Naturgy pone fecha al cierre de la central Soto de la Barca en Tineo

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Central térmica de Soto de la Barca (Tineo)
Central térmica de Soto de la Barca (Tineo) J.L.Cereijido

Tras los anuncios de Iberdrola, la compañía solicita también al Ministerio clausurar la planta después del verano

16 ene 2019 . Actualizado a las 13:52 h.

Como una fila de fichas de dominó. Después del anuncio de Iberdrola de cerrar sus plantas de Lada y Velilla, le llega el turno ahora a Soto de la Barca, de la empresa Naturgy, que ha ya comunicado al Gobierno y a los trabajadores su intención de solicitar el cierre de sus centrales térmicas de carbón incluyendo también a la planta asturiana. La medida afectaría a 80 trabajadores directos y alrededor de otros 40 empleos de forma indirecta.

En un contexto en el que el Ejecutivo central quiere acelerar las medidas de descarbonización, la central de Tineo tenía los días contados desde hace meses. Hasta ahora Naturgy no había emitido ninguna señal sobre la central asturiana, a pesar de que estaba abocada al cierre en cumplimiento de la normativa europea porque no había implementado las inversiones necesarias para continuar con la quema de carbón.

Su situación y las de sus instalaciones son muy similares a las de la planta que la compañía tiene en La Robla, en León y para la que ya había solicitado el cierre el mes pasado por lo que se esperaba una propuesta similar para la asturiana que ha llegado ahora. La petición es para que se clausure después del próximo verano.

La propuesta formal de cierre se trasladó al Ministerio de Transición Ecológica el pasado 20 de noviembre pero la decisión definitiva será larga ya que sobre ella tienen que pronunciarse varios organismos, entre ellos la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y también Red Eléctrica. En el momento en el que se anunció el cierre de Lada por parte de Iberdrola, los esfuerzos del Principado y los agentes sociales se dirigieron a tratar de establecer una normativa que evitara el cierre unilateral por parte de las empresas buscando una garantía de suministro, pero la CNMC no aceptó esa propuesta. En los últimos meses se han dado varios encontronazos entre partidos en Asturias, el propio ejecutivo del Principado y las tesis de la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, a la que señalaron que sus declaraciones públicas sobre que «el carbón no tiene futuro» podían alentar no sólo el cierre de las plantas sino también que no llegaran a acometerse las inversiones necesarias y las centrales que aún mantenían un horizonte, a medio plazo, de producción.

El impacto del cierre de las térmicas alcanza en Asturias también al sector del transporte por el elevado número de camiones, alrededor de 300, que circulan de forma diaria para llevar el mineral de importación desde los puertos, singularmente en El Musel. También en los muelles, el tráfico de carbón supone un importante número del movimiento de graneles.