El último inventario de daños forestales señala que los árboles del Principado resisten a la sequía pero no a las plagas de insectos y hongos. Realiza un informe detallado incluso por concejos
14 oct 2019 . Actualizado a las 16:49 h.La procesionaria del pino en Tineo. La avispilla del castaño en Aller, Bimenes, Langreo, Mieres y Siero. El cancro del castaño en Aller, Bimenes, Villaviciosa o Caso. El gorgojo del eucalipto en Luarca, el Franco o Castrillón. Los bosques asturianos resisten a la sequía pero no las plagas de insectos y hongos. Tampoco a los daños causados por los temporales de viento y nieve. Esas son las principales amenazadas parar los árboles del Principado, según el último inventario de daños forestales publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, correspondiente al año 2018. En términos generales, esta investigación, basada en trabajos de campo, señala que los boques asturianos gozan de buena salud. Han registrado un ligero retroceso con respecto a 2017 pero ha mejorado con respecto a 2013. Mejorar significa que han encontrado menos árboles muertos o con daños graves.
El inventario resume el trabajo realizado en la Red de Seguimiento de Daños en Bosques que publica información actualizada todos los años, desde 1987. La labor de campo se realiza de manera sistemática y aleatoria, tras revisar puntos fijados en una malla de cuadrículas de 16 kilómetros cuadrados. Se analizan 24 árboles, elegidos con un criterio definido y estricto, en los que se analizan tres parámetros principales, la descripción de síntomas, las causas de los daños y la extensión de ese daño. Lo que se evalúa se denomina defoliación y se gradúa en cinco categorías, en la que 0 supone que su estado es excelente y 4 es que ha muerto o desaparecido, por ejemplo debido a talas.
El caso del Principado
El inventario del Principado se ha realizado estudiando una superficie de 451.332 metros cuadrados, distribuidos en 18 parcelas, que miden de media 25.074 metros cuadrados. La extrapolación de los resultados señala que el 92,6% de los árboles en el Principado se encuentran en buen estado, ya que se encuadran en las dos mejores categorías, las que no tienen ningún tipo de defoliación o una defoliación muy ligera. En cambio, hay un 4,6% que o ha muerto o está en muy mal estado, debido a causas muy diversas.
Los daños se deben fundamentalmente a dos causas, a los agentes meteorológicos y a plagas. Dentro de las plagas, pueden ser de insectos, de hongos o de parásitos. La sequía no afecta aún a las zonas boscosas asturianas. Su impacto, según los mapas incluidos en la investigación, todavía es mínima. Los agentes meteorológicos que si tienen impacto son la nieve y el viento. Los investigadores han localizado daños escasos sobre dos variantes de encinas, en Quirós y Cangas del Narcea. Masas de pinus radiata también han sufrido daños moderados en Tineo y Villaviciosa, que se achacan básicamente a roturas causadas por el viento en Tineo y Villaviciosa.
Detalle de plagas
Siete tipos de insectos están colándose en los bosques asturianos, aunque no de manera generalizada:
-La procesionaria del pino. Ha provocado daños ligeros y puntuales en plantaciones de pinus radiata próximas a Tineo.
-Escolítidos: Son unos coleópteros que afectan a la variedad de pinus pinaster. Han aparecido corros de ejemplares muertos, a lo largo de la carretera AS-268, en San Pelayo de Tehona (Valdés).
-Coraebus florentinus: Este insecto, también denominado perforador de las rama, ha provocado daños ligeros y dispersos en encinas localizadas en Cangas de Narcea y Larón.
-Agelastica alni: Este escarabajo se ha detectado defoliaciones ligeras en avellanos del concejo de Aller. También se han encontrado daños entre ligeros y moderados en alisedas en montes de Villaviciosa y Aller.
-Gonipterus scutellatus: El gorgojo del eucalipto ha originado defoliaciones más intensas, en Luarca. También es el causante de daños más ligeros observados en El Franco y Castrillón.
-Dryocosmus kuriphilus: La avispilla del castaño ha causado daños en Aller, Bimenes, Langreo, Mieres y en el entorno del cuartel militar de Cabo Noval (Siero).
-Insectos minadores: Se han observado defoliaciones puntuales sobre el arce blanco, en la zona de El Caleyu (Ribera de Arriba).
También los hongos están teniendo un impacto moderado sobre las masas arbóreas asturianas:
-Cryphonectria parasítica: El cancro del castaño está haciendo de las suyas en Aller, Caso, Bimenes, a lo largo de la AS-251, en Mieres o Villaviciosa.
-Harknessia sp.: Es un patógeno ha ocasionado daños ligeros en plantaciones de eucaliptos en Castrillón, Luarca y Pravia.
-Mycosphaerella maculiformis: Se ha localizado en masas de castaño de Aller y Mieres.
-Trametes sp: Este hongo de pudrición se ha observado de manera puntual en Piloña.
Por último, el informe habla finalmente de las fanerógamas parásitas, que son plantas que no disponen de clorofila y que precisan parasitar a otros vegetales verdes para poder asimilar el carbono, ya que no pueden realizar la fotosíntesis:
-Arceuthobium oxycedri: El muérdago coloniza numerosas especies de frondosas. Por ejemplo, en las proximidades de Villaviciosa se ha observado sobre majuelos, manzanos, chopos y acacias.