Barbón advierte: «Es la última carta, la siguiente sería el confinamiento en las casas»

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

El presdidente asturiano, Adrián Barbón, en  la reunión del comité de crisis de la covid-19
El presdidente asturiano, Adrián Barbón, en la reunión del comité de crisis de la covid-19

El presidente del Principado explica la gravedad de la situación y afirma que «queda poco margen desde el punto de vista del control de la pandemia»

26 oct 2020 . Actualizado a las 19:40 h.

«Entiendo el enfado pero no tomamos las decisiones por capricho, es porque van en nuestra responsabilidad». El presidente del Principado, Adrián Barbón, es consciente de la «dureza» de las medidas que ha anunciado su Gobierno en los últimos días, pero deja claro que «el margen se agota». Su único objetivo, defiende, es controlar la expansión de la pandemia para salvar vidas y para conseguirlo asevera que, tras el cierre perimetral y el toque de queda, «la siguiente carta sería el confinamiento en las casas».

En menos de 72 horas, el Principado ha solicitado al Gobierno la declaración del estado de alarma -aprobado el domingo-; declarado el toque de queda de 00.00 a 6.00 horas; adelantado el cierre de los comercios a las 22.00 y de la hostelería a las 23.00; limitado las reuniones, tanto privadas como públicas, a seis personas; cerrado perimetralmente Oviedo, Gijón y Avilés y ahora, al amparo de ese estado de alarma, el cierre toda Asturias. Son medidas contundentes, pero es que la situación epidemiológica se ha descontrolado en las últimas semanas. «Sabemos que tomar estas decisiones supone un desgaste, también político, pero es nuestra responsabilidad», afirma el presidente.

La gravedad de los datos la explica Rafael Cofiño, director general de Salud Pública del Principado. La tasa de incidencia por cada 100.000 habitantes a 14 días en Asturias se sitúa en 320 casos, pero es especialmente grave en Gijón, con 461 casos. De los concejos más poblados, los que ya están cerrados desde el pasado viernes, le siguen Avilés, con 358, y Oviedo, con 256. Aunque la situación en la capital es mucho mejor comparativamente, Cofiño precisa que «los tres están por encima de los 250 casos, que según los baremos aprobados por el gobierno en el consejo interterritorial supone el nivel más alto de gravedad».

Además, hay otro dato preocupante, ya que el coronavirus recupera letalidad. La semana pasada fallecieron en la región 45 personas a causa de la enfermedad, lo que supone volver a los niveles de marzo y abril.

Los datos son contundentes. «La segunda ola viene con mucha más fuerza de lo que podíamos esperar», advierte Barbón, quien sostiene que «eso exige medidas drásticas». El objetivo, reitera, es evitar el confinamiento, pero para lograrlo hace falta «la complicidad de los ciudadanos». Asegura que es la única forma de conseguir derrotar al virus.