«Ahora es más momento de encontrarse con la clientela y recuperar alguna venta para poder recuperar el empleo y poder mantenerse», dicen en la Unión de Comerciantes, en donde señalan que ha crecido el uso de herramientas digitales
15 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.No tienen prohibidas las rebajas, o así al menos lo interpretan en la Unión de Comerciantes del Principado de Asturias, aunque tampoco se las plantean, en general, de inmediato. Tras la reapertura de los comercios asturianos de menos de 400 metros cuadrados, el pasado lunes con la entrada del Principado en la fase 1 de la desescalada, lo que toca ahora tras casi dos meses de cierre es reencontrarse con la clientela.
«Las empresas que han abierto tienen que recuperar ventas y beneficios, porque si no recuperan beneficio difícilmente van a poder recuperar el empleo y van a poder mantenerse, con lo que una gran mayoría, aunque hay excepciones, no está haciendo ningún tipo de rebaja, oferta, promoción o cosas por el estilo porque no es tampoco el momento. Llevan menos de una semana abiertos y no es el momento de tomar decisiones extremas, sino de encontrarse con la clientela y recuperar alguna venta, pero incluso es más un momento de encuentro que de venta. Ya veremos más adelante, dentro de un par de semanas, qué va a pasar», indica Carmen Moreno, gerente de la Unión de Comerciantes, que en todo caso sostiene que la normativa de apertura de comercios en la fase 1, en lo que respecta a posibles rebajas o descuentos, prohíbe en concreto acciones comerciales que den lugar a aglomeraciones.
«La preocupación del Ministerio de Sanidad, que es perfectamente lógica, era que se evitara que los comercios fueran motivo de aglomeración tanto en la calle como fuera de ella y, eso, en este momento en el que sólo están abiertos los comercios de menos de 400 metros cuadrados, es mucho más difícil que se produzca», considera. «El Ministerio de Sanidad -añade en cualquier caso- a quien tiene que controlar es a las grandes empresas de distribución comercial, no a nosotros. Seguimos pensando que la única interpretación válida es la que nosotros dimos por cierta, que es la misma que dio el Ministerio de Industria», matiza.
Pero, como señala, la mayoría de los comercios que han vuelto a abrir sus puertas estos días no están pensando en descuentos y, además, no tienen la competencia de las grandes cadenas al menos en la calle y la de la venta online siempre ha estado ahí.
Una de las claves de este regreso comercial sí está siendo, no obstante, un aumento en el uso de las herramientas digitales para contactar con los clientes como ha ocurrido durante el periodo de confinamiento y que ahora, una vez abiertos, continúa. «Se están utilizando más las herramientas digitales pero cada uno a la medida de sus necesidades y las características de su clientela», explica Moreno, que pone como ejemplos el uso de WhatsApp, la promoción a través de imágenes en Instagram y en otras redes sociales o los proyectos conjuntos como regalacomercio.com, una iniciativa de la propia Unión de Comerciantes para la venta de tarjetas regalo con más de 300 comercios adscritos.
«Y la prueba de que se está haciendo uso de estas herramientas es que, a través de esa página, se están vendiendo tarjetas regalo», dice, explicando también que la situación provocada por la pandemia de coronavirus, ahora en proceso de desescalada, también va a propiciar que se apuntalen los procesos de digitalización.
«En este sentido, nosotros ya estamos trabajando tanto con ayuntamientos como con el Gobierno de Asturias para generalizar los procesos de digitalización, pero no creando páginas web, sino centrándose en la formación y en la consultoría individual de manera que cada comicio pueda adoptar la solución digital que vaya con sus características», señala.
Otra clave de este regreso comercial es que las previsiones ya no son a largo plazo. «No se puede predecir más allá de unos meses. La situación económica y social es tan incierta que cualquier programación que se haga no va a ir más allá del otoño, no se puede programar más allá y, por mucho que estudios económicos digan lo que digan, la realidad de la calle es muy incierta todavía», explica Moreno, que menciona una última clave cuyo debate ya comienza a intuirse: cómo van a afectar al comercios las medidas de movilidad a las que obliga esta situación excepcional.
Sobre todo porque, según dice, son contradictorias. Por un lado, «pasan por crear más espacios peatonales y menos del coche particular, porque necesitamos espacios más amplios para caminar, para mantener la distancia social» y, por otro, «la contradicción que supone que, por medidas de seguridad, resulta también que ahora el coche particular es más seguro que el transporte público».
En este sentido, Moreno considera que «este es un debate que tienen que hacer los ayuntamientos desde el punto de vista social, pero también económico. ¿Cuál va a ser el diseño de la movilidad de las ciudades atendiendo a esas dos necesidades: más espacios para garantizar el distanciamiento social y una cierta demonización del transporte público en este momento porque no la garantiza la distancia social?»