Estrasburgo ratifica la presencia en la autopista ferroviaria de la conexión Gijón-León-Valladolid
27 ene 2019 . Actualizado a las 18:35 h.El pleno del Parlamento Europeo celebrado ayer en Estrasburgo ratificó la propuesta de la Comisión y del Consejo de Transportes de conectar Asturias y el noroeste español con la red básica del corredor atlántico transeuropeo, una decisión que prácticamente confirma la presencia del Principado en una de las dos autopistas ferroviarias de mercancías -la otra es el corredor mediterráneo- que, desde la Península, atraviesan el territorio comunitario de sur a norte sin barreras técnicas ni operativas, y con una gestión coordinada para atraer a los grandes grupos logísticos.
El nuevo diseño que puede optar a los fondos del mecanismo Conectar Europa en el marco financiero plurianual 2021-2027 incluye la conexión León y Gijón-León-Valladolid, bendecidas ya por la Comisión y el Consejo de Transportes de la UE además de las de A Coruña-Santiago-Vigo-Ourense-Monforte- León, largamente demandadas por Galicia junto al eje ferroviario Oporto-Vigo, que también se ha incluido.
En todo caso, ahora se abre una negociación (los trílogos) entre los europarlamentarios y el Consejo en la que la Comisión actúa como árbitro, para consensuar una decisión definitiva sobre las redes transeuropeas. El eurodiputado socialista José Blanco dió por hecho que la inclusión de del noroeste está garantizada «a más del 90 %», pues esta ampliación estaba en la propuesta original del colegio de comisarios y fue asumida por el Consejo en una reunión del pasado 3 de diciembre.
La negociación y la decisión final por consenso no va a ser fácil. Muchos países tienen sus propias propuestas de ampliación y, lógicamente, el presupuesto es limitado. El nuevo marco financiero que estará vigente seis años desde el 2021 prevé 30.615 millones de euros para la modernización de los ejes de transporte, tanto por ferrocarril como por carretera. Pero hay que repartirlos entre nueve corredores.
La Comisión Europea recuperó cierta cordura respecto a la configuración del eje atlántico transeuropeo en primavera, al incluir el noroeste español (la verdadera España atlántica) en el pasillo ferroviario de mercancías que, al menos sobre el papel, deberá vertebrar el arco atlántico de forma coherente y sin fronteras técnicas y operativas: el sueño de una interoperabilidad europea. Para ello hubo que apretar, crear frentes políticos y sociales en un noroeste de nuevo condenado a la periferia, una situación que no solo sucedió en España. También la Bretaña francesa se quedó al margen. Ahora llega la ratificación de la Eurocámara, después de que el Consejo de Transportes de la UE ratificara las extensiones de los 6.200 kilómetros de vías del corredor.