El Principado canta (de momento) victoria en el reparto de fondos del coronavirus

ASTURIAS

Un soldado desinfecta la estatua dedicada a La Regenta, en Oviedo.
Un soldado desinfecta la estatua dedicada a La Regenta, en Oviedo. Alberto Morante

El Ejecutivo asturiano ve atendidas dos de sus reivindicaciones pero esperan a leer la letra pequeña del decreto. Barbón alerta contra que haya comunidades que intenten camuflar rebajas fiscales en la caída de recaudación por la pandemia

09 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno asturiano no hará, por el momento, una estimación del monto concreto que le correspondería a la comunidad de entre los 16.000 millones de euros que forman el fondo Covid-19 anunciado ayer por el presidente Pedro Sánchez para paliar los gastos extraordinarios de las autonomías han tenido que afrontar tras el estallido de la pandemia. No lo hará hasta que se conozca al detalle la letra pequeña del decreto en que debe aprobarse, y que tendrá que pasar necesariamente por un debate parlamentario en Congreso; además de esperar los posibles cambios que puedan producirse en una parte, y no pequeña (de 2.000 millones de euros) del fondo que se dedicará a Educación y que también debe pasar por otro filtro, una mesa sectorial entre el Ministerio y las comunidades en la que podrían modificarse otros parámetros.

Con todo, el Ejecutivo asturiano no podía ocultar su satisfacción al haber visto atendidas dos de sus reivindicaciones en la modificación del fondo que se anunció ayer: la primera, que en la valoración de la población no se atienda al número de habitantes del territorio sin más sino a la «población protegida equivalente», un concepto que tiene en cuenta variables como el envejecimiento y la dispersión de la población (no supone el mismo gasto sanitario atender a una población joven que a otra en la que un amplio porcentaje tiene más de 65 años). Otra demanda asturiana que fue atendida es que se tengan en cuenta todos los test PCR realizados, no sólo los positivos, ya que Asturias es, tras La Rioja, la comunidad que realiza más pruebas de este tipo por cada mil habitantes.

«Que pasemos de ser población normal a población protegida equivalente beneficia de forma fundamental a Asturias, pero además se incrementa el peso que se le da a la variable de población, al principio en un primer reparto de esos 6.000 millones de euros iba a ser sencillamente un 20%, ahora se incrementa hasta un 35%»; destacó el presidente asturiano, Adrián Barbón en la primera valoración realizada la tarde del domingo.

Los 16 millones se reparten de la siguiente manera: 9.000 están destinados a compensar el exceso de gasto sanitario; a su vez se entregarán a las comunidades en dos plazos, el primero, de 6.000 millones este mismo mes; y otro de 3.000 millones de euros a repartir en septiembre. La última estimación realizada por el Principado en el mes de abril es que el gasto extraordinario de Asturias en este concepto iba por alrededor de 100 millones de euros y no ha dejado de crecer en mayo y junio.

Un bloque de 2.000 millones de euros se destinarán a ayudas en materia educativa. En este sentido, Barbón apuntó que podría servir para la contratación de más profesores o paliar la «brecha digital» de los alumnos, entre otras cuestiones. Este bloque debe debatirse todavía, en todo caso, en el encuentro que las comunidades mantendrán con Isabel Celaá este jueves.

Por último, los  5.000 millones de euros se repartirán en noviembre solo entre las comunidades autónomas de régimen común (quedan excluidas Navarra y País Vasco) para compensar la caída de la actividad económica producida por la pandemia del coronavirus y la recaudación. También en abril, el Principado hizo una estimación de 150 millones de euros en lo que dejaría de recaudar en tributos autonómicos este ejercicio. En su valoración sobre este bloque, el presidente asturiano lanzó una advertencia y señaló que iba a exigir que «se analice bien para que no sirva para camuflar pérdida de ingresos por coronavirus aquello que en realidad son bajada de impuestos».

Barbón no citó a Madrid pero se trata de una referencia velada a la capital. Desde antes de la pandemia, al comienzo de esta legislatura, los gobiernos autonómicos de Asturias y Madrid se presentaron mutuamente como modelos antagónicos de presión fiscal incluso de cara al modelo de financiación. Desde Madrid se presenta a Asturias como un «infierno fiscal»; desde Asturias se ha hecho valer su inversión en Sanidad como éxito en la gestión de la pandemia y se ha reprochado que, incluso en el debate sobre la financiación autonómica, Madrid reclame fondos al estado mientras no cobra impuestos como el de Sucesiones. Además se le ha afeado practicar el dumping fiscal atrayendo, incluso con falsas residencias, a contribuyentes de otros territorios.