La juez de Cangas del Narcea ha autorizado el testimonio de los expertos del Instituto de Toxicología y de Criminalística de la Guardia Civil
02 sep 2019 . Actualizado a las 15:00 h.La juez de Cangas del Narcea ha autorizado la declaración de varios peritos del Instituto de Toxicología y de Criminalística de la Guardia Civil en las diligencias de investigación que se siguen para tratar de esclarecer el asesinato de Sheila Barrero, ocurrido hace 15 años. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas del Narcea ha notificado una providencia por la que autoriza la práctica de las diligencias que el Ministerio Fiscal había solicitado en relación con el asesinato.
La Fiscalía había interesado la declaración como peritos de un facultativo jefe del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, y de tres agentes del Departamento de Química del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, y la juez ha aceptado que presten testimonio el próximo mes de octubre. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil había remitido un informe al juzgado de Cangas del Narcea donde aportaba pruebas «concluyentes» sobre la autoría del asesinato de Sheila Barrero, perpetrado hace 15 años en Degaña (Asturias), según había declarado la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, informa EFE.
El informe de la UCO expone los resultados obtenidos con los nuevos avances tecnológicos que han permitido, 15 años después del crimen, analizar, entre otras pruebas, una partícula hallada en la mano derecha del exnovio de la víctima que al parecer coincidiría con la muestra localizada en el casquillo de la bala que mató a la joven. En la mano del exnovio se habría encontrado una partícula de plomo, estaño y bario igual a los residuos de disparos encontrados en el casquillo.
El joven, que quedó en libertad tras prestar declaración como sospechoso, había asegurado ante los agentes que esos residuos se correspondían con los disparos que había efectuado unos días antes cuando había salido de caza. Según su versión, había utilizado un arma de cartuchería metálica, aunque se encontraron coincidencias entre una chaqueta suya y una fibra hallada en una bufanda que apareció en el coche de la víctima. Sheila Barrero, de 22 años, fue asesinada el 25 de enero de 2004 cuando regresaba a su domicilio en la localidad asturiana de Degaña tras finalizar su jornada como camarera en un pub de Villablino (León).
Su cadáver fue descubierto por su hermano en el interior de su vehículo en el aparcamiento de un área recreativa en el Alto de la Collada, en la carretera que une Villablino y Degaña. La autopsia constató que la joven recibió un disparo efectuado a quemarropa desde el interior del propio vehículo con un arma corta. La familia de Sheila Barrero ha pedido en numerosas ocasiones la reapertura del caso y aunque inicialmente se tomó declaración como investigado a este sospechoso, quien había sido detenido seis meses después del crimen, finalmente fue puesto en libertad al no haber contra él pruebas concluyentes. Con la reapertura del caso se quería someter las pruebas a nuevos análisis en los laboratorios de Criminalística de la Guardia Civil, cuyos resultados se incluyen en el informe remitido al juzgado de Cangas del Narcea.