La extrabajadora detectó que no había correlación entre las facturas y los pagos
11 jul 2019 . Actualizado a las 13:28 h.La primera contable de la Fundación Niemeyer ha declarado que fue contratada verbalmente por el exdirector general, Natalio Grueso, a quien envió un correo electrónico en 2009 donde se quejaba de la falta de información, de que los documentos no llegaban a tiempo y veía que no había correlación entre facturas y pagos.
La contable ha comparecido como testigo en el juicio del Caso Niemeyer, en la Audiencia Provincial, y ha dicho que redactó la contabilidad de 2006 a 2009 de la Fundación en base a facturas y documentos bancarios que le llegaban al despacho profesional, por correo o en sobres que depositaban en el buzón, informa EFE.
Ha explicado que al redactar la contabilidad de 2007 había «cosas que no localizamos» y ha justificado que contactara con Grueso cuando tenía dudas o apreciaba escasa documentación en que no había un departamento de administración en el Niemeyer, y «lo hacía Natalio porque no había una persona dedicada a ello».
La contable ha relatado que en 2009 conoció la existencia de un asiento de rectificación sobre las cuentas de 2007 y 2008 en relación con las facturas de Viajes El Corte Inglés, principal proveedor del Niemeyer, por lo que remitió un correo electrónico a Grueso donde soltó «la primera voz de alarma», ha aseverado.
El fiscal Alejandro Cabaleiro le ha preguntado si se preocupó por las razones por las que el auditor había dicho que las cuentas estaban mal en relación con esas facturas hasta el extremo de hacer seis salvedades por 260.000 euros, a lo que la contable ha respondido que se preocupó «tanto» que a partir de ese momento dejó de redactar las cuentas de la Fundación. Ha recordado que en 2007 había más facturas que pagos por 260.000 euros y que ella se limitaba a contabilizar las facturas de que disponía. «Contabilizo lo que tengo y me dan y lo que no tengo no lo puedo inventar», ha afirmado al respecto.
Además, ha insistido en que Grueso le puso en contacto con una persona de Viajes El Corte Inglés en Madrid tras pedir en reiteradas ocasiones los datos, porque «había cosas que no encajaban, pero nunca me los mandaron», ha aseverado. La contable ha incidido en que se quejó al exdirector general, a través del correo electrónico, de que los documentos no le llegaban en el tiempo debido y que había facturas que no estaban completas.
A lo largo de su declaración ha explicado que su trabajo consistía en redactar la contabilidad con las facturas y recibos que le daban así como la memoria y una vez hechas se entregaban al auditor y al órgano correspondiente para que los firmara. «Supongo que las cuentas se las darían a Natalio Grueso, pero no lo recuerdo, yo no se los llevé a nadie», ha corroborado la testigo que ha asegurado que sugirió su asistencia a alguna junta de aprobación de cuentas, que nunca se produjo porque, según ha manifestado, «nunca jamás me llamaron para nada, ni asistí a ninguna junta».
La contable ha dicho que a raíz de los correos electrónicos, Grueso dejó de hablar con ella y ya le remitía al exsecretario general, José Luis Rebollo, también acusado, quien afronta dos años y tres meses de cárcel como presunto cooperador en un delito societario continuado. Tras su declaración ha testificado una compañera de trabajo de esta contable, quien ha ratificado que remitió varios correos electrónicos al exdirector general donde exponía que no encontraba los pagos y expresaba sus dudas sobre unos cargos de cheques.