Hay más espacio, menos vecinos y no se registraron problemas ni en el primer día de apertura
14 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.En general, en toda Asturias pocos locales de hostelería y restauración reabrieron sus terrazas y, salvo los casos de Oviedo y Gijón, en el resto de concejos no se vieron situaciones de aglomeraciones tras graves en plena pandemia de un virus para el que aún no existe ni tratamiento ni vacuna. En Pola de Siero, en la primera jornada, hubo pocos bares abiertos y quienes ansiaban regresar a las terrazas se concentraron sobre todo en las de la plaza de Les Campes, sobre todo, en la hora del vermú.
Pero también fueron muchos los que se dieron la vuelta para casa para evitar las aglomeraciones. En Langreo, en donde 59 locales han pedido ampliación gratuita del espacio para colocar la terraza, también se llenaron las pocas terrazas que abrieron, pero sin llegar a registrarse tanto lío. De hecho, la Policía Local no puso ninguna multa y se limitó a corregir los incumplimientos y a explicar los motivos. Se ha reforzado en todo caso el control sobre estos equipamientos como en otros municipios, vigilando que se mantenga la separación de dos metros entre las mesas, la desinfección entre uno y otro servicio y que no sirvan comidas. El martes, sí se multó ya a cinco personas. El mal tiempo, en todo caso, ha podido más que las ganas de algunas personas por tomar algo en las terrazas y estos días pasados se ha notado el bajón.
Parte de los negocios que han pedido ampliación esperan abrir a finales de esta semana o a lo largo de la que viene, cuando se prevé que haga mucho mejor tiempo que en la actual. Y, en el resto de municipios de Asturias, que tienen menos de 40.000 habitantes, no ha habido problemas ni terrazas abarrotadas.
Hay que tener en cuenta que casi una veintena de concejos no llegan, o lo hacen por muy poco, a los mil habitantes. Hay pocos vecinos y, en algunos concejos, la proporción de mayores de 65 años -el grupo de edad con mayor vulnerabilidad ante el virus-, supera el 40%. En la Asturias vaciada también hay espacio para colocar terrazas sin grandes aglomeraciones como en la zona central. Algunos municipios también han permitido ampliar espacios para favorecer la distancia de dos metros que debe separar las mesas.
Desde la Federación de Municipios y Concejos de Asturias (FACC), además, no ha hecho falta enviar instrucción alguna porque, aparte de los casos concretos de Oviedo y Gijón en esa primera jornada, no se han registrado episodios generalizados que así lo requirieran. En la FACC explican que, una vez que el sábado pasado se publicaron en el BOE las condiciones para la reapertura de las terrazas, cada ayuntamiento asturiano, en el ámbito de su autonomía local, «está tomando las medidas que considera oportunas para facilitar la actividad hostelera hasta donde es posible».
Por lo tanto, añaden, «de momento no se considera necesario trasladar ninguna indicación, más allá de la recomendación que se hizo el pasado lunes de extremar las medidas de prevención y distanciamiento social para rebajar al máximo el riesgo de rebrotes». También ponen de manifiesto la voluntad tanto de la FACC como de los ayuntamientos en general de colaborar al máximo con la hostelería y con todo el tejido económico local para afrontar la desescalada, «pues somos plenamente conscientes de las dificultades que están afrontando».
En ese sentido, recuerdan que ya el pasado marzo se remitió a los ayuntamientos asturianos un documento de consideraciones sobre los tributos locales en este contexto tan excepcional que ha provocado la pandemia de COVID-19. La respuesta de la gran mayoría de las entidades locales fue adoptar medidas tributarias, dentro de los márgenes legales que tienen, para aliviar el impacto de la pandemia en su tejido empresarial, incluido el sector hostelero.
Asimismo, recuerdan que en la reunión del Comité de Coordinación para la desescalada integrado por la Delegación del Gobierno, el Gobierno del Principado y la FACC, se acordaba el pasado lunes proponer el cambio del criterio de aforo por el de separación de las personas en el establecimiento, al considerarse más apropiado.
