Así paren las mujeres asturianas

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

La estrategia de parto natural implantada en el año 2009 ha logrado reducir las cesáreas pero no los partos inducidos que siguen por encima de los estándares aconsejados

05 jun 2019 . Actualizado a las 19:15 h.

Se ha humanizado la atención y se ha reducido el intervencionismo. Los paritorios se han convertido en lugares menos hostiles y los profesionales se han formado en buenas prácticas para combinar el conocimiento científico disponible y el respeto a la autonomía de la mujer. Esto es lo que se ha conseguido tras la implantación en Asturias de las directrices de la Estrategia de Atención al Parto Normal (EAPN), en el año 2009, gracias a la firma de un convenio con el Ministerio de Sanidad. Un informe realiza una valoración del periodo 2010-2016 y analiza las luces y las sombras de este protocolo. Este trabajo -titulado Atención Sanitaria al parto y al nacimiento en los hospitales del Servicio de Salud del Principado (Sespa)- admite que se ha avanzado mucho pero también precisa que existe una gran desigualdad entre hospitales y que hay determinados aspectos que apenas se han tocado. Reconoce, por ejemplo, que se ha reducido de manera notable la proporción de partos con episiotomía -incisión que se hace a la parturienta partiendo de la vagina hacia el ano para evitar desgarros- y el número de partos de inicio espontáneo que han sido estimulados con oxitocina. Sin embargo, considera que apenas se ha avanzado en la reducción de los partos inducidos y ha detectado un ligero repunte de las cesáreas tras años de bajadas. También anota en el debe el poco respecto a la autonomía de las embarazadas, ya que apenas una cuarta parte ha podido manifestar sus preferencias sobre el tipo de atención que desea, lo que hace pensar que «su promoción no es aún una práctica habitual en todas las consultas de Atención Primaria».

Solo en el año 2016, el último que abarca el informe, hubo en Asturias 6.248 partos y 6.347 nacimientos. La edad media de las madres fue de 33 años. Para el 56% era su primer hijo y el 44% tenían 35 años o más. El 9% de todas las mujeres que dieron a luz eran extranjeras. En su caso la edad media bajó a los 30 años. 

Las conclusiones

El trabajo se basa en 12 indicadores diferentes con los que trata de objetivar cómo va la implantación del parto natural en los hospitales asturianos, si la estrategia está siendo eficaz. Esos indicadores abarcan desde la tasa de cesáreas a los partos vaginales instrumentales, las inducciones al parto, el uso de anestesia o la atención al recién nacido con prácticas como el contacto piel con piel al nacimiento o la lactancia precoz desde el paritorio.

Las conclusiones son reveladoras. La reducción de partos en los que se ha practicado una cesárea ha pasado del 21,6% en el 2008, el año anterior a la implantación de la estrategia, al 19,9%, en el año 2016. El indicador general es bueno pero hay un ligero repunte entre los ejercicios 2015 y 2016, de más de un 1% que preocupa a los autores. También destacan que existen una gran variabilidad entre hospitales. El San Agustín de Avilés es el que tiene una tasa más cercana al estándar considerado adecuado, de manera sostenida desde el 2011. Alerta de un incremento brusco en Cabueñes, que vuelve a estar en torno al 20%, perdiendo lo que había ganado desde el 2009.

En cuanto a los partos vaginales instrumentales, que son aquellos en los que se usan fórceps, espátula o ventosa, cada vez son menos con respecto al número total de alumbramientos. Ha pasado del 25,9% al 23,7%. Sin embargo, este balance cree que la reducción es escasa y que todavía esta lejos del porcentaje aconsejable, que se sitúa en el 15%. En este caso, los dos hospitales que presentan mejores datos son, nuevamente, el San Agustín y el Álvarez Buylla, de Mieres.

«La inducción al parto casi triplica el estándar establecido, que es del 10%», señalan las conclusiones. En este apartado el informe reconoce que no se han modificado demasiado los hábitos en ninguno de los hospitales públicos asturianos. En cambio, el uso de anestesia se sitúa en el 66% y está dentro del rango adecuado. En el caso del HUCa, por ejemplo, llega al 73,5%. Los partos con episotomía han descendido claramente y de manera global del 45% al 29% pero en este caso queda camino por recorrer. El porcentaje máximo aconsejable es del 15% y en el Hospital Valle del Nalón, en Langreo, todavía se llega al 40%.

El contacto piel con piel al nacimiento se ofrece ya en la mitad de los alumbramientos aunque vuelven a registrarse diferencias significativas entre áreas sanitarias y en el San Agustín no llegan ni al 23%. El inicio precoz de la lactancia materna en el paritorio registra porcentajes incluso mejores que han llegado incluso al 56,6% y la lactancia exclusiva al alta oscila entre el 47% y el 53%.