Los drones sancionadores de Tráfico aterrizarán en Asturias en enero

Susana D. Machargo

ASTURIAS

Once drones como el de la foto volarán sobre las carreteras españolas
Once drones como el de la foto volarán sobre las carreteras españolas DGT

Estos aparatos se centrarán en las vías secundarias. El Principado compartirá la tecnología con otras diez provincias

20 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Excepto novedad de última hora, los drones sancionadores de la Dirección General de Tráfico aterrizarán en Asturias en el mes de enero. Se centrarán en las vías secundarias y tendrán dos funciones fundamentales, convertirse en un instrumento útil para la gestión de la circulación y, además, vigilar y aportar pruebas para sancionar en caso de que detecten una infracción. Para las autovías y autopistas ya existen otro tipo de recursos, como las cámaras de control o los paneles de información. Sin embargo, las carreteras convencionales, que son las que concentran un porcentaje de siniestralidad que ronda el 80%, cuentan con menos herramientas.

Así lo ha explicado la jefa provincial, Raquel Casado, a preguntas de La Voz. Casado ha señalado que no habrá drones asignados a una única jefatura sino que, al igual que sucede con los helicópteros Pegasus de vigilancia, habrá que compartirlos entre las diferentes áreas en la que está dividida la organización de la Dirección General de Tráfico (DGT). En el caso de Asturias, pertenece a la noroeste y tendrá que repartírselo con otras diez provincias, las nueve de Castilla y León y Cantabria. Los diferentes jefes han negociado un calendario y, salvo imprevistos, el Principado estrenará la tecnología con el año.

Asturias estrenará la tecnología con esa característica sancionadora en enero, porque pruebas ya se han hecho. Las primeras fases han servido para comprobar su funcionamiento y también para hacer las primeras tareas de gestión del tráfico. Por ejemplo, son una herramienta de sencillo manejo para comprobar la intensidad de la circulación en una calzada determinada y así analizar si se está iniciando un atasco o para llegar rápidamente al punto en el que se ha producido un accidente y mostrar imágenes en tiempo real de lo que ha sucedido. Casado señala que esa capacidad sancionadora está vinculada, precisamente, a la cámara, ya que puede grabar las infracciones que se están produciendo justo delante de su objetivo. «Su cámara puede funcionar igual que el resto de las que tenemos fijas, las instaladas en autovías y autopistas», argumenta. Hasta el momento, en el Principado no se ha registrado ni una sola multa pero eso cambiará en 2020.

La jefa provincial destaca su importancia en el control de esa extensa red secundaria de carreteras que vertebra Asturias. Hay muchos kilómetros que cubrir y toda la tecnología ayuda. Al contrario de lo que ocurre en las vías de alta capacidad donde es más sencillo marcar puntos estratégicos, las calzadas convencionales están llenas de travesías, tramos peligrosos de curvas entrelazadas o zonas de mala visibilidad en las que hay que extremar la seguridad. De hecho, en todos los ránkings de peligrosidad, este tipo de carreteras aparecen en los primeros puestos. El último estudio EuroRAP 2019 de la Fundación del Real Automóvil Club de España (RACE) señala dos en concreto en Asturias: los kilómetros 66 a 87 de la N-630, después de Campomanes en dirección a León, es decir, en el puerto de Pajares y los iniciales, del cero al once, de la N-640, que bordea desde Vegadeo la frontera con Galicia hasta entrar en la otra comunidad en dirección a Lugo. En el primero, el informe cuenta cinco accidentes con dos fallecidos y cuatro heridos graves en el caso de la N-634; y en la N-640 tres accidentes con tres heridos graves.

Los drones se presentan, además, como un instrumento más versátil que el helicóptero Pegasus, que está más condicionado por factores externos como la meteorología. Una jornada de mal tiempo en la cordillera puede frustrar una jornada de vigilancia en la región, al margen del coste que puede tener. 

Ya lo había adelantado la DGT en el mes de julio de 2018, hace casi un año y medio. Langreo fue el concejo elegido para presentar por primera vez el proyecto piloto de uso de drones como medio para la regulación y vigilancia. Se hizo entonces una demostración del funcionamiento de estos robots en el nudo entre la autovía minera (AS-I) y el corredor del Nalón (AS-17). Un técnico de la DGT especialista en este tipo de aparatos montó un improvisado punto de control e hizo volar uno. La cámara que llevaba acoplada se podía introducir incluso en el interior del vehículo, comprobar si los pasajeros llevaban los cinturones puestos, si el conductor estaba haciendo uso del móvil o si el vehículo estaba respetando la distancia de seguridad con los ciclistas.

Los primeros modelos de drones tenían una autonomía de 30 minutos por cada batería y podían alcanzar una altura de 120 metros. Sin embargo, la tecnología está en constante mejora. No están certificados para realizar mediciones de velocidad pero sí pueden ver si los vehículos respetan los stops y las líneas continuas o para escudriñar el interior.