Es uno de los pescados más apreciados de la gastronomía cantábrica y aporta multitud de beneficios

La Voz

¿Por qué tienes que comer bonito del norte este verano? Si todavía te planteas esta pregunta es que te quedan muchas cosas por descubrir de este túnido, uno de los más apreciados de la gastronomía del norte. Su sabor, sus propiedades alimenticias, la variedad en la venta y las posibilidades que aporta en la cocina son cuatro razones de peso para que lo incorpores a tu dieta durante la campaña que ahora comienza. Se puede convertir en tu plato estrella, ya sea como entrante o como principal. 

Tipo de túnido

El bonito es un pez migratorio de cabeza grande. Robusto y panzudo, se distingue por su color azul oscuro en la parte dorsal, mientras que el vientre es más plateado. Su forma se diferencia del resto de los túnidos, la familia a la que pertenece, porque sus aletas son muy larga. Durante el invierno vive en las profundidades del Atlántico y en verano se desplaza en bancos hacia el norte. Ese es el momento en el que se registra la costera, el nombre que recibe la campaña de pesca y la temporada que esperan con ansia sus comensales.

Propiedades

El Bonito del Norte es una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico, de vitaminas y de minerales. Como buen pescado azul, es bajo en grasas saturadas y contiene un alto contenido de Omega 3, uno de los elementos para combatir el colesterol. Además, ayuda a preservar las funciones cognitivas en la edad avanzada. Su alto contenido en vitaminas A y D participan en el mantenimiento de los tejidos, la salud ocular y la prevención de enfermedades degenerativas, además de ser fundamental para conservar una buena masa ósea. Contribuye también a la producción de determinadas hormonas como las tiroideas y sexuales. Es significativo su aporte de selenio, fósforo, hierro y zinc.

Una ración de 150 gramos de bonito del norte supone unas 200 Kcal. Aporta unos 30 gramos de proteínas consideradas de alta calidad, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales para nuestro organismo. Por esa razón, es un excelente sustituto de la carne, huevo u otros alimentos considerados proteicos.

Cómo comprarlo

Entero, en rodajas, lomos, la ventresca, el cogote o la cola. El bonito ofrece muchas posibilidades en la pescadería al cliente, que puede comprarlo en función de cómo vaya a prepararlo o de sus preferencias culinarias.

El cogote es jugoso y de sabor suave. Los lomos ofrecen la carne más magra y sin espinas. Las rodajas son sabrosas y fáciles de preparar. La cola es la parte menos grasa del bonito. La ventresca, en cambio, es la zona más tierna y apreciada. No es una compra complicada. En la pescadería puedes conseguir cada pieza preparada al gusto. Tan solo es necesario pedirla. El pescado entero suele adquirirse para aprovechar la pieza al milímetro y combinar una variedad de recetas, incluso conservas.

Recetas

La mejor manera de aprovechar todos estos nutrientes consiste en cocinarlo empleando técnicas sencillas: a la plancha, con tomate, escabechado en ensalada o en ceviche. Depende también de tu habilidad culinaria y del tiempo de que dispongan para dedicar a los fogones. 

El bonito con tomate de toda la vida puedes tenerlo listo en apenas 40 minutos. Algo más de tiempo lleva guisar un bonito en rollo al estilo de Luanco pero el resultado es delicioso. Escabechado puede convertirse en el elemento principal de una ensalada aliñada con vinagreta de manzana (más asturiana imposible). Una mezcla más cultural supone acompañarlo con una guarnición de cuscús vegetal. Las brochetas permiten utilizar este pescado a la brasa, en una parrilla. Si quieres probar una mezcla de sabores diferentes intenta marinarlo y acompañarlo con dados de melón y tomate corazón de buey. Basta repasar este listado de recetas para que se abra el apetito por el bonito. Ahora sólo hace falta que se inaugure la costera.