El presunto instigador de la muerte del concejal desembolsó una importante cantidad de dinero al intermediario que contrató los servicios de los dos sicarios, según la declaración de uno de ellos
23 feb 2019 . Actualizado a las 00:36 h.Veinticinco mil euros para los brazos ejecutores y otros 10.000 para quien se encargó de contactar con ellos y reclutarlos. Eso es lo que pagó Pedro Luis Nieva, el acusado de instigar el crimen que costó la vida a Javier Ardines, a su amigo Jesús M. B. por la labor de intermediación, y a los dos delincuentes argelinos que aceptaron ejecutar el encargo y a los que se acusa de haber acabado materialmente con la vida del concejal llanisco. Era uno de ellos, Djelali B., el que confirmaba este jueves en su declaración ante la juez la tarifa aplicada para la cumplir con la siniestra encomienda del amigo íntimo y primo político de Ardines, movido por los celos ante una presunta relación del concejal con su esposa.
El trasfondo del tráfico de drogas aparece como el elemento común que vincula a todos los acusados, tres de los cuales se encuentran ya encarcelados en la prisión de Asturias después de su declaración. Ambos sicarios poseían antecedentes por este delito, y al menos uno de ellos también por otros relacionados con robos con violencia, agresión sexual y atentado contra un agente de la autoridad, según fuentes cercanas a la investigación. Por su parte, Pedro Nieva, propietario de una empresa de electricidad, fue detenido hace poco más de un mes bajo la acusación de haber realizado una instalación eléctrica clandestina para una plantación de marihuana descubierta en la localidad burgalesa de Las Merindades.