Los ganaderos denuncian la presencia de un ejemplar «anormalmente agresivo y con un celo extraordinario» que está matando reses. Reclaman políticas para evitar la «rumanización» de su comportamiento
03 ago 2020 . Actualizado a las 13:36 h.«Un oso loco». Así califican los ganaderos a un ejemplar de oso pardo cantábrico que en los últimos días vaga por el parque de Redes. Aseguran que es un ejemplar «anormalmente agresivo», que está atacando la cabaña ganadera, «con un celo extraordinario», que acecha rebaños y mata reses prácticamente a diario. El colectivo Asturias Ganadera reconoce que no es algo habitual y que incluso está generando incredulidad pero asegura que tiene una fuente fiable. Se trata de Miguel Ángel Capellín, su vocal en la zona de Caso y Redes, al que presenta como un profesional de máxima confianza que conoce a la perfección el monte y la población. «Capellín vivió esta semana una experiencia fuera de lo común con un oso al que podríamos tildar de loco», insiste.
«A pesar de que lo inédito del suceso dispare los comentarios de incredulidad de quienes prefieran que no sea cierto, la fuente es más que verosímil», argumenta Asturias Ganadera haciendo valer la credibilidad de Capellín. Asturias Ganadera pretende que la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial debería reconocer la presencia de este tipo de ejemplares, vigilar el terreno y dar información sobre los osos avistados en zonas próximas a los núcleos de población. También demanda a la administración que instruya a los vecinos sobre cómo actuar si se tropiezan con estos ejemplares. «Sería conveniente la activación de un teléfono oso para dar aviso de los avistamientos», propone.
El colectivo ganadero asegura que lleva desde el año 2017 reclamando la implantación de nuevas políticas. Su portavoz, Xuan Valladares, recuerda que Asturias es un territorio pequeño y con muchos núcleos de población dispersos, donde no hay grandes selvas ni espacios despoblados. Si la población de osos crece y no se ordena ni planifica la convivencia con los humanos, «puede llegar la temida rumanización», denuncia. Esto puede suponer que se reproduzcan las escenas de osos comiendo en contenedores de basura y vecinos sin posibilidad de salir de casa al anochecer.
Los ganaderos señalan que es imprescindible la identificación genética de todos los osos, determinar qué machos viejos portan grados de consanguinidad no deseables o qué ejemplares son conflictivos para «retirarlos del monte». Con este tipo de estrategias creen que se conseguiría evitar el aumento de la consanguinidad y las muertes de crías para provocar celo en las hembras, así como impedir que los machos viejos persigan y expulsen a juveniles de las zonas altas y les obliguen a acercarse a zonas habitadas. También reclama al Gobierno asturiano que se reconozcan los daños causados no sólo al ganado, sino a las colmenas, huertos y frutales. Además, platea que se establezcan incentivos y compensaciones económicas a los vecinos.