Cuatro castros pueblan la ribera del río en el que habitaba parte de la historia asturiana
24 mar 2019 . Actualizado a las 12:41 h.Asturias es de sobra conocida por sus atractivos, siempre atrayentes para el turista, como son sus verdes paisajes, sus costas pobladas de acantilados, la simpatía de sus gentes y la variada gastronomía. Pero también tiene mucha historia que ofrecer, ya sea una muestra de sus tradiciones, visibles en el museo de la minería o en el de la sidra; o su arte único en el mundo: el prerrománico. El Principado presenta tesoros realmente valiosos, debido a su antigüedad, aunque algunos están más ocultos que otros. La historia celta, famosa por sus leyendas, muchas de ellas heredadas hasta la actualidad, es aún un misterio por descubrir para muchos viajeros a pesar de que Asturias presenta 265 yacimientos de sus poblados: los Castros. Si se quieren seguir las huellas de esta población tan enigmática, se pueden realizar varias rutas. Una de ellas, es la que recorre el río Navia, donde se asentaron numerosos núcleos celtíberos. Esta senda comienza en Navia y finaliza en Grandas de Salime, un recorrido marcado por frondosos bosques y cuatro castros.
Castro de Coaña
El castro de Coaña es uno de los más conocidos debido a su extensión (es uno de los más grandes) y a que fue el primer yacimiento en ser estudiado. Su excavación se inició en 1877 por José María Flórez continuada por Antonio García y Bellido y Juan Uría Ríu tras la Guerra Civil. Está situado en la margen izquierda del río, en un marco incomparable: rodeado por una gran muralla sobre una colina. Los elementos más importantes del asentamiento son: la acrópolis, un recinto de planta triangular rodeado por una muralla, cuyo acceso estaba protegido por un torreón de planta cuadrada. Desde este torreón se realizaban labores de vigilancia dentro del recinto lo que supone el elemento más especial del poblado. El castro estaba dividido en barrios, como el norte, formado por 80 cabañas y situado bajo la muralla de la acrópolis. Las casas en su mayoría eran de planta circular y algunas tenían incluso un vestíbulo. Se calcula que llegaron a habitarlas entre 1.500 y 2.000 celtas. Se llega a pensar que incluso hubo termas y saunas rústicas dentro del poblado, en el recinto sacro debido a unas construcciones halladas y asociadas a canalizaciones y a una piscina de granito.
El precio para descrubrirlo es 3,13 euros. La entrada reducida, para niños de 7 a 12 años, personas mayores de 65 años y miembros de familias numerosas es de 1, 62 euros. Niños hasta 7 años acceso gratuito. Los miércoles la entrada es gratis. Y su horario se divide en el de invierno: del 1 de octubre al 31 de marzo) es de miércoles a domingo de 10.30 a 15.30 horas. Lunes y martes cerrado. Y el de verano:del 1 de abril al 30 de septiembre) es de miércoles a domingo de 10.30 a 17.30 horas. Lunes y martes cerrado.
Castro de Pendia
En el concejo de Boal, se erige el castro de Pendia que fue excavado en 1941 bajo la dirección de Antonio García y Bellido y Juan Uría Ríu, aunque las primeras noticias que dan cuenta de su existencia datan de 1898, cuando Bernardo Acevedo y Huelves realiza una primera descripción de las ruinas. Fue declarado Monumento el 26 de enero de 1981. Sus características son bastante inusuales, dado que las murallas que rodean su construcción son enormes en comparación al pequeño poblado que protegen, que contaba con tan solo 12 cabañas. El castro tiene dos zonas diferenciadas, por un lado el sector norte donde se encuentra una cabaña de grandes dimensiones, de la que se estima que fue de uso comunal. Y por otra parte la zona meridional donde está el resto del poblado, que, como el de Coaña, consta de saunas.
Castro de Illano
El Castelón de Illano también está situado en el concejo de Boal en una ladera protegido por un foso y una muralla de cuatro metros que lo rodea. Las diferencias de esta edificación respecto a otros castros es que su muralla es probablemente una de las mejor conservadas, además nunca ha sido excavado porque sus construcciones originales sobresalen en el prado. Se trata de edificios fabricados en pizarra, de planta sencilla y esquinas redondeadas. Su acceso es libre y gratuito.
Castro de Chao Samartín
Fue catalogado como castro en 1967, aunque hasta 1990 no comenzaron las excavaciones. Está situado en un punto estratégico.