Lorena Gil pregunta al candidato del PSOE por la estructura de Gobierno y esquiva su posible entrada en el Ejecutivo asturiano
02 jul 2019 . Actualizado a las 15:05 h.«Programa, programa y programa», esa era la vieja letanía del coordinador de Izquierda Unida en los años 90, Julio Anguita, sobre sus exigencias para apoyar al PSOE de Felipe González. Ese parece ser el lema con el que Podemos Asturies encara la negociación para investir a Adrián Barbón como presidente del Principado. 37 días después de las elecciones del 26 de mayo ambos, partidos se han sentado a negociar el futuro Gobierno y las políticas para la legislatura que ahora comienza. Lorena Gil, la candidata de la formación morada, reconoce que «el diálogo ha sido fluido» pero también lamenta haya sido demasiado genérico sin propuestas concretas. Ese es el paso que darán en una segunda reunión para la que todavía no se ha fijado fecha. Gil solo ha adelantado que el acuerdo se hará sobre la base de propuestas programáticas concretas con sus respectivos plazos, donde la sanidad, el futuro de la industria, la educación y la crisis demográfica sean las prioridades. De momento, están hablando de investir presidente pero sobrevuela la posibilidad de que se negocie un gobierno conjunto. ¿Pretende Podemos formar parte del Ejecutivo tal y como trata de conseguir Pablo Iglesias con Pedro Sánchez? Lorena Gil lo ha dejado en el aire. Se ha limitado a decir que es pronto y que están en una fase aún muy inicial. Lo que sí ha reconocido es que ha preguntado a Barbón por cómo va a ser la futura estructuras de ese Gobierno asturiano.
«Por fin, tras 40 días se comienza a hablar de Asturias y de las políticas que necesita y no de repartos de cargos o de espacios». Así ha comenzado su intervención Lorena Gil, nada más concluir la reunión con Barbón, rodeada del resto de diputados de su grupo, Daniel Ripa, Rafael Palacios y Noelia Rodríguez. Gil se ha mostrado dispuesta a negociar pero sin demasiadas concesiones. Ha criticado que el PSOE se haya presentado con un planteamiento demasiado generalista, ha explicado que en el análisis coinciden en muchos aspectos pero que también existen discrepancias y ha reclamado agilidad. No ha querido comparar a Barbón con Javier Fernández ni tampoco ha precisado si existe más o menos sintonía. Apenas se ha movido de esa idea de que las negociaciones están en pañales.
No ha creído demasiado serio responder a las críticas por la actitud de bloqueo de su grupo parlamentario durante la legislatura pasada. Pero ha puesto cuatro ejemplos que considera claves para negar esta queja del PSOE. «Hemos aprobado los últimos pesupuestos, hemos votado al nuevo presidente de la Mesa de la Cámara, a nivel estatal cuentran con nuestro apoyo y Wenceslao López fue alcalde de Oviedo gracias a nosotros», ha enumerado. Y ha insistido: «No creo que estemos demostrando ningún bloque cuando estamos pidiendo medidas concretas».
Las prioridades no son nuevas pero sí responden a problemas no resueltos. La educación gratuita y universal, con el ciclo de 0 a 3 años como referentes, es el primer punto. Atajar las listas de espera sanitarias y acabar con algunas incompatibilidades podría ser clave también. Con la crisis de Alcoa como mejor ejemplo, ha reclamado un plan contra la deslocalización industrial y para controlar la entrada de fondos buitre. El cuarto eje que parece irrenunciable para Podemos es el de poner en marcha. «Necesitamos rigor en los datos para llegar a algo más», ha reconocido Lorena Gil, que, por el momento, habla de investidura.
Pero lo que queda detrás es la formación de Gobierno. Ha titubeado ante esa pregunta. ¿Pedirán entrar en el Gobierno? Tras esa duda inicial ha vuelto a hablar de que están en una fase inicial, que son necesarias medidas concretas y plazos. No obstante, sí ha reconocido tener interés por el futuro Ejecutivo. De hecho, le ha preguntado a Barbón por cómo será esa estructura de Gobierno, es decir, por las consejerías que tendrá y sus competencias. Ha explicado que eso es importante cuando se habla de proyectos.