La huella del oso pardo

la voz REDACCIÓN

ASTURIAS

FAPAS

FAPAS ha llevado a cabo un trabajo de seguimiento de la especie para conocer en profundidad sus comportamientos y sus técnicas de marcaje

07 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) ha llevado a cabo un trabajo de seguimiento de la especie de oso pardo para conocer en profundidad sus comportamientos más curiosos, en especial cuando llega la época de celo. Con este proyecto se consigue conocer con detalles la actitud pacífica que tienen los osos entre sí a lo largo de gran parte del año.

Estos animales dejan su huella allí por donde pasan, lo que no quiere decir que permanezcan en ese lugar. Se les ha visto en territorios lejanos al poco tiempo. Una forma de dejar esta marca personal en los montes es el clásico frote en los árboles que recuerda a los dibujos animados. Esta técnica, una de las más habituales, la realizan durante todo el año. Así, el olor del macho quedará impregnado en el tronco, y cuando pase otro oso por el lugar, identificará el aroma de su congénere y repetirá la técnica de marcaje, según informa FAPAS.

El comportamiento y contacto entre los machos es pacífico la mayor parte del año, exceptuando la época de reproducción. Con los celos de las hembras, los machos provocan enfrentamientos entre ellos. Mordiscos en la cara, orejas rotas o labios partidos son las señales más evidentes de estas peleas. FAPAS asegura que estos enfrentamientos no son el «origen de  las muertes que con tanta facilidad achacan los políticos y las administraciones responsables de la conservación de esta especie, cuando se encuentra un oso muerto».