La coincidencia de demandas sobre infraestructuras y financiación autonómica une a Asturias y Galicia
12 dic 2017 . Actualizado a las 09:30 h.La esquina más occidental de Europa, lo que fuera el fin del mundo para los romanos, los restos de un antiguo reino medieval, dos comunidades que se definen como primas hermanas, Asturias y Galicia, llevan celebradas ya varias citas entre sus gobiernos autonómicos en las que se va concretando una comunión de intereses y de reclamaciones conjuntas ante el Ejecutivo central. En la última de ellas, en los Encuentros del Eo, una iniciativa promovida por la Corporación Voz de Galicia y patrocinada por el Banco Sabadell que tuvo lugar este lunes en Ribadeo, cuajó por boca del presidente asturiano, Javier Fernández, en la idea de que «tenemos derecho a una conciencia del noroeste» que fue compartida también por su homólogo gallego Alberto Núñez Feijoo. Apenas unos días atrás ambos presidentes habían estado en Oviedo junto con el jefe del Ejecutivo de Castilla y Léon, Juan Vicente Herrera, donde destacaron también toda una serie de coincidencias respecto al debate de financiación autonómica, o la lucha contra el declive demográfico y que se concretaron en el acuerdo para buscar un modelo de puesta en común de los recursos contra los grandes incendios que azotan la macrorregión. En Ribadeo se avanzó más en esa confluencia, estas son sus claves.
Cómo se financiarán las autonomías
El debate sobre la reforma de la Constitución está sobre la mesa pero ambos presidentes, cada cual a su manera, se mostraron cautos sobre la posibilidad de que ese proceso llegue a desarrollarse al menos en esta legislatura. En todo caso, sí remarcaron su sincronía respecto al modelo de financiación autonómica que deberá decidirse a lo largo del próximo año. En ese debate tendrá un peso relevante el resultado de las elecciones catalanas del 21 de diciembre y el gobierno que surja de ellas. En territorios de la costa mediterránea, en algunas de las comunidades con mayor renta, se defiende que los criterios de financiación se basen en la población y apuestan porque se rija por la ordinalidad, un límite a la solidaridad entre territorios, que los presidentes de Asturias y Galicia consideran equivocado. «No estamos hablando de repartir entre 17 comunidades sino entre 47 millones de habitantes», recalcó Núñez Feijoo quien recordó su etapa como presidente del INSALUD (antes del traspaso de las competencias de sanidad a todas las comunidades) para señalar que los gastos en servicios sociales no son iguales en uno u otro lugar. En términos similares se pronunció Javier Fernández a la hora de destacar que hay factores como la dispersión de la población o su envejecimiento (rasgos que comparten los dos territorios) que hacen más elevados los gastos sanitarios del noroeste frente a una comunidad, urbana y más joven como Madrid. «Queremos que haya altos estándares en los servicios sociales en el conjunto del Estado», señaló el presidente asturiano quien insistió en que las transferencias a las comunidades «no son ayudas ni subsidios sino mecanismos de nivelación». Ambos destacaron que su posición pretende sumar aliados en las reuniones futuras, citaron que Extremadura, Cantabria, Castilla La Mancha o La Rioja «también ven con simpatía nuestra visión» y avisaron de que junto a Castilla y León suman 6 millones de habitantes que quieren hacer valer su peso.
El error radial
A la hora de hablar de infraestructuras, los dos presidentes hicieron hincapié en el impulso al ferrocarril --Feijoo destacando su esperanza de que se cumplan los plazos para la llegada del AVE a Galicia en 2019 y Fernández destacando la necesidad de que la apertura de los túneles de Pajares pueda acoger tanto a pasajeros como mercancías-- y la integración en los ejes de comunicación reconocidos por la UE para el Atlántico. También se habló de un error, de una «equivocación» que ha marcado al noroeste. Lo dijo el presidente gallego a la hora de señalar que durante décadas «nuestra obsesión ha sido unirnos con Madrid» mientras que «si hubiéramos priorizado» el trazado que uniera las comunidades de la franja cantábrica «nos hubieran hecho caso antes».
Javier Fernández destacó el hecho de que para poder celebrar este encuentro en Ribadeo se hubieran podido trasladar por la autovía del Cantábrico y agradeció el esfuerzo del estado en la inversión realizada «aunque sea con retrasos» en la apertura de los túneles de Pajares. Pero la fecha de su apertura es todavía imprecisa, debido al acuerdo entre PP y Foro para aprobar los presupuestos generales del Estado el año pasado, las vías de la variante se cambiarán a ancho estandar lo que sólo permite la circulación de pasajeros. «Con este cambio se retrasa la apertura hasta 2020», señaló Fernández quien reclamó que al menos «durante un tiempo» debería permitirse el paso de las mercancías. Señaló además que la alta velocidad sólo llegará de forma segura hasta Pola de Lena y recordó toda la capacidad de los muelles y la industria asturiana que no encontraría suficiente salida si no se le permite usar esa infraestructura «que ha costado 3.000 millones de euros».
No es país para jóvenes
Hubo una breve discusión sobre si era el noroeste español o Japón el lugar más envejecido del mundo. No la hubo respecto a la necesidad de ponerle freno. Javier Fernández recordó que llevó este asunto a la Conferencia de Presidentes, también aliado con Galicia, y arrancaron al Ejecutivo central la creación de un comisionado para abordar el asunto, además del apoyo de otras comunidades como Extremadura, Aragón o ambas castillas. En todo caso, el presidente asturiano incidió en que se trata de un «problema muy complejo y que es también una debilidad europea». Se da en áreas deprimidas y también en muy desarrolladas, y donde mejores resultados han encontrado para frenarla ha sido en países que han optado por abrirse a la inmigración o desplegar fuertes iniciativas de apoyo a la conciliación familiar y ampliación de permisos de paternidad.