Carlos Carballo es uno de los viajeros afectados por los cortes en las vías ferroviarias debido al temporal de nieve que azota a Asturias
05 feb 2018 . Actualizado a las 21:34 h.Carlos Carballo cogió a las 07:27 de este lunes, en Oviedo, un un Alvia con destino a Madrid. En principio todo parecía normal, el tiempo se presentaba como propio del invierno, así que salieron puntuales ya que «no había ninguna prohibición ni aviso de que hubiera problemas». Y esos problemas aparecieron poco después de iniciar su viaje.
El primer paro fue en la estación de Puente de los Fierros, «donde nos tuvieron parados una media hora». La complicación se debía, al parecer, a la presencia en las vías de «unas ramas o unos árboles», afirma. Ante ello, tuvieron que emprender la vuelta a Pola de Lena, donde estuvieron parados hasta cinco horas. «Al principio decían que nos iban a llevar en autobús hasta León, luego hubo dudas y entre subir y no subir pasó el tiempo», relata. La solución vino a las dos del mediodía, cuando se volvieron a montar en el tren con destino a León. Allí apareció el tercer paro. Según comenta Carballo, el problema en este caso se debía a una congelación en los ejes de las vías dada la necesidad de adaptación al cambio de ancho. «Los operarios tuvieron que echar agua hirviendo para ver si las descongelaban», mantiene.
A Carballo le cuesta concretar las horas que estuvieron estancados en León. Una vez pudieron avanzar, el mismo problema se encontraron en San Martín. Carballo comenta la visible desinformación a la que se vieron expuestos. «Al principio todo el mundo era muy amable pero conforme pasaban las horas los ánimos fueron a peor». Finalmente, a pocos minutos para llegar a las nueve de la noche, el viajero llegó a su destino tras trece horas en un trayecto difícil de olvidar.