Las estimaciones inexactas del tiempo con una semana de antelación suponen bajas cuando, en repetidas ocasiones, el clima asturiano acaba por cambiar
23 mar 2018 . Actualizado a las 19:02 h.Como viene siendo habitual cuando se avecina un periodo vacacional, la previsión del tiempo se convierte en uno de los principales condicionantes a la hora de decidir si visitar o no un lugar. En regiones con una climatología inestable, como el Principado de Asturias, el pronóstico a una semana vista afectan con especial incidencia al sector hostelero, ya que términos alarmantes como «ciclogénesis» o «borrasca explosiva» echan para atrás a los turistas. Sin embargo, ¿suelen cumplirse esas previsiones catastrofistas?
Fernando Corral, director de los hoteles Fruela y vicepresidente de Otea (asociación de hostelería y turismo en Asturias), asegura que «desde la patronal nos quejamos mucho porque las previsiones con tanta antelación no suelen trasladar la situación que finalmente se vive en Asturias». Corral asegura que el Principado presenta una climatología diversa que suele variar en función de si se habla de la costa o de la zona de la montaña. «Con la tendencia de poner nombre a las borrascas la gente piensa que se van a vivir vientos huracanados y nieve, pero luego, cuando llega el momento, los efectos son menores».
Y es que una cosa es hablar de que hará mal tiempo -hecho factual en la región- y otra de temporales muy adversos. «Aquel que viene a Asturias sabe que es probable que no haga sol», cuenta, «pero se suelen hacer previsiones que no representan la realidad», lo que resulta en una reducción de las reservas o bajas que oscilan entre el 5% y el 7%. «Es un porcentaje que se nota, y mucho», asegura, «sobre todo en las reservas totales».
Los días fuertes de ocupación suelen albergar del jueves al sábado, donde se roza el completo con un 90% de reservas. Corral confía en que puedan mantener ese porcentaje, al que llegaron el año pasado beneficiados por el buen tiempo, «pero se aprecia una ligera sensación de estancamiento durante este primer trimestre del año», afirma. El tiempo será el que decida hacia dónde se inclinará la balanza de beneficios en el sector hostelero: «Estamos un tanto escépticos, pensamos que podemos alcanzar una buena ocupación pero todo depende del tiempo».
El resto de días de la semana no suelen suponer grandes diferencias a lo habitual. «Si tomamos en cuenta los resultados del año anterior, en el cómputo global de la semana solemos alcanzar en torno al 75%». Un porcentaje difícil de calcular ya que, como apunta Corral, «al final se debe a una suma de circunstancias».
Según la previsión de Aemet, que espera ser más precisa conforme pasen los días, esta Semana Santa en Asturias será más lluviosa y fría de lo habitual. No obstante, después de las continuas borrascas que se han adentrado en el Principado desde el pasado mes de febrero, se espera que la primavera venga cargada de estabilidad.