Djelali B. confiesa la autoría material del crimen junto a su compatriota encarcelado en Suiza por encargo de Pedro Nieva, y con la mediación de Jesús D. B. Todos ellos han sido ya trasladados a prisión
22 feb 2019 . Actualizado a las 09:06 h.Djelali B., el ciudadano argelino acusado de planificar y ejecutar la muerte de Javier Ardines, admitió anoche ante la jueza haber sido el autor material del asesinato junto a su compatriota encarcelado en Suiza, e inculpó además a los otros dos detenidos, Pedro Luis Nieva, y a Jesús M. B. Todos ellos declararon anoche de forma sucesiva y durante más de cinco horas ante la Lucía González, titular del juzgado de Instrucción nº 1, donde fueron recibidos entre gritos e insultos por vecinos del concejal asesinado antes de serles decretada la prisión comunicada y sin fianza en el Centro Penitenciario de Asturias, adonde fueron trasladados pasadas la una de la madrugada y donde ya han pasado su primera noche.
Nada admitieron, por el contrario, los otros dos detenidos presentes, a la espera de la extradición del otro inculpado, que aún tardará tres meses. Pedro Nieva se limitó, como lo había hecho en los interrogatorios, a reiterar brevemente su completa autoexculpación de todo lo relacionado con el crimen y en el desconocimiento de los otros detenidos, mientras que su amigo y presunto mediador entre el acusado de la instigación y los sicarios, Jesús D. B., se negó a responder a la jueza.
La declaración de Djelali B. incluyó la descripción de lo sucedido en la madrugada del 16 de agosto en el camino junto a la casa de Javier Ardines y antes de la agresión que costó la vida al concejal. Bloquearon el camino de su vehículo con vallas, le asaltaron por sorpresa, le rociaron con gas pimienta para aturdirlo e inmovilizarlo y le golpearon. Aun así, su víctima llegó a correr durante 70 metros para huir de la agresión, pero fue alcanzado y asfixiado hasta la muerte. Todo ello por encargo de Pedro Nieva, con la mediación de Jesús D. B., por dinero y después de haber visitado en varias ocasiones Llanes para planificar el asesinato