Estos son los dos tramos más peligrosos de las carreteras asturianas

F. S.

ASTURIAS

La fundación RACE publica un informe en el que mide la proporcío de vías de riesgo elevado en las diferentes comunidades

19 dic 2019 . Actualizado a las 13:45 h.

La orografía asturiana hace de las carreteras de la comunidad, en ocasiones, un reto para la circulación. Pero hay tramos en los que la incidencia de problemas es más elevado, con altos riesgos de accidente y que son considerados especialmente peligrosos. El último estudio  EuroRAP 2019 de la Fundación del Real Automóvil Club de España (RACE) señala dos en concreto en Asturias: los kilómetros 66 a 87 de la N-630 (es decir, el paso ya desde Campomanes en dirección a León) y los iniciales, del cero al 11, de la N-640 (que bordea desde Vegadeo la frontera con Galicia hasta entrar en la otra comunidad en dirección a Lugo). En el primero, el informe cuenta cinco accidentes con dos fallecidos y cuatro heridos graves en el caso de la N-630; y en la N-640 tres accidentes con tres heridos graves.

Lo cierto es que el informe sitúa a Asturias, en todo caso, por debajo de la media nacional en la proporción de carreteras consideradas de riesgo elevado. El Principado tiene una tasa del 10,41%, por poco pero debajo de la media estatal del 10,9%. 

Las carreteras de Aragón, Castilla y León y Cataluña continúan un año más a la cabeza entre las que cuentan con los tramos de mayor peligrosidad de los 25.082 kilómetros de la red analizados, de los que en un 11 por ciento circular supone un elevado riesgo de sufrir accidentes mortales o graves. El 26 % de las vías aragonesas, el 13 % de las castellano-leonesas y el 12 % de las catalanas amenazan, por encima de la media nacional, informó EFE.

Un carril por sentido, intersecciones al mismo nivel y un volumen de tráfico inferior a los 20.000 vehículos al día son los rasgos que caracterizan los 2.752 kilómetros más peligrosos de España.

En la comunidad autónoma de Aragón, que aventaja con gran diferencia al resto de autonomías, al menos 577 de los 2.220 kilómetros -uno de cada cuatro- cotejados tienen un riesgo elevado para la seguridad de los usuarios.

Las carreteras de Castilla y León tienen 768 kilómetros de riesgo entre los 5.627 analizados, seguidas de cerca por las de Cataluña, que de 1.792 mantiene 228 con problemas de seguridad.

En el lado opuesto, a la cola del índice de riesgo, se sitúan la Comunidad de Madrid, con un 0,2 % de kilómetros vulnerables, por delante de Cantabria, con un 2,7 % y Andalucía, con un 5,1 %.

Entre los trayectos más arriesgados siguen las carreteras nacionales de Galicia N-541, en Orense, y N-642, de Lugo, junto a la N-260 de Gerona. Estas dos últimas repiten en los primeros puestos de la lista de tramos más peligrosos.

La N-541 entre Dacón y Almuzara, en Orense, supone dentro de la categoría «negra» el punto de mayor riesgo en todo el país, ya que se han registrado en ella desde 2016 siete accidentes mortales y graves que se saldaron con dos fallecidos y siete heridos graves.

En un cruce de Ribadeo (Lugo) de la N-642 con la se produjeron en ese periodo tres siniestros con otros tantos heridos de gravedad, y en la N-260, a la altura de Ripoll (Gerona), el número de heridos alcanzó los 22 en 21 accidentes que acabaron con la vida de tres personas.

El estudio destaca que 49 de los 50 tramos de riesgo alto corresponden a carreteras con un carril por sentido, 32 de los cuales cuentan con radar.

Subraya además que el 20 % de las carreteras convencionales tiene una elevada peligrosidad, el extremo opuesto a las autopistas y las autovías, los tipos de vía más seguros para circular.