Asturias supera por primera vez la media estatal de pobreza y exclusión social

La Voz REDACCION

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GUSTAVO RIVAS

Es la comunidad con la mayor desigualdad en reparto de riqueza y la tasa más baja de trabajo por hogar: «Los que menos tienen siguen teniendo muy poco, cada vez menos, y los que más tienen mucho e incluso cada vez más»

29 jun 2022 . Actualizado a las 13:43 h.

Asturias se sitúa en el peor de los escenarios desde que se miden los datos AROPE, el indicador de Pobreza y Exclusión Social, y por primera vez en la historia supera la media estatal en índice de pobreza, con un 27% de la población frente al 26,4% de media estatal. Así lo ha indicado en declaraciones a los medios el presidente de la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza en Asturias, Héctor Colunga, antes de presentar el informe El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de Pobreza y Exclusión Social en España 2021. Informe AROPE, en la Junta General.

Colunga ha indicado que este indicador viene marcado cada vez más por el incremento de la desigualdad. «Los que menos tienen siguen teniendo muy poco, incluso cada vez menos, y las personas que más tienen, siguen teniendo mucho e incluso cada vez un poco más», ha manifestado.

El informe recoge además que Asturias es también la primera comunidad autónoma en índice GINI que mide el reparto desigual de la riqueza. Colunga, en este sentido, ha incidido en que estamos ante datos que «no son más que el reflejo de una realidad» y por lo tanto se requieren medidas contundentes para tratar de revertir la situación y lograr que las familias tengan condiciones más dignas de vida diferente a la actual.

Además, ha explicado que uno de los indicadores que más preocupa del Informe AROPE es la «baja tasa de trabajo por hogar», siendo Asturias la comunidad con el porcentaje más alto, con un 17%, ocho puntos por encima de la media estatal.

«Esto significa que la posibilidades de trabajar en un hogar, en el caso de un 17% de los asturianos y asturianas está por debajo de los dos meses y medio. Ante una situación de dificultad de acceso a un empleo la situación de pobreza se incrementa», ha explicado Héctor Colunga, según informa Europa Press.

Las cifras del informe reflejan que un total de 282.471 residentes en Asturias, el 27,7% de la población de la comunidad, vivían el pasado año en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que supone un aumento de 30.000 personas y 3,1 puntos respecto a 2019. La tasa AROPE de Asturias, que mide la población en riesgo de pobreza o exclusión social, continúa así con la tendencia al alza iniciada en 2018 y se sitúa por primera vez por encima de la media nacional, que subió del 25,3 al 26,4%.

El estudio también refleja que de las 30.000 nuevas personas que se vieron el pasado año sumidas en esta situación en Asturias, 25.000 son mujeres. En comparación con las cifras de 2008, previo a la anterior crisis económica, se muestra además un mayor deterioro de las condiciones sociales al haber subido la tasa AROPE de la comunidad en 8,2 puntos desde entonces por la incorporación de 73.000 personas a la situación de riesgo de pobreza o exclusión social.

Por su parte, el índice que marca la pobreza severa -cuando las personas no pueden satisfacer las necesidades básicas mínimamente aceptables para el Estado en el que viven-, se sitúo en el 12,2% de la población de Asturias, nueve décimas inferior a la del año anterior, pero 2,7 puntos superior la media nacional. Por su parte, el indicador de privación material severa -que indica la dificultad para consumir algunos productos concretos básicos-, se situó en el 4,5% al afectar a 46.000 personas, 12.000 más que en 2019.

Por otra parte, el informe señala que la privación material severa incluye este año el brutal efecto de la pandemia provocada por la covid-19 y, tanto el conjunto del territorio nacional como la inmensa mayoría de las regiones sufrieron un importante aumento de las tasas.

Durante la presentación del informe, el presidente de la Junta General del Principado, Marcelino Marcos Líndez, ha subrayado la necesidad de apostar por «una economía que dé prioridad a la dignidad de las personas, con un compromiso individual y colectivo en la lucha contra la pobreza», informa Efe.