Cabo Peñas, zona de paso en la ruta de los plásticos por el Cantábrico

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Basura en el playón de Bayas, en Castrillón, en la temporada de invierno
Basura en el playón de Bayas, en Castrillón, en la temporada de invierno

Una investigación concluye que la costa asturiana actúa como correa de transmisión de los residuos marinos que se acumulan en el golfo de Vizcaya

16 ago 2020 . Actualizado a las 23:11 h.

Laura Rodríguez, Moncho y José Luis Gómez Gesteira (Ephyslab de la Universidade de Vigo), Xurxo Costoya (Cretus de la Universidade de Santiago) y Jesús Gago (Instituto Español de Oceanografía de Vigo) son los autores del estudio El Golfo de Vizcaya como zona de captura de plásticos exógenos de diferentes tamaños, publicado por la revista Journal of Sea Research. En el concluyen que el Golfo de Vizcaya es una zona de atrapamiento de plásticos, acumulándolos a lo largo de sus costas y playas. Uno de los resultados del análisis es que la costa asturiana y el entorno del Cabo Peñas actúan como zona de intenso tráfico de plásticos por el cantábrico.

Laura Rodríguez, una de las investigadoras y autoras del trabajo, explica que su análisis, desarrollado para el periodo 2009-2018, se basa en una simulación numérica, en la que se ha utilizado un modelo de seguimiento de partículas. Es decir, se usaron partículas virtuales «que simularon el comportamiento de los plásticos y, a través del modelo, alimentado con las velocidades de las corrientes marinas y del patrón de viento de la zona, se han seguido esas partículas y analizado sus trayectorias».

En el estudio se delimita como puerta de entrada de plásticos una área en torno al Cabo Ortegal y, a partir de ahí, se analizan las trayectorias seguidas por los plásticos tanto hacia la costa de la península ibérica como hacia la francesa del golfo de Vizcaya.

Zona de paso de deshechos

Según los investigadores, los plásticos que ingresan en el golfo de Vizcaya rara vez abandonan la zona, lo que convierte al golfo en una región de atrapamiento. Respecto a los de gran tamaño (más de cinco milímetros), su flotabilidad hace que tengan mayor superficie expuesta al efecto del viento «por lo que su dispersión se ve afectada por éste, que los empuja hacia tierra. Su tendencia es, por tanto, a acumularse en la franja costera».

Los microplásticos, de menos de cinco milímetros, básicamente son desplazados por las corrientes marinas, siendo despreciable el efecto del viento sobre ellos pues están sumergidos. Su tendencia es a dispersarse hacia cualquier parte del golfo, «lo que es un problema, pues su reducido tamaño dificulta las medidas de muestreo y de recolecta».

El estudio detecta un punto «de acumulación costera de microplásticos en torno al Cabo Peñas. Sin embargo, los situados antes de Cabo Peñas ya muestran una acumulación inferior».

«Esto nos hace pensar que toda esa zona actúa más como zona de paso. Esto es debido al patrón de las corrientes en el golfo que desplazan los microplásticos hacia el interior causando mayores acumulaciones en la costa del País Vasco o frente a Bayona, en el País Vasco Francés», resalta Laura Rodríguez.

Respecto a los plásticos de mayor tamaño, «se observa la concentración costera aumenta de manera generalizada en toda la costa del golfo de Vizcaya. Esto es debido al efecto del viento, que en este tipo de plásticos es importante y modula su dispersión, empujándolos hacia tierra».

Un problema de gravedad

La investigadora advierte de que «en general, la contaminación oceánica es un problema grave. Se estima que un 10% de los plásticos producidos terminan en el océano. Además, los microplásticos, debido a su reducido tamaño, dificultan enormemente su muestreo y recogida».

«Existen estudios a nivel global de la contaminación por plásticos en los que se señalan los cinco grandes giros oceánicos de Atlántico Norte, Atlántico Sur, Pacífico Norte, Pacífico Sur y océano Índico como las zonas de mayor acumulación de basura marina, incluidos los plásticos. Son como islas de basura flotantes que quedan atrapadas en los remolinos y las fuertes corrientes de estos giros oceánicos. Por poner un ejemplo, se estima que la del giro del Pacífico Norte tiene un tamaño equivalente a España, Francia y Alemania juntas», añade.

Luego existen otras regiones en el mundo cuya contaminación también es considerable, como por ejemplo «el golfo de Vizcaya, el Mediterráneo, el mar Báltico, el golfo de México, la bahía de Bengala… son regiones que por su forma geográfica de áreas semiencerradas y los patrones de corrientes y viento retienen mucha basura marina». Una basura que, en un 70%, es plástico.