de la AEMET, aún se prolongará varios días más.

Bajar persianas y correr cortinas

Una de las medidas claves para bajar la temperatura de casa cuando no se dispone de aire acondicionado es evitar que entren los rayos del sol y, con ellos, el calor, por lo que es totalmente recomendable bajar las persianas y correr las cortinas. Cuando los rayos del sol inciden directamente en los cristales de las ventanas y balcones, la temperatura del interior aumentará progresivamente acumulándose y haciendo que el interior se convierta en un horno.

Cerrar las ventanas en las horas punta

Si bien hay que ventilar la casa y renovar el aire, esto debe hacerse en las horas en las que las temperaturas son más frescas. Así, es importante cerrar las ventanas en las horas punta del día, cuando el sol calienta con más fuerza, para evitar que ese aire cálido se meta en las viviendas. Es preferible mantener las ventanas cerradas desde el mediodía hasta el anochecer, cuando las temperaturas descienden algo. Es momento entonces de volver a abrir las ventanas, balcones y puertas.

Generar corrientes de aire

Como se decía anteriormente, abrir ventanas y balcones durante la noche es uno de los trucos más eficaces y sencillos para tratar de bajar unos grados de temperatura al interior de las viviendas.  Si además hay posibilidad de abrir ventanas y balcones contrapuestos se generará una corriente de aire natural que refrigerará la casa.

Humedecer el suelo

Humedecer con una fregona o una bayeta el suelo de casa o de una estancia con agua fría cuando vayamos a estar un tiempo en ella o, por ejemplo, ante de dormir, es una buena alternativa para lograr que el ambiente se refresque de forma rápida. Este método hace que el agua saque el calor del suelo y al evaporarse, la habitación se atempere levemente.

Colocar recipientes con agua

Colocar recipientes con agua fría y algún cubito de hielo en puntos estratégicos de la casa es un truco que resulta bastante efectivo a la hora de bajar algún grado la temperatura de la vivienda cuando no se dispone de un aparato de aire acondicionado. Las esquinas de casa o bajo las rendijas de ventanas y respiraderos son los lugares por los que suele entrar el aire caliente, así que colocar en esos espacios recipientes con agua helada puede contribuir en buena medida a refrescar el ambiente del hogar.

Decorar la casa con plantas

Otro truco que puede resultar más estético y agradable para atemperar la casa es colocar plantas de interior, ya que además de decorar y dar colorido a las estancias, ayudan a mantener la temperatura del hogar. Los patios, terrazas y balcones que tienen plantas siempre están más frescos que cuando no las tienen. Las plantas de interior, y particularmente aquellas que son de hojas grandes, refrescan de manera natural tu hogar, más aún si las riegas al caer la noche.

Apagar los electrodomésticos

Todo electrodoméstico en funcionamiento se convierte en una fuente de calor, calor que se sumará al que haya en el ambiente. Apagar todos aquellos aparatos eléctricos que no necesites y limitar el uso de los que más se puedan calentar y aportar temperatura puede contribuir a que la temperatura del hogar no siga subiendo. Por lo mismo, es recomendable hacer platos que requieran poco tiempo de cocinado y evitar aquellas recetas para las que haya que encender el horno. Además de ahorrar en la factura de la luz, lograras restar emisión de calor. No obstante, si tienes que cocinar algún plato más complejo, la campana extractora puede ser una gran aliada, ya que no sólo eliminan nos malos olores, sino que también te ayudan a renovar el aire de la cocina y a expulsar el calor acumulado en las placas de gas o las eléctricas. 

Apagar las luces

Las luces, sobre todo los focos halógenos, pueden ser una importante fuente de aporte de calor para las casas, así que apagarlas cuando no sean necesarias, ayudará de forma importante a que no siga subiendo la temperatura.

Cambiar los textiles del hogar

Cambiar los textiles del hogar es una medida que puede contribuir notablemente a que la sensación térmica dentro del hogar sea diferente. Si bien durante el invierno edredones, fundas nórdicas, fundas de sofá y alfombras hacen que las habitaciones sean más confortables, retirar todos esos textiles o sustituirlos por otros más ligeros y de colores claros puede ser una buena manera de bajar la temperatura. Quita las cortinas gruesas que sean imprescindibles para resguardar las habitaciones de la luz y el calor del sol y si no es posible, la opción de rociarlas con agua de vez en cuando puede contribuir a bajar la temperatura de la habitación en la que están colocadas.

Poner hielo delante del ventilador

Si no tienes un aparato de aire acondicionado, pero dispones de un ventilador, debes sabes que es una gran opción para refrigerar la casa puesto que lo que hace es mover el aire de la estancia en la que se encuentra. Un truco para refrescar más esa habitación es colocar delante del aparato, aunque a cierta distancia, un recipiente con sal gruesa y hielo o botellas de agua congeladas. Entonces el ventilador hará que el aire que mueve entre en contacto con el hielo y que ese aire se enfríe un poco consiguiendo que la temperatura de la habitación baje.