Paco Arango: «Ha sido un padre maravilloso y le he reservado una suite en el mejor hotel del cielo»
ASTURIAS
Personalidades como Delia Losa, Alfredo Canteli, José Manuel Rodríguez Uribes o el propio Museo del Prado, lamentan la pérdida del empresario astur-mexicano
17 feb 2020 . Actualizado a las 18:40 h.Paco Arango, hijo del empresario astur-mexicano Plácido Arango, fallecido a los 88 años, ha utilizado las redes sociales como plataforma para confirmar la pérdida de su padre. En su perfil de Twitter el director de cine y primogénito del empresario ha compartido el siguiente mensaje: «Hoy se ha ido un gran hombre a la luz, con un maravilloso corazón, generoso con todos y un caballero de pies a cabeza. Ha sido un padre maravilloso y le he reservado una suite en el mejor hotel del cielo. I will miss you very much».
Entre los cientos de pésames que la familia ha recibido se encuentra el de la Delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, que ha lamentado este lunes la muerte. De él ha destacado sus «grandes valores humanos». Losa ha puesto en valor la «importantísima» labor empresarial y filantrópica que desarrolló Plácido Arango a lo largo de su vida. Ha destacado además que era «una excelente persona». «Lamento mucho su muerte y mando un sentido abrazo a sus familiares y amigos», ha remarcado. El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, también ha lamentado la muerte del empresario asturmexicano. En su cuenta de Facebook, el regidor ha destacado la labor filantrópica de Arango a lo largo de su vida, así como «el impulso decidido» por la cultura en el Principado que «siempre estarán en nuestro recuerdo». Apenado por el fallecimiento de Plácido Arango, de quien dice «sentía un cariño especial por nuestra tierra», Canteli ha resaltado del expresidente de la Fundación Princesa de Asturias su relevancia en la historia reciente del Principado de Asturias.
El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, también ha querido dar su pésame por el fallecimiento del fundador del Grupo VIPS, un «hombre generoso que contribuyó a la cultura de España». Así lo ha expresado Uribes en un mensaje a través de su cuenta personal de Twitter. «Lamento mucho la pérdida de Don Plácido Arango, mexicano y asturiano, mecenas y filántropo, un hombre generoso que contribuyó a la cultura de España y muy singularmente de nuestro Museo del Prado. Descanse en paz», reza el texto.
El Museo del Prado tampoco ha querido perder la oportunidad de despedirse de quien fuera presidente del Real Patronato de la pinacoteca de 2007 a 2012, como una persona de «generosidad sin límite» y «nulo afán de protagonismo». Así lo ha manifestado hoy tras quedarse «huérfano» por la muerte de Arango, fallecido «un día plomizo» en Madrid. El Prado, que ha destacado a Arango de «amante de la cultura, del arte y de la vida», ha matizado que dos han sido las características que han marcado sus años en esta institución: «su generosidad sin límite y su nulo afán de protagonismo, tan de agradecer ambos en momentos en los que el egoísmo y la notoriedad vacía sacuden nuestra sociedad».
«Su compromiso con el Prado -ha añadido la pinacoteca- era para él fuente inagotable de entusiasmo y, para esta pinacoteca, una aportación de energía vital que contagiaba a todos. En los largos y fecundos años que su figura patricia ha acompañado el devenir del Museo, su ejemplo ha sido un espejo para los cientos de profesionales que aquí desempeñan su tarea». Según han expresado, el empresario y filántropo astur-mexicano «supo ser un imprescindible apoyo, un líder capaz, un forjador de cariño hacia el Prado y también un generoso donante».
Un hombre que tuvo la «altura de miras y el amor a la pintura» necesarios para entender, según han añadido, que las obras que él había reunido en su impresionante colección eran «aún más grandes si pertenecían a todos». «Hay que ser un sincero amante del arte para entender que este nos engrandece cuando lo contemplamos en común. Y él lo fue (utilizar el pasado para hablar de Plácido Arango, duele)», han matizado. Además, también califican a Arango de «hombre de Estado» capaz de «rehuir el protagonismo, para renunciar voluntariamente a la tremenda satisfacción que le producía presidir el Patronato del Museo, y seguir trabajando por esta institución, que tanto le deberá siempre».